Tromba, tres generaciones priorizando al cliente
Desde hace más de 70 años la empresa familiar argentina se dedica a la fabricación de bombas centrífugas y sistemas de bombeo.
Por: Paola Papaleo, Editora General de Contenidos Revista AmeriCarne Digital
Fotos: Tromba
Como muchas Pymes argentinas, Tromba inició su historia con el empuje de tres hermanos italianos que al llegar al país instalaron un pequeño taller de bobinado de motores domiciliarios. Creada en 1947, fue creciendo en sus instalaciones ubicadas en la localidad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, hasta llegar a tener fundición propia y fabricación de motores. Para conocer más sobre su historia presente, AmeriCarne dialogó con Andrés Masello, quien está a cargo del Área Comercial, y es nieto de Carmelo, uno de los fundadores.
AmeriCarne (AC): ¿Cómo fueron adaptando sus sistemas de fabricación y procesos a los nuevos tiempos?
AM: La empresa se fue adaptando a los cambios en el tiempo. Esa experiencia del taller los ayudó para el trabajo actual en el que ya no fabricamos los motores ni se realiza la fundición sino que mecanizan las piezas.
Actualmente no se fabrican más bombas domiciliarias sino que se cambió a las bombas industriales para servicios pesados, más robustos. Las formas de producción también cambiaron. La empresa cuenta con tres centros de control numérico, balanceadoras para impulsores, todo de última generación, para quedar competitivos y ser más eficientes en fabricación y costos.
AC: ¿Cuál es la principal característica que mantienen sus equipos?
AM: Son equipos robustos para la industria y reparables, la bomba es un producto muy noble que tiene reparación. También proveemos repuestos y focalizamos en el servicio post venta y en la fidelización del cliente.
AC: ¿Qué equipos tienen para el sector cárnico?
AM: Tenemos una línea muy amplia para esta industria. Lo más destacado son las bombas para efluentes, las bombas autocebantes que se utilizan para el bombeo de líquidos con sólidos en suspensión, tratamiento de aguas y efluentes, la línea de líquidos limpios, bombeos de químicos o de hidrocarburos, equipos para servicios de incendio.
Somos representantes exclusivos en Argentina de la firma alemana Edur que tienen productos de última generación para bombas de acople magnético, bombeo de amoníaco y equipos peligrosos, además de equipos para tratamientos de aire disuelto.
AC: ¿Cómo incorporan la sostenibilidad?
AM: Para la eficiencia energética ofrecemos los motores IE3 de alta eficiencia que se destacan por su construcción y diseño. También trabajamos en el control del modelo antes de fundición para garantizar un producto confiable y eficiente.
Además, tenemos un Banco de Ensayo propio en el que podemos hacer controles internos de los equipos y los clientes también pueden hacer sus pruebas en el caso de fallas o para corroborar el rendimiento del mismo.
AC: ¿Qué les piden sus clientes?
AM: Hay mucha demanda para el tratamiento de efluentes. Los ayudamos desde el inicio del proyecto, con el tipo de líquido o sólido, para que tenga la menor posibilidad de falla al instalarse. Incluso realizamos visitas a planta y tenemos la posibilidad de fundir los equipos en diferentes materiales.
AC: La industria cárnica, ¿es un sector flexible a la incorporación de nuevas tecnologías?
AM: Si, totalmente. Incluso más con las exigencias que tienen para la exportación de tener que adaptarse a los estándares internacionales. En estos últimos años han logrado un nivel de mejora en los equipos y procesos, para lo cual las bombas no son ajenas a ello. Al tener un contacto directo con el cliente es mucho más sencillo ayudarlo y recomendarle el equipo adecuado.
AC: Son una empresa que desde sus inicios siempre está innovando…
AM: Hoy en día no te podés quedar quieto. Estamos permanentemente pensando en cosas nuevas, materiales, equipos. Lo llevamos en el ADN. El respaldo que tenemos de Edur, que está en constante evolución, nos ayuda mucho a pensar en eso. Hay que adaptarse día a día para no quedar atrás. Estamos instalando un programa de producción nuevo que nos va a permitir acomodar mucho más el stock, la producción, el mecanizado.
Tratamos de innovar siempre. Tenemos certificación ISO 90001 que la logramos en el año 2001, en plena revolución del país. También somos proveedores homologados de YPF, lo que nos obliga a estar siempre ordenados y buscando la excelencia.
AC: ¿Cuál es la receta para mantenerse vigentes por más de 70 años?
AM: El secreto es adaptarse continuamente, buscar la innovación, qué es lo que quiere el cliente. Creo que es fundamental la escucha al cliente y adaptarse a esas necesidades. Cuidarlo en todo el proceso, desde la compra hasta la post venta. Eso es algo que lo valoran.
AC: ¿Qué se viene para Tromba en los próximos años?
AM: El programa de producción va a ser un cambio radical en la forma de trabajo porque integra a todas las áreas de la empresa desde ventas, producción, despacho. También instalamos un CRM que nos ayuda con la interacción con los clientes, podemos tener toda la información a mano desde cualquier lugar donde nos encontremos.
Además, seguiremos uniendo lazos con la gente de EDUR, nuestro socio comercial. Veremos cómo se desarrolla el país para seguir adaptándonos y buscando lo mejor para el cliente.
AC: ¿Cuál es el legado que se mantiene?
AM: La cabeza de la empresa es la segunda generación con tres directores, entre los cuales se encuentra mi padre José. La tercera generación estamos en la parte comercial, de recursos humanos y contable.
Mi abuelo Carmelo Masello era presidente y repartía bombas en una camioneta. Hacía mucho hincapié en el cuidado del cliente, escucharlo y saber qué es lo que necesita. También nos enfocamos en cuidar al cliente interno que es la clave de la producción.