RAZAS BOVINAS, SANTA GERTRUDIS: POTENCIA CARNICERA

RAZAS BOVINAS, SANTA GERTRUDIS: POTENCIA CARNICERA
Por Luciano Mendoza*
 
Su nombre proviene del legado de tierras de la Corona Española denominadas Santa Gertrudis, y fue desarrollada en el King Ranch, Texas, por el Capitan Richard King en 1853. Los primeros animales que pisaron suelo Norteamericano provinieron del ganado que trajeron los conquistadores españoles, que se reprodujeron y diseminaron a lo largo de todo el continente, dando lugar en América del Norte al ganado denominado “Longhorns”, y en Sudamérica “Criollos”. Estos animales son los que se utilizaron como base para “crear” la Santa Gertrudis.
Hace ciento cincuenta años era el único ganado que habitaba esa zona, y por supuesto, éste era el tipo de animal que había en el King Ranch. Era un animal muy prolífico y resistente, que se comportaba muy bien en esas duras condiciones ambientales, pero era muy pequeño, y no tenía un buen biotipo carnicero. Era imperioso encontrar o forjar una raza que produjera buenas reses carniceras terminadas a pasto, y al mismo tiempo, se desempeñase correctamente en las condiciones promedio de ese ambiente. Por eso, se trabajó durante mucho tiempo en una cuidadosa cruza y control de apareamientos.
 
CARACTERISTICAS
La raza mantiene temperaturas corporales inferiores a la temperatura ambiental, la cual causaría fiebre en las razas Británicas. Bajo las condiciones imperantes en el King Ranch, los terneros Santa Gertrudis pesan alrededor de 225 kilogramos de peso a los ocho meses de edad. Los novillos maduros y las vacas de esta raza promedian aproximadamente 100 kilogramos más de peso que las razas Británicas a la misma edad. Los novillos de cuatro años, aquí en el King Ranch, pesan alrededor de 630 Kilogramos terminados a pasto para el mercado. El ganado Santa Gertrudis, en idénticas condiciones, supera al ganado Británico en aproximadamente un 3%. La carcasa tiene un alto porcentaje de cortes grado “choice”y una gran proporción de carne contra hueso. La calidad de la carne es similar a la de las razas Británicas.
No existen dudas acerca de que Santa Gertrudis se adapta mucho mejor a las condiciones de la zona y es notoriamente superior al Shorthorn y al Hereford para lograr una producción mayor de carne. La gran resistencia al calor y a los insectos, la rusticidad, propensión a engordar y madurez temprana la hacen una raza económica y lucrativa para la producción de carne.
 
ARRIBO A LA ARGENTINA
El ganado fue introducido en la década del cincuenta por la Compañía Inglesa Liebig´s para probarlo en sus estancias de la zona norte, que comprende el área subtropical Argentina. En esa región, poblada mayoritariamente con ganado criollo, éste se cruzó con razas de origen británico, principalmente Hereford. A medida que la mestización avanzaba, se observó que lo que se ganaba en precocidad y calidad carnicera, se perdía en rusticidad. Disminuían los porcentajes de parición y aumentaban las mortandades. Se habían realizado algunas pruebas sin mayor trascendencia con ganado cebú traído del Brasil, pero existía gran temor a perder la calidad de carnes argentinas.
Por ello, se pensó que con Santa Gertrudis podría conseguirse mayor precocidad y calidad sin perder rusticidad. Posteriormente se realizaron otras importaciones: Juan J. Reynal, Guido Di Tella, Celedonio V. Pereda, consistentes casi todas en toros adquiridos al King Ranch, que se destinaron a extracción de semen para Inseminación Artificial.
Con motivo de la compra de varias estancias en la Argentina, King Ranch importó en 1959 y 1960 alrededor de 200 vaquillonas y un lote de toros puros. Al mismo tiempo, se diagramó un plan de cruzamiento absorbente sobre 5 mil vientres Hereford, Angus y Shorthorn, basado en Inseminación Artificial con semen congelado de los toros importados. A partir de 1960, se comenzaron a vender con gran éxito toros cruza en la zona subtropical, pero luego de tres o cuatro años el interés decayó por algunos problemas de prepucio, hoy solucionado, dado que los ejemplares importados eran de prepucio largo. No obstante, se formaron nuevas cabañas y se amplió el mercado a las zonas centrales del país donde se valorizaba especialmente la gran precocidad de Santa Gertrudis.
 
