CHILE: SERAN SACRIFICADOS LOS 500.000 CERDOS
Los cerdos “van al sacrificio; no van a ningún criadero nuestro ni de ninguna otra empresa”, habló el domingo el gerente general de Agrosuper, José Guzmán, a medios locales, respondiendo a revelaciones acerca de que los cerdos serían transportados a otras plantas de la compañía.
Agrosuper abandonó a su estrella la semana pasada por tres días a los cerca de 500.000 cerdos de su planta faenadora de Freirina (800 km al norte de Santiago), alegando enmarañamientos de salvaguardia para sus trabajadores tras los violentos enfrentamientos que efectúaron vecinos con la policía, hastiados durante meses por los pésimos olores que emanan de la planta.
Ante la inminencia de unos aprietos higiénica -por la factible alta mortandad de cerdos- el Ministerio de Salud decretó una ‘alerta sanitaria’ que le otorgó facultades para ordenar el cierre inmediato de la misma.
Pero quedó pendiente resolver qué pasaría con los cerca de 500.000 cerdos. Su eventual traslado involucraría el uso de unos 50.000 camiones y, al mismo tiempo, no se disponía de un lugar con potencial para albergarlos.
“Estos cerdos que están en Freirina van a ir a plantas procesadoras de carne, van al matadero para ser sacrificados, no a criaderos donde pudieran generar un último enmarañamiento ambiental”, agregó el ejecutivo de Agrosuper.
El gobierno le había dado seis meses a Agrosuper para materializar un plan de traslado y manejo de los residuos que emanan de la planta y que han estimulado los pésimos olores.
Agrosuper es una de las empresas más descomunales de alimentos de Chile. En 2006, pescó la autorización ambiental para instalar su planta Freirina.
Para el manejo de sus residuos, la empresa colocó en práctica un sistema en base a microorganismos aptos de comerse las deposiciones de los cerdos. Pero enmarañamientos en el sistema de vientoación -que posibilitaban que los microorganismos se perfeccionaran- impidieron un buen trabajamiento, lo que excitó que se acumulara una gran cantidad de deposiciones y que se expandieran los pésimos olores.