URUGUAY INTENTA RECUPERAR LOS NEGOCIOS DE LA CARNE CON MÉXICO
A pesar de los esfuerzos y concesiones realizados para su reapertura, el mercado azteca no alcanza a representar el 1% del total de exportaciones del sector cárnico uruguayo y su recuperación se ha transformado en el principal objetivo del Instituto Nacional de Carnes (INAC).
En un documento recientemente divulgado por el organismo paraestatal, en el que se resumen las conclusiones de las Terceras Jornadas de Análisis y Planificación Estratégica que se realizaron el 8 y 9 de mayo pasados en San Pedro de Timote (Florida), se advierte que México "ha sido un mercado por el que el país trabajó mucho, se realizó una gran inversión y aún representa menos del 1% del volumen exportado en este año". Incluso se está colocando menos carne que en Venezuela, que representa el 5,5% del total exportado.
Esta realidad fue la que decidió a INAC a trazarse como objetivo primordial la recuperación de este mercado, que conoce la carne bovina uruguaya y la busca. El camino elegido fue la promoción de acciones conjuntas con la Embajada uruguaya en el país azteca y con la Cámara de Comercio México-Uruguay e importadores mexicanos, "de modo de posicionar mejor la carne uruguaya, por ejemplo a través de la promoción de la marca país".
Precio. En cuanto a las razones para que la carne uruguaya no marque mayor presencia en el mercado mexicano, el precio aparece como una de las primeras explicaciones cuando se consulta a fuentes de la industria. A partir de ese factor, surgen dos opiniones que, básicamente, son sostenidas por la industria y por el oficialismo.
Una apunta a que el sector industrial utiliza la paleta de oportunidades que ofrecen los más de 100 mercados abiertos por Uruguay (según INAC) para posicionarse alternadamente en cada uno de ellos, de acuerdo con el mejor postor.
Esta actitud, que desde INAC se admite como válida y que responde a una lógica comercial, es cuestionada por su cortoplacismo que conduce al descuido de mercados que resultan estratégicos para el país, a pesar de que los márgenes de precio puedan variar.
Fuentes de la industria, en cambio, plantean que el hecho de que Uruguay no entre a México por razones de precio es, en realidad, una buena noticia que confirma que la estrategia de revalorización de las carnes uruguayas en el exterior está dando resultado y que hay algunos mercados que ya no pueden pagar el producto uruguayo como el commodity que era y que quiere dejar de ser.
Sin embargo, la industria continúa sosteniendo económicamente a una delegación de técnicos mexicanos en forma permanente en Uruguay, concesión que no se le hizo a ningún otro país, a pesar de los magros resultados que se están obteniendo en ese mercado.
Recuperación. En su visión desde México, el embajador de Uruguay, José Korzeniak, sostiene que el precio como razón fundamental para el descenso de las colocaciones de carne en ese país es un argumento válido para 2008.
Sin embargo, a su juicio, en 2009 la realidad indica que Uruguay debe apostar a una reconquista del mercado mexicano perdido, fundamentalmente, a manos de los proveedores de Estados Unidos, quienes, por otra parte, son abastecedores naturales del consumidor mexicano por razones geográficas y políticas.
Ni siquiera el fuerte lobby de los ganaderos aztecas estaría siendo un freno en este momento -sostiene Korzeniak- como consecuencia del insignificante volumen que coloca Uruguay en ese mercado.
Pese a todo, el diplomático entiende que México es una plaza que vale todo el esfuerzo que se pueda hacer desde Uruguay, ya que, en materia de carnes vacunas, el 40% de lo que consume es importado.
ESPERA. En otro orden, Korzeniak confirmó que aún resta una respuesta de las autoridades sanitarias uruguayas a un cuestionario enviado por sus pares mexicanos para obtener la autorización de ingreso de carne ovina con hueso -así se especificó- a ese mercado.
La Dirección General de Servicios Ganaderos, dependiente del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, continúa trabajando en el nuevo documento que contestará el pedido de ampliación de información, solicitado por la Secretaría de Agricultura, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Korzeniak estimó que los últimos acontecimientos sanitarios en México, podrían generar alguna demora en la decisión de aceptar la carne ovina.
Se colocaron 579.600 toneladas vendidas por cuatro empresas
En lo que va del año se llevan exportados a México un total de 23 contenedores con cortes de carne bovina, desosada y madurada (el último embarque fue el 13 de mayo).
Según precisó a El País el jefe del equipo de inspectores sanitarios aztecas que audita la exportación desde Uruguay, Jorge Jiménez, los envíos ascienden a 579.600 toneladas.
La mayoría de los contenedores contienen pulpas, como es el caso de nalgas (nalga de adentro y nalga de afuera) y bola de lomo. También se incluyeron en los embarques otros productos como bife ancho, bife angosto, asado sin hueso, colita de cuadril y bola de lomo limpia.
La cadena cárnica uruguaya tiene 22 plantas frigoríficas habilitadas para exportar al mercado mexicano y cuatro depósitos de frío, pero hasta el momento, según la información proporcionada por el jerarca, sólo están activas en la exportación cuatro empresas.
Como promedio se embarca un contenedor por semana y en algunos casos 2 contenedores, según el ritmo de colocaciones registrado a lo largo de las últimas 6 semanas.
Por otra parte, Uruguay es el único país que está habilitado para entrar en México con cortes bovinos producidos bajo el rito Kosher.