DIFUSIÓN
En la actualidad la raza es utilizada sobre todo como cruzante en la zona central y en el norte, con vientres criollos, cruza cebú y sobre otras razas sintéticas. En zonas templadas está bien conceptuada por su aporte de rusticidad, precocidad y peso, donde funciona muy bien sobre vientres cruza Hereford por Angus, dando, sin problemas de parición, un excelente ternero.
En la zona subtropical existe una revalorización de sus aptitudes debido a que el exceso “acebuzamiento” en los rodeos obligó a los ganaderos a buscar alternativas para dar mayor precocidad y calidad a sus terneros dado que los invernadores de la zona templada, sus principales clientes, desechaban los que demostraban demasiado porcentaje de sangre cebú. Esto provocó un nuevo desplazamiento del péndulo hacia la “britanización”, a la que no han sido ajenas las razas sintéticas.
Hoy la cuestión ha cambiado bastante. Hay varias razas sintéticas que cumplen su cometido en la zona subtropical argentina. La invernada o el engorde de novillos, casi no se hace exclusivamente a campo como hace dos décadas, sino que el grueso se termina a grano en feed-lots, caseros o industriales. Esta facilidad de engordar y terminar a grano, y el cambio de explotación de numerosos campos de invernada de la pampa húmeda hacia el cultivo de soja, ha provocado que estos engordes ya no sean principalmente de la gran zona de invernada del país (Oeste de Bs. As., este de La Pampa, sur de Córdoba, sur de Santa Fe) sino que se realizan en la misma zona subtropical, y el ternero ya no se desplaza tanto, permaneciendo en las mismas latitudes.
Por esta razón, el exceso de sangre británica que antes se buscaba, hoy ya no es tan necesario en los rodeos y debe ser calmado con el ingreso de un porcentaje mayor de sangre índica. Por más que parezca una perogrullada, en la zona subtropical, la experiencia señala que la mejor combinación de sangre es la de 3/8 cebú y 5/8 británico, y el intento de criar un animal excedido en su porcentaje de sangre británica tiene altos costos que siempre se pagan. La solución para aumentar la producción de carne en el país pasa por los cruzamientos de distintas razas bovinas puras, y esos cruzamientos producirán mayor vigor híbrido cuanto más alejadas genéticamente sean las razas de los progenitores.
Una cosa es perfectamente demostrable: el mayor choque de sangre se produce cuando la cruza comprende a una raza británica y una raza índica o cebú. La raza Santa Gertrudis, al ser una raza estable genéticamente hablando, se muestra como la gran alternativa para mantener los porcentajes de sangre adecuados sin perder rusticidad ni disminución en la calidad de carne.
Se debe destacar el valor del vientre cruza Santa Gertrudis como base para el cruzamiento con otras razas, ya que es muy lechera, lo que da un ternero pesado al destete, y tiene un gran instinto maternal, lo que la constituye en una excelente criadora; transmite la característica precocidad de la raza a sus crías y se cruza muy bien con razas británicas, continentales e índicas.
Tanto el ternero como el novillo cruza Santa Gertrudis gozan de gran aceptación en el mercado ganadero. El invernador lo prefiere por su gran rapidez de engorde y rápida recuperación después de períodos de escasez de pastos. Matarifes y frigoríficos lo valoran por su excelente rinde y adecuado engarzamiento. La vaca gorda, importante rubro en campos de cría, es tal vez la más buscada por los carniceros por su gran rendimiento en los cortes de consumo.
 
SELECCIÓN
El Santa Gertrudis de los años sesenta y el actual presentan algunas diferencias de tipo y funcionales. En tipo: prepucio más corto, menos hueso, algo menos de tamaño y menos tipo racial, debido a la absorción sobre vientres británicos. Los funcionales: los toros que tenían fama de perezosos para servir, hoy son normales, encontrándose animales de muy buen volumen testicular y muy buena libido. Las hembras, que tenían menores porcentajes de preñez, alcanzan hoy porcentajes similares a los de otras razas sintéticas más difundidas en el país. Ello se consiguió merced a un drástico programa de selección: empleo de padres con prepucio adecuado y buena libido, y el rechazo de los toros perezosos en el servicio y de los vientres que no se preñan todos los años.
Logrado un tipo de animal mejorado de los problemas originales, se han realizado programas de mejoramiento de la precocidad y calidad carnicera, sin por ello descuidar los aspectos reproductivos, mediante pruebas de ganancia de peso a campo en toritos controlados por el INTA. El futuro comprende, aparte de las pruebas de progenie, las mediciones ultrasónicas para calidad de res y los marcadores genéticos para determinación de terneza.
 
* Asesor, Médico Veterinario.

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