Estrategias Comunes<br>CARNES ARGENTINAS

Estrategias Comunes<br>CARNES ARGENTINAS
Para la mayoría de la gente sólo existe un tipo de carne argentina: la vacuna.Sin embargo las estadísticas indican que a esta insignia del comercio exterior argentino le están haciendo la competencia desde adentro.En los últimos años, tanto la producción de carne porcina como de aves de corral ha aumentado significativamente, con importantes cifras de venta que lo demuestran por sí mismas: la exportación de productos de carne porcina alcanzó las 80.594 toneladas en 2003. En el sector de aves de corral, las cosas marchan igualmente bien – de acuerdo con las últimas cifras, la exportación de productos avícolas aumentó aproximadamente un 60% durante los primeros 6 meses de 2004- en comparación al año anterior.No obstante, a pesar de estos logros sorprendentes, los productores se quejan por la asignación insuficiente de recursos al sector de carnes blancas, en relación con el de carnes rojas y reclaman mayor acción por parte del sector público. A la vez, los productores vacunos también piensan que podrían obtenerse mayores beneficios de los recursos ofrecidos al mercado.En todo caso, esta es una oportunidad excelente de los productores para consolidar los inmensos logros de las carnes argentinas.Si bien es cierto que la principal responsabilidad de las autoridades de seguridad de los alimentos es prevenir, controlar y erradicar enfermedades de animales y proteger a la salud pública, también es verdad que el sector público por sí solo no puede hacer mucho. Es decir, los mismos productores pueden (y deben) implementar más acciones.Todos sabemos que cada uno por su parte realizó un trabajo importante para combatir y erradicar la fiebre aftosa, la peste porcina y la enfermedad de Newcastle. Implementó programas de control de calidad, logró establecerse en el mercado de exportación alimentaria internacional, sólo a modo de ejemplo de los muchos logros alcanzados.Sin embargo, a pesar de esto, todavía hay un largo camino para explorar, en el que se deben unir las fuerzas para crecer y fortalecerse en forma conjunta.Algunos lectores seguramente no estarán de acuerdo con esto. ¿Cómo es posible crecer – individualmente – cooperando con nuestra competencia?Por cierto, se puede argumentar que la cantidad de carne que cada persona come es por lo general constante, mientras que el tipo de carne consumida puede manipularse, como la moda. Ahora, si usted es un productor de ganado vacuno, probablemente no lo haga muy feliz el hecho de observar un cambio en los modelos de consumo que beneficien la carne de cerdo a costa de su propia producción ganadera. Naturalmente, uno esperaría una actitud poco entusiasta, por no decir fría, para con un posible productor de porcinos que intente hacer negocios en su patio trasero. De la misma manera, no sería fácil convencer a un productor porcino de que cooperar con un productor de aves de corral sería lo más inteligente para su propio negocio.Pero esto es así sólo cuando se venden mercaderías o productos sin un valor particular.Sin embargo, la tendencia que prevalece es la de productos cada vez más especializados, con inmensas inversiones en gestión de calidad, seguridad e higiene, y la experiencia en el mundo ha demostrado los beneficios de una estrecha cooperación en algunos aspectos clave de la producción agropecuaria, al mismo tiempo que se compite fuertemente por los gustos de los consumidores.NUEVO CONTEXTOLa sanidad animal no es algo estático. Con el aumento del comercio internacional, y el consiguiente movimiento de ganado de un hemisferio a otro, sumado al aumento de viajantes que pueden transmitir gérmenes, no se puede hacer demasiado hincapié en esto.La mayoría de las reiteradas epidemias de enfermedades infecciones en animales en el mundo son el resultado del movimiento de demasiados vectores (* vectores son personas u objetos, como por ejemplo autos, insectos, etc. que pueden transportar agentes infecciosos a través de la distancia, sin presentar necesariamente síntomas de enfermedad en sí mismos – cuando el vector es una persona u otra especie animal) con escaso o nulo control, y con resultados potenciales desastrosos, tales como los que se observaron en los últimos brotes de la Peste Aviar.Los costos de los brotes mundiales de enfermedades infecciosas en animales son altísimos, y a nivel humano, los efectos de una enfermedad infecciosa en animales pueden ser terribles.Pero no es la salud animal lo que plantea una amenaza al mercado.Cuanto mayor es la competencia, mayor presión se ejerce sobre el mercado. Ya no se satisface a los consumidores únicamente con productos baratos. Estos quieren saber sobre los métodos de producción y la seguridad de los productos, y aquel que quiere estar en el mercado debe poder demostrar que toma seriamente las preocupaciones del consumidor en lo referente a salud y bienestar animal, seguridad y calidad de los alimentos. LAS REGLAS COMERCIALESNo se debe engañar a nadie sobre los adelantos en las negociaciones de la OMC con respecto a la reducción de tarifas y nadie debe creer que el comercio será mucho más fácil ahora. La UE emitió recientemente una declaración donde se indica que las medidas sólo entrarían en vigencia dentro de 10 años, como consecuencia de las medidas unilaterales adoptadas por el bloque en los últimos años.Esto debe leerse de la siguiente manera: la palabra subsidios ha sido reemplazada por la palabra compensación – por implementar y cumplir con los planes de salud y bienestar animal- por eso, si bien las tarifas pueden ser un poco más bajas, no es probable que las naciones individuales se arriesguen a la ira de sus ciudadanos y permitan que productos de una calidad (notablemente) inferior inunden sus mercados.De última, algunos grupos respetables de presión de consumidores se asegurarán de que los ciudadanos estén bien informados sobre la producción de alimentos extranjeros. Por cierto, los productores de aves de corral que proveen a Kentucky Fried Chicken tuvieron una sorpresa desagradable un par de semanas atrás cuando un grupo de bienestar animal lanzó un video a los medios internacionales mostrando la crueldad del personal de los mataderos, quienes pisoteaban a los animales en el suelo y los estrellaban contra las paredes. Es probable que estas tácticas se generalicen a medida que aumente la competencia, y estas son las nuevas realidades ante las cuales deben reaccionar los productores de carne argentina.Por eso, volviendo al principio, la protección de la salud animal es la principal responsabilidad de las autoridades de seguridad de los alimentos. También es necesario que los productores alimenticios implementen, adopten y desarrollen estrategias que protejan la integridad de las marcas argentinas.La forma más fácil de lograrlo es que los productores de carne vacuna, porcina y de aves de corral se sienten a una mesa y descubran sus intereses comunes, que construyan e implementen estrategias que les permitan definir una norma mínima común en políticas de salud y bienestar animal, compitiendo ferozmente entre ellos en otras áreas, para ganarse el derecho a satisfacer los gustos de los consumidores. Aquí en la Argentina y en todo el mundo.* Hanne Martine Stabursvik, es una Cirujana Veterinaria noruega. Miembro del Royal College of Veterinary Surgeons, Reino Unido. Se especializa en controles veterinarios a productos importados de origen animal en la UE. Actualmente vive y trabaja en Argentina. Enseña Bienestar Animal en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad del Salvador. Trabaja con especialistas en el tema de todo el mundo. Es miembro de Red Alimentaria.- El presente artículo es un texto cuyo original en inglés fue adaptado y traducido al español.

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