GESTI{ON DEL IMPACTO AMBIENTAL

GESTI{ON DEL IMPACTO AMBIENTAL
Como bien hemos podido experimentar, el clima del planeta está cambiando.Aunque (por ahora) parece que los principales culpables son los famosos gases invernadero (CO2, CFC, etc.), la producción intensiva de alimentos ha sido también identificada como un serio riesgo para la gestión.Fertilizantes artificiales, GMO y sus correspondientes pesticidas ya son los principales sospechosos ¿pero qué sucede con los otros aspectos de la producción de alimentos y su impacto en el medio ambiente? Los cultivos intensivos y la producción lechera se cobran su precio en calidad y seguridad del agua. La producción intensiva de carne, el ganado, las aves de corral y los cerdos también suponen una seria amenaza al medio ambiente por la producción y concentración masivas de materia fecal, que, rica en nitrógenos como es, contribuye aún más a hacer peligrar el frágil ecosistema de la Pampa y sus recursos hídricos.INCOMPATIBILIDAD¿Qué sucede cuando hay dos industrias incompatibles (por ejemplo la actividad minera y la producción orgánica prosperando en el mismo área) ¿Qué planes de contingencia existen para asegurar que los accidentes de una de ellas no afecten negativamente a la otra?. Una encuesta realizada en abril de 2002 trató de determinar la actividad industrial en cada provincia de la República Argentina. Algunos de los problemas encontrados fueron los siguientes:
  • En todas las provincias, la agricultura era la actividad más importante, acompañada muy a menudo por otra actividad industrial como minería, petróleo, fabricación de automóviles, plástico, curtiembres, etc.
  • No es claro si la legislación federal o provincial toma medidas específicas para salvaguardar las necesidades especiales de la producción de alimentos, como también la seguridad del agua y el suelo, en caso de que hubiera otras actividades industriales ‘no-compatibles’ en las proximidades de las áreas de producción de alimentos.
  • Tampoco es claro si los productores de alimentos y los representantes de otras industrias se han reunido alguna vez para analizar sus diferentes necesidades y desarrollar estrategias para contener las situaciones potencialmente perjudiciales que pudieran surgir de cualquiera de las actividades.
Por otra parte, debido a las preocupaciones de los consumidores, muchos productores ya han comenzado a modificar sus comportamientos y han mejorado sus métodos de producción. De hecho, como la WTO acepta que los programas de gestión ambiental no distorsionan el comercio per se, ha incluido dichos programas en la famosa caja verde, donde no se aplican tarifas punitivas. MEJORAS CERTIFICABLESComo resultado, muchos de los cambios de la Política Agrícola Común Europea están vinculados a rendimientos y mejoras certificables. Los agricultores de la UE ahora reciben compensaciones y no subsidios por cumplir con las políticas oficiales sobre gestión ambiental, un hecho que pronto será bien utilizado como argumento para proteger al mercado interno de la competencia desleal de países donde no hay controles ni costos agregados para el productor de alimentos.También en los Estados Unidos la gestión ambiental ocupa el lugar principal en la agenda de negocios, junto con el bienestar animal, y la propia industria es la primera en ocuparse desarrollando e implementando programas de gestión ambiental, y para hacerlos comerciales, también ofrece precios para las compañías de mejor desempeño. Estas gestiones ambientales y toda la atención pública puesta en el tema, asegurarán que la exportación al mercado estadounidense requiera una política clara y certificable en esta área. Ahora que se ha firmado, ratificado y puesto en marcha el acuerdo de Kyoto, con prescindencia de sus debilidades y limitaciones percibidas, y como los cambios climáticos son un hecho, con prescindencia de que hayan sido inducidos por actividades humanas o no, se ejercerá presión en las industrias para que mejoren sus comportamientos y no transfieran al público en general el costo de su ineficiencia o desidia para mejorar la producción.* Hanne Martine Stabursvik, es Cirujana Veterinaria noruega. Miembro del Royal College of Veterinary Surgeons, Reino Unido. Se especializa en controles veterinarios a productos importados de origen animal en la UE. Actualmente vive y trabaja en Argentina. Enseña Bienestar Animal en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad del Salvador. Trabaja con especialistas en el tema de todo el mundo. Es miembro de Red Alimentaria.

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