AVÍCOLAS Y PORCINOS: EN 2020,LA RESPONSABILIDAD SERÁ SOSTENER LOS MERCADOS CONQUISTADOS



El consumo de proteína animal sigue creciendo en el mundo. Y en este 2019 que se termina, el mero crecimiento por aumento de población y millones de personas, particularmente en China y otros países de Asia, que ascienden socialmente y comienzan a alimentarse mejor, se vio afectado grandemente por la irrupción de la peste porcina africana (PPA) en aquel país.

Esta crisis sanitaria, que incide también en otros países vecinos de la República Popular, ha hecho que la de por sí activa “aspiradora china” comenzara a succionar, mucho más aceleradamente, todo tipo de oferta de carnes de cualquier parte del planeta.

El motivo es claro. China, el mayor productor e importador de cerdos, con sus piaras diezmadas por el obligado sacrificio sanitario de millones de animales con PPA, tiene que cubrir con carne porcina, aviar y hasta vacuna las necesidades de alimentación de sus 1.200 M de habitantes.

Por eso es que en cualquier feria internacional de alimentación del mundo los importadores chinos están allí, masivamente, buscando cerrar negocios de importación de proteína animal.

Así lo vivieron los representantes de CEPA y Argen Pork Export, quienes en octubre pasado, en Colonia, Alemania, vieron como la principal exposición de alimentación de Europa, Anuga, tuvo más chinos y rusos que europeos visitando sus stands.

La avicultura argentina pudo cerrar negocios allí y de hecho llegó a la muestra con 3 nuevas empresas habilitadas para exportar a China, que iniciaron sus negocios con ese país. Y el consorcio exportador porcino argentino, en su primera experiencia allí, también tomó contacto con potenciales clientes, que se suman a los que ya tiene en Rusia, Africa y otros destinos, a los que podrá sumar China más temprano que tarde, si se considera que ese mercado se abrió hace apenas unos meses para la carne porcina argentina.

Tanto para la carne de pollo como para la de cerdo, 2019 ha sido un buen año. No solo en las exportaciones que crecieron en ambos rubros, sino en el mercado interno, donde el consumo de carne porcina y aviar, crecieron -es cierto- a expensas de una menor participación de la vacuna en la mesa de los argentinos. Pero se complementaron muy bien en la ecuación final del consumo doméstico de carnes, que en el país rondará este año los 120 kg/hab/año, siendo uno de los más altos del mundo, al tiempo que la carne vacuna no consumida internamente se sumó al record exportador que se prevé rondará las 800.000 t, al finalizar 2019.

Hay infinidad de mercados abiertos que deja como positivo resultado de su gestión, en este punto, la administración nacional que termina su turno este diciembre. Y hay para 2020, una enorme oportunidad de vender carnes aviares y porcinas al exterior. Esto será posible en tanto se mantengan políticas de puertas abiertas al comercio y se faciliten las condiciones para producir en el país, con menores impuestos, tasas de interés más bajas y, fundamentalmente, un programa económico que conduzca a una sostenida y definitiva baja de la inflación.

¡Hasta el año que viene! Devora Dorensztein

Directora de Red Alimentaria

Revista Solo Aves & Porcinos Nº81

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