SAN LUIS: BOVINOS CON IDENTIFICACION ELECTRONICA
La vigencia en la provincia de la nueva Ley de Marcas y Señales, que dispone el reemplazo de la marca a fuego sobre el cuero del bovino por el uso de microchips, ya atrajo al primer interesado en ofrecer tecnología de punta para la producción ganadera de la región.
Recientemente quedó inaugurado, en Villa Mercedes, el Centro de Identificación Electrónica Animal (CIDEA), el primero de este tipo en el país e impulsado desde los Laboratorios Rosenbusch y que ofrece para el ganadero desde las caravanas tarjeta y botón-botón, hasta chips para inyectar detrás de la oreja, y los distintos tipos de lectores.
CIDEA tiene además identificadores electrónicos para animales, con indicadores únicos, indelebles e inviolables, “con enormes ventajas respecto de los tradicionales sistemas y muy amigable para el productor que trabaja en la manga”, aseguró Andrés Balestrini, quien junto a la también médica veterinaria Cynthia Fels, está al frente del flamante centro.
La nueva Ley de Marcas y Señales está vigente en la provincia desde hace poco menos de un año y convirtió a San Luis en la primera del país en establecer la identificación electrónica obligatoria para todo su rodeo bovino, sistema que se aplicará con una transición de cinco años y cuyos beneficios inmediatos serán la eliminación de los problemas de brucelosis y abigeato, entre otrosindicó El Diario de la República este domingo.
El Estado provincial se hará cargo del costo inicial para la colocación de este sistema y para ello llamó a licitación para la compra de los chips.
Rosenbusch fue la única firma entre las tres que se presentaron que cumple con todos los requisitos exigidos en los pliegos, contó el director del Instituto Rosenbusch y encargado de la presentación en sociedad de esta novedosa empresa, que ya lleva identificados más de 400 mil bovinos con microchips instalados en varios rodeos del país.
“Esto es destruir el patrimonio nacional”, dijo el empresario cuando mostró cueros vacunos con impecable curtido “quemados” en la mejor parte por la marca a fuego, que se pueden exportar, pero considerados de mala calidad por ese daño.
“Lograr un cuero de excelente calidad consume mil horas hombre, desde que nace el ternero, hasta el curtido final, pero no puede ser que ese producto se logre acabadamente en Argentina, pero lo rompemos al final del ciclo al aplicarle la marca a fuego”.
Por medio del nuevo sistema de marcas y señales, la identificación electrónica permite obtener cueros “no quemados” de mayor valor, recalcó Balestrini al recordar que con este mecanismo se logrará la trazabilidad, que es registrar todos los datos referidos a la historia del animal, desde su nacimiento hasta la góndola como corte de carne.
El objetivo de CIDEA, que se instaló en un local de avenida Mitre al 1.500, es establecer un sistema de producción que asegure al consumidor calidad, trazabilidad, sanidad y origen de la carne que come, respetando el medio ambiente, el bienestar animal, la sustentabilidad económica y cumpliendo las leyes y reglamentaciones vigentes.