COLOMBIA: ESTUDIOS PARA MEJORAR LA CALIDAD DE LA CARNE
Mejorar la carne colombiana tendría una respuesta en sistemas silvopastoriles que la harían más tierna y jugosa para cumplir con los estándares internacionales de calidad.
¿Cómo puede ser? Un estudio de la Universidad Nacional sugiere que mientras se mejoran las praderas involucrando un arbusto rico en proteína con pasto tradicional, se ceba el ganado con una dieta aventajada en valor nutricional. Los resultados son promisorios.
Hace años que el gremio de ganaderos reconoció que era preciso intensificar la producción bovina y propuso aumentar el hato de 24 millones de cabezas de ganado que pastorean en 38 millones de hectáreas, a por lo menos 40 millones de cabezas para un suelo de solo 20 millones de hectáreas.
Es clave, por lo tanto, identificar maneras de aumentar la productividad de las praderas para que soporten un mayor número de animales.
Un reporte de ese centro docente revela que Rolando Barahona Rosales, docente de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UN en Medellín, tiene una solución a la mano: si se implementan 10 millones de hectáreas de Sistemas Silvopastotriles intensivos (SSpi) de similar productividad a los de la Leucaena, arbusto utilizado en sistemas agroforestales en el mundo, Colombia podría alimentar los 40 millones de cabezas que aspira tener.
Barahona es uno de los investigadores del proyecto Análisis comparativo de la producción de carne bovina en sistemas silvopastoriles y confinamiento , que se realiza en el Centro Agropecuario de Cotové, con una inversión de 1.200 millones de pesos, financiados en su mayoría por el Ministerio de Agricultura.
En él se comparan la efectividad de los dos sistemas intensivos de producción de carne (silvopastoriles y cebas en confinamiento), para demostrar sus ventajas e identificar características por mejorar. Los resultados son promisorios.
Los pastos
En los sistemas silvopastoriles, las gramíneas -o pastos tradicionales- se combinan con leguminosas como la Leucaena leucocephala, cuyo contenido de proteína en las hojas es cercano al 30 por ciento, superior al de un concentrado comercial que oscila entre 14 y 18. El uso de leguminosas es de gran importancia puesto que, entre otros beneficios, estas plantas fijan nitrógeno, con lo que se disminuye el uso de fertilizantes de síntesis química.
La ceba en confinamiento, por su parte, según un reporte informativo de la Nacional, es un sistema de producción que ha ganado popularidad, al permitirle al ganado permanecer en condiciones de comodidad y sombra, así como acceder fácilmente al alimento, constituido por especies forrajeras de alta productividad que además potencian la capacidad productiva del suelo. Se estima que su manejo adecuado permitiría sostener hasta 10 animales por hectárea.
La meta de los investigadores es establecer cuál de estos modelos se adapta mejor a las condiciones colombianas y combina de manera favorable el uso de los recursos naturales con la mitigación del impacto ambiental y la obtención de un producto con características nutricionales óptimas.
Ganancia día
En condiciones tradicionales, el promedio de ganancia de peso de un animal oscila entre 200 y 300 gramos día, y se alimenta menos de una cabeza por hectárea. Mediante el establecimiento de SSpi se han observado ganancias de peso de por lo menos 750 gramos por día, logrando alimentar al menos cuatro animales por hectárea/año. Así, mientras en un sistema tradicional se producen entre 60 y 80 kilogramos de peso vivo por ha/año, con los SSpi se logran al menos 1.095 kilos.
Con este estudio se potencian los recursos naturales, y mediante el ofrecimiento de una dieta mejor balanceada, se busca producir mejor carne en menor tiempo, aumentar el número de cabezas de ganado por hectárea y reducir las emisiones de metano y el uso de fertilizantes, lo que contribuye a la disminución de los efectos del calentamiento global.
"Mientras hoy se necesitan 42 meses para que un bovino alcance su peso de sacrificio (unos 420 kilos), con la aplicación de los SSPi este tiempo se reduciría a 21 meses. Una disminución que favorece la calidad de la carne y mejora la productividad de las praderas", dijo el profesor de la UN en Medellín.
Los sistemas silvopastoriles con Leucaena empiezan a ser productivos a los 4 meses y tienen una vida útil de hasta 20 años, con un manejo adecuado.
Fuente: ElColombiano.com