ENTREVISTA A ROBERTO DOMENECH: “SOSTENER LOS VOLUMENES DE PRODUCCION ES ESTAR DE PIE PARA RESPONDER

ENTREVISTA A ROBERTO DOMENECH: “SOSTENER LOS VOLUMENES DE PRODUCCION ES ESTAR DE PIE PARA RESPONDER

Por Roberto Díaz*

- ¿Cómo han quedado afectados los objetivos que se tenían pensados para el 2010 luego de la crisis?
- Hubo que adecuarse. Nosotros estamos teniendo un crecimiento en el primer semestre del 5% contra el primer semestre de 2008. Pero ese crecimiento lo estamos pagando con precio, una rentabilidad casi neutra, y con dificultades financieras creadas por el ONCCA a partir del acuerdo de precios y compensaciones que tenemos para el mercado interno.
 El 5% de este semestre marca dos cosas: el ingreso de reproductoras nos estaba convalidando para este año un crecimiento de entre 8-9%. La crisis, al tomarnos a contrapié, las empresas hicieron un “ajuste técnico”, porque fueron sacando los animales que ya estaban terminando el ciclo o que ya estaban preparados para hacer un segundo ciclo corto. Fue parte de la decisión que tomó el sector de no sacrificar animales ni reducir las reposiciones para el resto de 2009 y 2010. Esto se decidió pensando que íbamos a poder atravesar la crisis administrando seis meses el mercado interno y el mercado internacional. Lo hemos pasado con un crecimiento menor de lo previsto, pero el 2010 no lo tenemos alterado para nada, y ya con los ingresos de aves que se produzcan en el mes de agosto, tendremos cubierto todo el año que viene.
De todas maneras, la última información que hay nos está dando un 3% más de gallinas alojadas, lo cual nos da la posibilidad de repetir la performance como producción de 2009. Eso sí, si eventualmente tuviéramos un despegue en este segundo semestre del año, sin ninguna duda vamos a estar manejando algunos animales de segundo ciclo para recuperar la producción. La ventaja que nos da decidir sostener los volúmenes de producción, es estar de pié para responder a cualquier demanda; no nos podemos dar el lujo de correr el riesgo de que se reactivará la demanda y nosotros decir que hay que esperar 5 meses para satisfacerla, porque ahí perderíamos contra Brasil y tal vez contra Chile, que de todos modos privilegia los TLC.
- En ese caso ¿cuáles son las previsiones para 2010?
Creo que para el 2010 va a haber una recuperación de mercados, sólo debemos mantener competitivos nuestros costos y tener la suerte de que avance al menos la negociación internacional con la Unión Europea. Al mercado interno ya no le podemos pedir mucho más: 2009 va a terminar con 33kg per cápita.
Con los que estamos trabajando mucho, recaudando información, proveyendo la que nosotros tenemos, es con los distintos sectores vinculados con la carne bovina. Es un tema que no nos preocupa, pero sí nos ocupa. Queremos conocer la realidad final de la posible crisis de oferta de carne bovina para el mercado interno. Es un asunto no menor para nosotros y para los sectores de la carne bovina. Nosotros podemos ayudar al mercado interno, pero no queremos comprometer nuestro proyecto de abastecer a nuestro país y a los mercados internacionales.
Para no comprometerlo, necesitamos saber, ciertamente, qué sabe el sector de la industria bovina porque es fundamental para nuestro proyecto que Argentina siga siendo un jugador importante de carne bovina a nivel mundial.
- Y también está la carne porcina, a pesar de sus últimos problemas…
- Es cierto. A pesar de que viene estructurándose muy bien, lamentablemente va a haber que esperar un poco. Nosotros pudimos dar una batalla muy fuerte cuando se instaló en el mundo el problema de la influenza aviar, y hacerle saber a la gente que el problema no estaba en el país y que la enfermedad no ingresaba por el aparto digestivo. Así y todo, sufrimos cuatro meses de una manera muy dura. De todos modos, a diferencia de la industria porcina, nosotros teníamos una masa crítica de producción y consumo muy importante. Creo que esto les llevará una recuperación de algo más de 4 meses: ellos venían con un consumo per cápita de 7-8 kg y al parecer no se ha resentido tanto el consumo de embutidos.
Más allá de esto, no hay mal que por bien no venga. Esto ha hecho que la carne porcina esté a un precio muy accesible para el público. Y ya sabemos cómo funcionan estas cosas: las personas reconocen el precio, se dan cuenta que a nadie le pasó nada por comer carne de cerdo, y luego se quedan con el hábito del consumo. Esperemos que no los vuelvan a espantar con el precio. Hay que entender que no se puede recuperar de golpe todo lo que no se ganó.
- Alguna vez usted señaló que “hay que democratizar la información”…
 - CEPA tiene un modo de trabajo, y yo todo el tiempo lo marco como tendencia, que cree que lo peor que le puede pasar a un sector es que todos los eslabones de la cadena productiva no conozcan qué es lo que está pasando: o por ocultismo, o porque hay uno que cuenta con más información que otro y cree que puede tomar alguna ventaja estratégica.
Yo estoy en la presidencia de la Cámara desde hace 14 años, y puedo asegurar que hace muchos años que nos manejamos en estado de asamblea: somos pocos y eso lo permite. Entonces la mesa chica de la Comisión Directiva toma decisiones que tienen que ver con otros temas que son de gestión y muy puntuales. En términos generales, nos reunimos una vez a la semana, una vez al mes, y como mucho cada dos meses, y la participación y convocatoria de todos los socios es continua y se hacen con temario abierto. También, hay un ofrecimiento permanente de la información que dice cómo nos movemos estratégicamente, y cómo comercializamos. Luego, cada socio o proveedor la toma positiva o negativamente.
Durante muchos años, CEPA recibió golpes muy duros porque decíamos que nos iba bien. Y cuando conseguíamos que nos resolvieran rápido un problema los demás decían “que estará haciendo esta gente para conseguir este tipo de cosas”. En realidad, lo único que hacemos –ya que este negocio es muy dinámico –es no perder tiempo hablando entre nosotros y tratar de identificar de qué índole es el problema (sectorial, interno, externo, de articulación con las autoridades) y con que persona hay que hablar para tratar de resolverlo. Todo esto, nunca queda entre tres o cuatro personas; en general todos lo saben.
En ese sentido, podemos decir que hay una suerte de contagio en la comunicación de las cosas. Por ejemplo: hay cuatro empresas que representan el 40% de la producción, que tienen su boletín interno que llega a todos: empleados e integrados. Esta es una producción en el que el “Justo a Tiempo” y la responsabilidad, está instalada en cada uno de los puntos.
 
* Periodista de Red Alimentaria.

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