EL CAMPO ARGENTINO ENDURECE POSTURA, SIGUE EL PARO
La mandataria respondió que se trata de una protesta "de la abundancia", al asegurar que el campo es uno de los sectores más rentables del país, y que sus dirigentes "hoy amenazan no al Gobierno, sino a la sociedad con el desabastecimiento de comida". No hubo ninguna señal de intento de diálogo.
"No me voy a someter a ninguna extorsión. Yo puedo entender los intereses del sector, pero quiero que sepan que soy presidenta de todos los argentinos", dijo Fernández en un acto en la Casa Rosada.
"Voy a seguir representando los intereses de todos los argentinos, de los que me votaron y de los que no me votaron también. Ese es mi deber (...) y lo pienso ejercer con todos los instrumentos que la ley, la Constitución y el voto popular me han concedido", agregó.
Las declaraciones de la mandataria fueron rechazadas rotundamente por el sector rural y produjeron un endurecimiento de las medidas de fuerza, al tiempo que en algunos puntos de la ciudad de Buenos Aires ciudadanos autoconvocados salieron a respaldar al campo haciendo sonar bocinas y cacerolas.
La huelga, que paralizó la venta de granos y carnes, cumplía su decimotercer día con momentos de tensión en decenas de carreteras del país, donde los productores agrarios instalaron barricadas para impedir la circulación de camiones.
"No estamos discutiendo las retenciones sino un modelo de país", dijo el ministro de Economía, Martín Lousteau, en declaraciones radiales.
"No hay plan "B". Hay una política para aprovechar la coyuntura que se nos da y mejorar la producción de la Argentina", agregó.
La protesta también está provocando desabastecimiento de leche y carnes en las cadenas minoristas en todo el país.
"Continúa el paro agropecuario (...) ante la falta de respuestas positivas del Gobierno nacional", dijeron las entidades en un comunicado leído en conferencia de prensa por Eduardo Buzzi, presidente de Federación Agraria Argentina.
"No se va claudicar, a capitular de ninguna manera. Es la voluntad que nos otorgan (...) miles y miles de productores, comerciantes, trabajadores y la agroindustria, que están diciendo, dijo luego Buzzi, ladeado por los líderes de las otras tres organizaciones en huelga.
Hasta el momento, la protesta paralizó la faena de carne, mientras que la mayoría de los exportadores de granos se quedó sin reservas y no puede operar.
"Actualmente la mayoría (de los exportadores) está fuera de operaciones. Porque nos hemos quedado sin stock (reservas). Ni de granos, ni aceites ni harinas", dijo a Reuters Alberto Rodríguez, director del Centro de Exportadores de Cereales.
La huelga presionaba al peso argentino a la baja ante la falta de dólares por la menor actividad exportadora.
TRANSITO Y ALIMENTOS
Uno de los más visibles efectos de la huelga es la complicación en el tránsito, dado que decenas de camiones se mantienen parados al costado de las carreteras.
Si bien los camioneros se mostraron en un principio solidarios con los manifestantes, luego comenzaron a presionar para pasar "sí o sí" y hasta en algunos puntos intentaron desmantelar con sus propias manos las barricadas.
Por la tarde, en muchos puntos, los huelguistas habían cedido para que pasen los camiones con más tiempo de demora.
Los productores dejan transitar a camiones siempre que no transporten productos agrarios, pero en algunos puntos el caos es tal que hasta autobuses con pasajeros son demorados.
"Los camioneros están reclamando que los dejen trabajar y a los tipos no los dejan trabajar porque han cortado las rutas. Y cuando liberan el paso, escucho graciosamente a un señor de la Federación Agraria que dice 'el que lleva comida no pasa'", dijo a Radio Mitre el jefe de gabinete, Alberto Fernández.
El funcionario apuntó así a lo que podría ser el talón de Aquiles de la protesta agraria, dado que la falta de carne y lácteos en algunos supermercados de Buenos Aires comenzaba a preocupar a la población.
La Liga de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios denunció que la escasez de productos se está agravando.
"Ha llegado información de las regionales de la Institución distribuidas en todo el país de que se está produciendo desabastecimiento de carne, lácteos y pan en muchos lugares de nuestro país", dijo la entidad en un comunicado.
"Los faltantes de los productos de primera necesidad tenderán a agravarse en los próximos días, hasta tanto no se solucionen los problemas de fondo que acarrean esta situación que perjudica a la población en general", dijo, por su parte, una federación que agrupa a pequeños comercios minoristas.
La discusión con los camioneros y el desabastecimiento desviaron el foco de atención sobre la causa inicial de la huelga, que era el alza decidida por el Gobierno en los impuestos a la exportación de soja, girasol y sus derivados.
Esos impuestos, creados en 2002 tras la devaluación del peso como una medida transitoria, son uno de los pilares de la estructura fiscal del Gobierno.
Con el fin de evitar alzas en los valores domésticos de los alimentos y de mejorar la recaudación, el Gobierno cree necesario que el Estado se quede con una parte de la renta extraordinaria que goza actualmente el sector rural por los precios récord de los granos en los mercados internacionales.
Fuente:Invertia - Por César Illiano