CARNE DE AVE: LA PROTEÍNA GANADORA DE LA PRÓXIMA DÉCADA
En comparación con otras fuentes de proteínas de origen animal, la carne de ave está a la cabeza en casi todas las métricas. Tiene una posición de costes competitiva, de la que la carne roja y el pescado carecen en gran medida, y es ampliamente considerada como saludable, al contrario que la carne roja. Además, no se ve afectada por las mismas restricciones culturales o religiosas como el cerdo y la carne de res, y es relativamente buena por lo que respecta a la sostenibilidad.
Según las previsiones de Rabobank, el crecimiento mundial durante la próxima década del 30% es muy probable, dados los mayores ingresos del mundo en desarrollo y el crecimiento de la población en todas las regiones. Pero esto presentará problemas en cuanto a la demanda. Algunas regiones evolucionarán más rápido que otras. La producción avícola en Brasil, por ejemplo, ya está concentrada en manos de unos cuantos actores importantes.
El sector se enfrenta a muchos retos: volatilidad de los precios de los piensos, la recuperación económica, la inestabilidad política en Oriente Próximo, las regulaciones… El impacto del terremoto a principios de este año en Japón es otro revés, y por su parte Asia se sigue viendo afectada por la gripe aviar. Cómo China satisfará su creciente demanda será fundamental para el desarrollo del mercado mundial (es probable que para proteger su posición creen empresas conjuntas con compañías extranjeras en las principales regiones exportadoras, como Brasil). Tales estrategias pueden obligar a los otros países importadores, como los de Oriente Medio y la Unión Europea, a adoptar estrategias similares.
La industria avícola mundial representa el 5% de la industria mundial de alimentos. Con el 34% del volumen de la producción mundial, la avicultura es el segundo mayor mercado de la carne después de la carne de cerdo. Los huevos son una fuente principal de proteínas para aquellos con ingresos más bajos. El crecimiento de la población significa que la demanda no se distribuye de forma equilibrada: las regiones en desarrollo -Brasil, India, Rusia y China, junto con los EE.UU., concentrarán el 50% del crecimiento mundial en aves de corral. Por contra, África subsahariana, Irán, México, Indonesia y Ucrania serán los principales mercados que crecerán sustancialmente en la próxima década.
Países como Brasil, Argentina y los EE.UU. ya han explotado su potencial para cultivar grano, por lo que tienden a tener un costo mucho más bajo producción que los países de Asia o de Europa occidental. Fundamental para el desarrollo futuro del sector, por último, será la forma en que responda a la competencia por los recursos: los cereales para su uso en biocombustibles.
Dentro de la UE también hay un cambio importante en la producción, que es estable e incluso ligeramente decreciente en España, Francia, Bélgica y el Reino Unido, mientras que la producción en el noroeste y centro de Europa está creciendo en beneficio de Polonia y Alemania.
La industria holandesa mantiene su posición como el mayor exportador. Polonia aparece como el productor avícola más competitivo y de más rápido crecimiento en Europa del Este, mientras que Rumania y Bulgaria todavía no alcanzan su potencial.
Las perspectivas de mercado a largo plazo para la industria avícola de la UE son muy buenas, tanto en volumen como en rentabilidad. La estructura del mercado favorece a los productores nacionales y su negocio está protegido, en cierta medida, por la preferencia del consumidor por la carne fresca.
Rabobank también toma nota de que las amenazas de enfermedades como la gripe aviar es una preocupación constante, que puede dañar a todos los que juegan un papel en la cadena de valor, aunque esta amenaza se ha logrado reducir a través de la cooperación transfronteriza, la cooperación entre los gobiernos y las organizaciones internacionales. El sector avícola está igualmente bien situado para responder a las preocupaciones de los consumidores sobre el cambio climático y las emisiones de carbono de sus productos. Incluso en comparación con los típicos productos vegetarianos, como anacardos, nueces y frijoles, las aves de corral dejan una huella de carbono respetable en comparación con otras carnes. Además, varios minoristas se han comprometido a examinar esta cuestión más en sus compras en un futuro.