Carnes Alternativas / CARNE DE CONEJO<br>CON MUY BUEN DESEMPEÑO
Dentro de la amplia gama de productos agroalimentarios argentinos de alto valor, la exportación de carne de conejo viene registrando un notable desempeño desde el año 2002.El valor de esas colocaciones exhibe una mejora del precio promedio de exportación, que se ubica en los 2,4 euros por kilogramo, de acuerdo con un informe específico elaborado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).La entidad precisó que, de cara a ese comportamiento comercial, se recupera una actividad que había mostrado interesantes valores de exportación hace una década, llegando a cerca de 400 mil dólares en 1993. CIFRAS CONTUNDENTESDe acuerdo a las últimas informaciones suministradas por el SENASA,los envíos ya superan en volumen y divisas a los consignados en todo el 2003. Mostrando un sostenido crecimiento, la certificación de exportaciones de carnes frescas de conejo, durante enero-agosto de 2004, sumaron 796 toneladas por un valor de 4.161.000 dólares, superando en volumen y en divisas los envíos de todo el 2003, donde alcanzaron las 379 toneladas por 1.664.000 dólares, El principal destino para la carnes frescas de conejo fue Holanda hacia donde se registraron envíos por 275 toneladas y un valor de 1.480.000 dólares, superando en volumen y en divisas todos los envíos del 2003, cuando se certificaron exportaciones por 138 toneladas y 586.000 dólares.También se registraron exportaciones a España por 164 toneladas y 902.000 dólares; a Austria, 115 toneladas y 655.000 dólares, Bélgica 118 toneladas y 559.000 dólares; Alemania 68 toneladas por 255.000 dólares y Francia 56 toneladas por 311.000 dólares.Para este tipo de producto, la faena se elabora bajo exigencias de muy alta seguridad, dado que no debe conllevar ningún riesgo sanitario y contar con una calidad microbiológica óptima.Los cortes se envasan individualmente en envases primarios de polietileno y el conjunto en unidades de cartón, identificadas con el logo del SENASA y de la Unión Europea. Estos requisitos se enmarcan en la norma Comunitaria 91/495/CEE, que estipulan los países importadores del bloque para estas carnes.Las plantas frigoríficas que se habilitan para carnes de conejo doméstico procesada, aplican un estricto control de Buenas Prácticas de Manufacturas (BPM) que son exigidas por el SENASA.En 2002, luego de más de 7 años sin registrarse exportaciones de carnes frescas de conejo desde la Argentina, se reiniciaron los envíos hacia la Unión Europea sumando 124 toneladas por un total de 491.000 dólares. En 2003, las exportaciones alcanzaron las 378 toneladas por 1.664.000 dólares.La cría de conejos recibió un renovado impulso el último año por la restricción de los mercados europeos al ingreso de la carne de estos roedores provenientes de China. En el año 2003, sobre una faena de 350 mil cabezas y una producción superior a las 500 toneladas, se exportaron 342 toneladas de carne de conejales locales a través de 6 frigoríficos, con envíos sobre todo a Holanda, Austria y España.A mediados del año pasado se formó en la ciudad de Río Cuarto (Córdoba) la Cámara Argentina de Cunicultores, integrada por los 150 productores del Frigorífico del Sur -una sociedad de economía mixta constituida por la Municipalidad local y el grupo de granjas asociadas, con el objetivo de aumentar la escala productiva y realizar exportaciones cárnicas en conjunto.En los últimos años, el sector se ha visto favorecido por el incremento de la demanda externa, el alto valor unitario del producto en divisas (u$s 4.386 por tonelada en promedio) y precio del kilo de carne al consumidor en los mercados de España e Italia (2,4 euros por kilo). El desempeño reciente del sector cunícola es una muestra más de las potencialidades de diversificación de la producción pecuaria nacional, y de los beneficios de acciones integradas entre distintas áreas del ámbito público y de la cooperación con el sector empresario.Esta recuperación puede atribuirse, en parte, al estímulo del aumento en el tipo de cambio real, pero también incide el mayor desarrollo de la cadena productiva.Datos positivosEn ese contexto, el reporte privado destaca que durante el 2004, el número de frigoríficos habilitados por el SENASA para exportar a la Unión Europea se amplió de 1 a 6, así como que Córdoba se incorporó como provincia exportadora, realizando su primer embarque de carne de conejo en octubre último.Estos hechos no sólo amplían la capacidad de procesamiento para exportar, garantizando las condiciones de sanidad e inocuidad que requieren los países importadores, sino que también contribuyen a mejorar la competitividad y transparencia del mercado cunícola, y con ello la rentabilidad de los productores, según estipulan los técnicos del IICA.Otros avances para la cadena son la reciente constitución de la Cámara Argentina de Cunicultores y la aparición de varias iniciativas provinciales y municipales de apoyo al sector. También influyó positivamente el incremento de la demanda externa, ya que durante los años 2003 y 2004 surgieron nuevos destinos para el producto, más las compras anteriores de España y Austria de 2002, se sumaron las de Holanda, Francia, Bélgica y Alemania. Además, la producción de la UE se vio seriamente perjudicada por la ola de calor, que afectó la tasa de fecundidad de las hembras.Entre tanto, el precio de la carne de conejo en Italia y España, los principales productores europeos, viene registrando una suba interanual superior al 20 por ciento.El IICA destaca que China, el principal productor mundial del rubro, tiene prohibido el ingreso de esas carnes a la UE por motivos sanitarios, desde el inicio de 2002.El país asiático posee una importante ventaja competitiva en costos, aunque ha perdido confiabilidad en términos de calidad e inocuidad.De cara a esa situación, la cadena cunícola argentina enfrenta el desafío de transformar la amenaza del regreso de China, en la oportunidad de posicionar sus productos en la UE a partir de atributos como diferenciación, confiabilidad y calidad superior.Los técnicos del IICA evaluaron que también sería deseable, para diversificar riesgos, la exploración de mercados alternativos y un mayor esfuerzo en la promoción del consumo interno, cuyo bajísimo nivel también significa una oportunidad.FAENA DE ALTA SEGURIDADPara este tipo de producto, la faena se elabora bajo exigencias de muy alta seguridad, minimizando el riesgo sanitario y garantizando una calidad microbiológica óptima.Los cortes se envasan individualmente en envases primarios de polietileno y el conjunto en unidades de cartón, identificadas con el logo del SENASA y de la Unión Europea.Estos requisitos establecidos y fiscalizados por el SENASA se enmarcan en la norma Comunitaria 91/495/CEE, que dicta las condiciones de infraestructura de los establecimientos, operatividad, control de gestión, obligatoriedad de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) y Procedimientos Operativos Estandarizados de Saneamiento (SSOPs), que incluyen autocontroles operativos, microbiológicos y capacitación de personal entre otros aspectos.