Coronavirus y los alimentos
Mientras los principales referentes del sector avícola y porcino extreman las medidas de seguridad para garantizar el abastecimiento de alimentos, y las jornadas de capacitación y ferias se reprograman, la EFSA lleva tranquilidad a la población al afirmar que no hay pruebas de que los alimentos sean una fuente o una vía de transmisión del COVID-19.
Por: Paola Papaleo, editora general Solo Aves y Porcinos
La propagación del COVID-19 como pandemia mundial generó una gran cantidad de preguntas acerca de sus medios de transmisión. Entre ellas, si los alimentos pueden ser o no una fuente o una vía de contagio probable del virus. En este sentido, la EFSA (Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos) aseguró en un documento que “en la actualidad no hay pruebas de que los alimentos puedan ser una fuente o una vía de transmisión probable del virus”.
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) ha declarado que, si bien la fuente de la infección inicial en China fue algún animal, el virus solo se está propagando entre las personas, especialmente al inhalar las gotitas presentes en el aire cuando una persona tose, estornuda o exhala.
Por su parte, Marga Hugas -científica jefa de la EFSA- afirmó: “Las experiencias de anteriores brotes de coronavirus afines, como el coronavirus causante del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV) o el coronavirus promotor del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), indican que no se produjo transmisión a través del consumo de alimentos. Actualmente no hay pruebas que sugieran que este coronavirus sea diferente en ese sentido”.
En relación con la seguridad de los alimentos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado recomendaciones para la prevención, que también incluyen asesoramiento sobre el mantenimiento de buenas prácticas higiénicas durante la preparación y la manipulación de los alimentos, como lavarse las manos, cocinar bien la carne y evitar la posible contaminación cruzada entre alimentos cocinados y no cocinados. En relación a este tema, el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos (BfR) expresó que “aunque la transmisión del virus a través de alimentos contaminados o productos importados es poco probable, se deben extremar las reglas generales de higiene diaria, como el lavado regular de manos y las normas para preparar alimentos. Dado que los virus son sensibles al calor, el riesgo de infección puede reducirse aún más calentando los alimentos”. A su vez, aclaró que “los virus corona conocidos anteriormente como SARS y MERS son insensibles al frío y pueden permanecer infecciosos en estado congelado hasta por 2 años a menos 20 grados centígrados, pero hasta ahora no hay indicios de cadenas de infección por SARS-CoV-2 sobre el consumo de alimentos, incluidos los alimentos congelados”.
Refiriéndose particularmente a la industria alimentaria, Graciela Perelli -especializada en Gestión Integral de Calidad e Inocuidad Alimentaria- coincidió también en que el virus no se transmite por los alimentos y que, como en todos los casos, lo que se debe hacer es extremar las medidas preventivas. “En las plantas lo que se está haciendo es tratar de minimizar el contacto entre las personas, profundizar la higiene personal, suspender todas las visitas, el ingreso de proveedores, y bajar la dotación al mínimo posible para seguir trabajando”.
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