Herramientas para convertirse en una Empresa Alimentaria Eficiente
Implementar un Modelo de Gestión Eficiente implica hacerlo parte de la cultura de la empresa para lograr beneficios a largo plazo económicos, productivos, medioambientales y de reducción de tiempos que no solo afectan positivamente a la organización sino también a proveedores y clientes.
Por: Esther Vázquez- Soluciones de Gestión para la Empresa Alimentaria (España)
Fotos: Banco de Imágenes
En los últimos tiempos se escucha mucho hablar del término EFICIENCIA. Siendo un concepto básico de economía que podemos aplicar en cualquier ámbito de la vida, tanto en la economía de un país, de una empresa como de un hogar, no ha sido hasta hace bien poco que ha tomado verdadero significado para el ser humano.
Pero, ¿qué ha pasado para que el término de EFICIENCIA cobre tanto valor en la actualidad? Podría venir motivado por factores que son más importantes que los meramente económicos: por factores de supervivencia para la vida humana. Desde hace años nuestro planeta Tierra nos está diciendo que hemos malgastado sus recursos o bien los hemos contaminado. Pareciera que no logramos entender que sin esos recursos no es posible la vida humana ni el estilo de vida en que nos hemos asentado.
Esta falta de entendimiento por parte del ser humano pudiera explicar por qué el término EFICIENCIA no ha calado en nuestra sociedad.
“Apostar por la EFICIENCIA EMPRESARIAL puede impactar en la satisfacción de la demanda”
En este artículo vamos a abordar el término de EFICIENCIA aplicado a la empresa alimentaria. Veremos cómo el apostar por la EFICIENCIA EMPRESARIAL puede impactar en la satisfacción de la demanda.
A la hora de llevar a cabo una tarea, es tan importante que esa tarea se haga con Eficacia como que se haga con Eficiencia. Ambos términos son centrales desde el punto de vista económico de una empresa, pero es cierto que en la mayoría se preocupan por la eficacia y no tanto por la EFICIENCIA.
Vamos a explicar brevemente la diferencia entre estos dos importantes términos con un ejemplo:
Imaginemos una empresa alimentaria a la que le llega una orden de producción para fabricar 50.000 unidades en una semana. En un primer escenario esa empresa consume 5 días en esa producción y al final del 5º es capaz de entregar las 50.000 unidades. En un segundo escenario esa empresa consigue entregar las 50.000 unidades en 4,5 días a costa de pasar por alto ciertas medidas de seguridad alimentaria. Y en un tercer escenario la empresa consigue entregar las 50.000 unidades en 4 días.
“Una empresa madura debería apostar por la Eficiencia claramente, y si es desde el principio, mejor”
En el primer escenario la empresa ha sido eficaz ya que el resultado final es el deseado, es decir, entregar 50.000 unidades en tiempo, pero ha sido menos eficiente que la del tercer escenario ya que le ha llevado un día más acabar la producción.
En el segundo escenario la empresa no ha sido eficaz porque, aunque ha entregado las 50.000 unidades en tiempo éstas no se han producido con todas las medidas necesarias como para decir que el resultado final es el deseado. El no entregar un producto seguro al mercado debería ser motivo de salida del mismo sin importar que, aparentemente, haya podido ser más eficiente que la anterior.
En el tercer escenario la empresa ha sido eficaz y a la vez ha sido la más eficiente ya que ha conseguido entregar 50.000 unidades cumpliendo los criterios de seguridad alimentaria y además lo ha hecho disminuyendo recursos de tiempo, mano de obra y uso maquinaria.
Dicho lo anterior, se deduce que para una industria que necesita incrementar su producción pero que no se puede permitir incrementar los gastos fijos, es decir, ni la mano de obra, ni el número de horas laborales ni la maquinaria, la única salida que le queda es implantar un MODELO DE GESTIÓN EFICIENTE.
¿Cuáles son las consecuencias inmediatas para la empresa si decide apostar por la EFICIENCIA EMPRESARIAL?
Las consecuencias son de diversa índole:
a) Económica: se produce un impacto positivo en el resultado de explotación ya que se ve incrementado. En términos generales, esto significa que la empresa tiene un mayor margen de beneficio empresarial y, por lo tanto, un mayor margen de beneficio por cada unidad de venta.
b) Productiva: la empresa ve incrementada su capacidad productiva con lo cual el departamento comercial puede recoger más pedidos.
c) Velocidad: la empresa mejora los tiempos de entrega. Siguiendo con el ejemplo anterior, lo que antes producía en 5 días ahora puede hacerlo en 4 días, con lo cual podrá adelantar trabajo.
d) Medioambiental: muchas veces cuando hablamos de optimizar o mejorar procesos estamos hablando de hacerlos más eficientes. Si al mejorar un proceso conseguimos gastar menos electricidad, menos agua, contaminar menos o incluso consumir menos materia prima, lo que hacemos es obtener el resultado esperado, pero consumiendo menos recursos. Por lo tanto, ser eficiente tiene un impacto positivo en relación al medioambiente.
