El Bienestar Animal es considerado, desde el punto de vista científico, como una acción veterinaria preventiva. Sin embargo tiene implicancias económicas que no se pueden desconocer. Los mayores productores de carne del mundo -que destinan significativas cantidades de dinero para la sanidad- no tolerarán perder parte del mercado en manos de competidores a los que no les resulta imprescindible la aplicación del bienestar animal.