LOS CERDOS PIDEN PISTA
Caras distintas se vieron en FERICERDO 2005. Y muchas más, si se tiene en cuenta que los alrededor de 4000 asistentes duplicaron y algo más la cifra de anteriores encuentros. Si en la última edición dos años atrás no se avizoraba un futuro claro para la subsistencia del sector con una progresiva desaparición de establecimientos a partir de comienzos de la década del 90, los últimos dos años marcaron un repunte de algunos indicadores relacionados a la rentabilidad en la productividad que mucho tienen que ver con bajos precios de insumos –en especial el maíz- y eficiencia en el producto. “Pídame cambio chico que tengo, porque los cerdos todavía no dan tanto”, apuntó en boletería un asistente a las disertaciones, todo un resumen del espíritu expectante del productor. “La vida siempre nos da otra oportunidad”, acentuó el Ing. Juan Luis Uccelli, Presidente de la Asociación Argentina de Productores de Porcinos, quien tuvo oportunidad de mantener un diálogo y debate con sus pares en el Auditorio del INTA Marcos Juárez, donde se desarrollaron las charlas técnicas de FERICERDO 2005.“La Argentina es un país potencialmente jugador para abastecer una demanda en crecimiento, inclusive en los pronósticos más pesimistas”, apunta Uccelli. Según su información, en 60 años el stock porcino descendió de 9 millones de cabezas a 1.700.000 pero a la vez en 1944 se faenaron aproximadamente 2.500.000 y se estima una cifra similar para este año. Insistió en que la década del 90 y los primeros años de ésta fueron “catastróficos” para el sector, desde la apertura generalizada de las importaciones y la distorsión en la fijación de precio del cerdo en pie.Analizando el mercado internacional, apunta el funcionario que el consumo actual de más de 90 millones de toneladas continúa manteniendo por varios cuerpos el liderazgo entre el consumo de carnes, existiendo un fuerte aumento de la demanda. Si bien existe un breve aumento de la producción en EEUU y más pronunciadamente en Brasil y Chile así como en los nuevos miembros de la UE, tal vez esa demanda no llegue a completarse y mantenga los precios altos. “La nueva situación sanitaria de nuestro país nos permite lanzarnos a la exportación. Se han comenzado trabajos para la apertura de mercados a la carne porcina nacional y en el armado de un consorcio en ese sentido”, afirma agregando que la potencialidad es muy alta. Considera también Uccelli que las posibilidades de crecimiento del sector productivo se darán en la medida que exista un aumento de la participación como proveedores de la industria chacinadora, más abastecida ante el aumento de la faena y la disminución de la importación, una mayor participación en el consumo de carnes frescas y la apuntada búsqueda de mercados internacionales para la carne fresca y los productos elaborados.