e) Atención al cliente: de manera inherente a la implantación de un sistema de gestión eficiente estamos implantando medidas encaminadas a hacer las cosas bien y a la primera, es decir, a evitar errores. Todos conocemos que los errores pueden venir derivados de las prisas, de la falta de formación, de la desmotivación del personal, de una mala selección de proveedores, etc. Muchos de estos errores se traducen en una mala atención al cliente. Cuando estamos implantando un modelo de gestión eficiente estamos velando por la satisfacción del cliente.
f) Mercado: la empresa adquiere mayor capacidad productiva, por lo que puede atender una mayor demanda.
¿Cuáles son los beneficios de la EFICIENCIA para el cliente y para el consumidor final?
Una empresa eficiente que consigue incrementar el margen de cada unidad producida puede permitirse bajar el precio de sus productos y aun así seguir siendo rentable y viable. Por tanto, va a ser más competitiva en el mercado.
Una empresa eficiente consigue aprovechar mejor los recursos naturales, es decir, adquirir un mayor compromiso con el medioambiente. Este atributo es muy apreciado por el consumidor final. Por tanto, va a ser más competitiva en el mercado
Una empresa eficiente consigue acortar los plazos de entrega a sus clientes. Por tanto, va a ser más competitiva en el mercado
En resumen, la empresa va a competir mejor porque puede satisfacer las exigencias de clientes y consumidores.
Hasta aquí, podríamos deducir que apostar por una Gestión Eficiente Empresarial es un must para todas las empresas y además el planeta lo agradecería.
¿Cómo conseguir esa Eficiencia Empresarial que nos hará competitivos y viables como empresa?
Existe la idea de que implantando herramientas de Productividad ya conseguimos ser Eficientes de manera automática. Pues bien, aunque son conceptos que suelen emplearse indistintamente, existe una diferencia sustancial.
Veamos unos ejemplos:
Imaginemos una empresa que vende mucho. Es capaz de satisfacer toda la demanda que le llega pero, a la vez, tiene un beneficio muy pequeño. En este caso se podría decir que esta empresa es Productiva pero no es Eficiente.
Imaginemos una empresa que automatiza todos los procesos con la idea principal de poder producir más. Al igual que en el caso anterior, esta empresa puede llegar a ser muy productiva pero poco eficiente.
En lo ejemplos anteriores el foco está puesto en el número de unidades que soy capaz de producir en un determinado período de tiempo sin tener en cuenta necesariamente los productos defectuosos, las devoluciones, los tiempos de arranque y mantenimiento de máquinas y equipos, sin tener en cuenta la ralentización que se produce en el uso de ciertos equipos por parte del humano, sin tener en cuenta inversiones de tiempo en tareas que no aportan valor, ni que podemos estar soportando unos costes fijos más altos de lo necesario, entre otros aspectos. Son los típicos casos de empresas en las que hay buenos ingresos, pero en las que también hay unos altos costes.
Entonces ¿Productividad, Eficacia o Eficiencia?
Es posible que en determinados momentos de la empresa se pueda tener que priorizar un concepto sobre el otro por los motivos que sea. Sin embargo, una empresa madura debería apostar por la Eficiencia claramente, y si es desde el principio, mejor.
¿Qué hago para convertir mi empresa alimentaria en una Empresa Eficiente?
Buscar la Eficiencia en una empresa no es una tarea puntual en el tiempo ni restringida a una tarea, sino que más bien debería hablarse de desarrollar una cultura entorno a la Eficiencia.
Para empezar esta cultura hacia la Eficiencia empresarial debemos tener en mente ciertas premisas:
- Para ser Eficiente debemos ver la empresa como un todo.
- La Eficiencia debe priorizarse en aquellos procesos que consumen más tiempo, más mano de obra o más materia prima; y en aquellos que suponen un alto coste a la empresa independientemente del tiempo, mano de obra y materia prima.
- Disminuir el número de unidades defectuosas y / o las devoluciones.
- Planificar de manera coordinada el área de Operaciones de la empresa, es decir: compras, producción, calidad, almacén y logística.
¿Cómo lo hago?
La singularidad de los procesos alimentarios, la cantidad de regulación a la que está sujeto este sector junto con la complejidad de la operativa interna de la cadena alimentaria, hacen que resulte fundamental apoyarse en profesionales que conozcan el sector alimentario.
Por otro lado, en el mercado existen herramientas de Gestión de Proyectos que son muy útiles para alcanzar la Eficiencia Empresarial como lo son Lean, Six Sigma, Kanban o Scrum.
Y por último, y no menos importante, es necesario conocer las bases de Gestión y Administración de Empresas Alimentarias.
Más información:
www.esthervazquezcarracedo.com