Se pronostica un buen año para el negocio porcino.
La consultora JLU realizó un análisis de las proyecciones que se esperan cumplir durante 2024 y en los próximos diez años, con las acciones a seguir en cada uno de los eslabones de la cadena productiva.
Por: Ing. Zoot. Juan Luis Uccelli, consultora JLU
Fotos: Banco de imágenes/Red Alimentaria
Por cuarto año consecutivo, la JLU Consultora liderada por el Ing. Zoot. Juan Luis Uccelli, publicó el Anuario del Sector Porcino Argentina 2023 con el objetivo de “mostrar la realidad lo más cerca de lo que sucede, en un país donde la información es un problema en sí mismo, por situaciones particulares, por actualización y lamentablemente por mucha negligencia tanto oficial, como privada”, dijo el experto.
En ese mismo informe, el consultor plantea las proyecciones para el año 2024 y a futuro, afirmando: “Las proyecciones que realizamos el año pasado en la versión conservadora, se cumplieron con un pequeño margen a favor. Seguimos pensando que, en esta versión conservadora, el crecimiento seguirá hasta el 2033 con tasa promedio del 6.0%; en ese año estaríamos en los 1.7 millones de toneladas”. A su vez, agrega que “en el planteo de lo posible (resaltamos la palabra posible y no ideal), la tasa se eleva al 8.5% y llega en el 2033 a una producción mayor a las 2.1 millones de toneladas”.
Dentro de las acciones propuestas que debería tener en cuenta el sector para avanzar a partir de este año, se encuentran:
- Promover y generar el desarrollo sustentable de todo el sector.
- Promocionar el consumo de carne porcina fresca, el consumo de fiambres y chacinados 100% de cerdo y de calidad y las exportaciones de toda la cadena de valor, con la apertura de nuevos mercados.
- Facilitar los sistemas asociativos entre los distintos eslabones, promoviendo la participación de los pequeños productores y las Pymes industriales.
- Disminuir la evasión fiscal y sanitaria.
- Generar líneas de crédito accesibles y relacionadas con el producto.
- Capacitación de personal para todos los eslabones.
- Controlar el ingreso de animales y productos importados.
Por otra parte, cada eslabón de la cadena productiva porcina tendrá que tomar sus propias acciones:
Sector primario: dar los mecanismos que permitan el desarrollo tanto de la producción industrial, como la producción familiar, buscando complementariedad y no competencia; mantener y mejorar el status sanitario, aplicar y perfeccionar la bioseguridad; mejorar los niveles de eficiencia en todos los sistemas; premiar la aplicación del bienestar animal y la disminución del uso de antimicrobianos; unificar sistemas de construcción para abaratar costos; fomentar la mayor posible independencia de mejora genética, reduciendo al mínimo el ingreso de reproductores extranjeros.
Sector de faena: unificar los sistemas de controles Nacional y Provincial; promover la instalación de plantas en todo el país con líneas de crédito específicas; aplicación de normas HACCP en todas las plantas y que sea exigibles; propender a una equidad de costos y precios en todo el país; exigir la aplicación de similares controles de calidad en todo el sistema; capacitar a los empleados de las plantas en normas de calidad; promover la instalación de cámaras de frio y congelado.
Sector matarife: unificar los sistemas de controles Nacional y Provincial; promover la instalación de cámaras de frio y congelado; tener datos reales y oficiales de movimiento de carne y destino de la misma; aplicar la normativa vigente; aplicación de normas HACCP.
Sector de chacinados: unificar los sistemas de controles Nacional y Provincial; aplicar el Digesto en la elaboración de productos y la correcta definición y composición de cada uno de ellos y los controles en las fábricas y los puntos de venta; promover la producción y el consumo de productos de alta calidad 100% porcinos, como el jamón crudo o jamón cocido; desarrollar nuevos productos.
El sector porcino sigue creciendo y van ya 22 años ininterrumpidos, los últimos 21 años con resultado positivo. América es el único continente en crecimiento y sin PPA. Hoy representa el 55% de las exportaciones mundiales, pero no es raro que llegue al 70%, viendo el retroceso que está haciendo la Unión Europea en producción por distintas situaciones y por la incertidumbre del sudeste asiático, sin cereales, sin agua, sin lugar y con PPA. “Argentina está en América y nuevamente está llamada a ser una protagonista importante en el crecimiento para exportar. Y qué mejor que crecer en la exportación con la seguridad de poder aumentar el consumo interno, el cual está lejos de su techo (10/12 kilos más per cápita)”, dice el consultor.
Con la convicción de que entrarán nuevos jugadores al sector, “lo que habría que lograr es que no se vayan los que están, como viene sucediendo en los últimos años” aclara Uccelli, el informe concluye que el año 2024 va a ser un buen año para el negocio porcino.