Prevención de enfermedades ¿dónde poner el foco?
En un mundo donde las interacciones entre humanos, animales y el medio ambiente son cada vez más estrechas, la prevención de enfermedades requiere una perspectiva integral y colaborativa; el concepto de Una Sola Salud (One Health), que reconoce la interdependencia entre la salud humana, la salud animal y los ecosistemas, se ha consolidado como un enfoque indispensable para abordar los retos sanitarios globales.
Por: MV Esp. Mg. Leonardo Mascitelli. Consultor, Profesor de posgrados. Presidente del IPSAL
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La creciente urbanización, la globalización, las migraciones y el cambio climático han intensificado la interacción entre especies, favoreciendo la aparición y propagación de enfermedades zoonóticas, es decir, aquellas que se transmiten de animales a humanos. Estas enfermedades representan más del 60% de todas las enfermedades infecciosas humanas y, aproximadamente, el 75% de las enfermedades infecciosas emergentes tienen su origen en los animales. Frente a este panorama, la acción coordinada de profesionales de diferentes disciplinas, especialmente de médicos veterinarios, resulta crucial.
Ecosistemas integrados: interacciones y aparición de enfermedades
Los ecosistemas donde conviven humanos y animales en el mismo medio ambiente no funcionan de manera aislada, son sistemas integrados que interactúan constantemente. Estas interacciones pueden favorecer la transmisión de patógenos, ya sea a través de reservorios animales, vectores como insectos o cambios en los hábitats que alteran el equilibrio ecológico.
Entre los factores que impulsan la aparición de enfermedades se encuentran:
- Cambios productivos en los distintos ecosistemas: la transformación de hábitats naturales altera las dinámicas entre especies (domésticas y/o silvestres), facilitando el salto de agentes patógenos de animales a humanos.
- Cambio climático: sequías, inundaciones, registros de temperaturas inusuales para determinadas regiones.
- Movilización global: el transporte de personas, animales y mercancías permite que enfermedades antes confinadas a regiones específicas se propaguen rápidamente.
- Resistencia a los antimicrobianos: el uso excesivo y/o indiscriminado de antimicrobianos en humanos y animales ha creado cepas resistentes, reduciendo su efectividad en el control de infecciones.
Esto resalta la importancia de adoptar un enfoque holístico en la prevención de enfermedades, donde la salud humana, animal y ambiental sean abordadas como un todo inseparable.
Rol de los Médicos Veterinarios en la prevención
En el marco de Una Sola Salud, los médicos veterinarios desempeñan un papel central en la prevención y control de enfermedades zoonóticas, emergentes y reemergentes. Su labor se centra, entre otros, en dos pilares fundamentales: la vigilancia epidemiológica activa y la vigilancia epidemiológica pasiva.
- Vigilancia epidemiológica activa
Implica una búsqueda intencionada y sistemática de agentes patógenos en poblaciones animales, con el objetivo de detectar y controlar enfermedades antes de que se conviertan en amenazas significativas. Esta vigilancia se lleva a cabo mediante:
• Monitoreo de especies silvestres y domésticas.
• Análisis de muestras biológicas para identificar virus, bacterias u otros agentes patógenos.
• Uso de tecnologías avanzadas, como la secuenciación genómica, para rastrear la evolución de patógenos.
- Vigilancia epidemiológica pasiva
Se basa en la recepción de reportes de sospecha de enfermedades por parte de actores involucrados en los ecosistemas integrados, como productores, trabajadores rurales, profesionales de la salud, etcétera. Este sistema es crucial para detectar brotes incipientes y activar alertas tempranas y respuestas rápidas.
Ambos tipos de vigilancia requieren una sólida colaboración entre sectores, donde los médicos veterinarios actúan como intermediarios clave entre la salud animal y la salud pública.
Prevención desde una perspectiva proactiva y sustentable
Para reducir el impacto negativo de las enfermedades en estos ecosistemas integrados, es necesario adoptar estrategias preventivas que sean proactivas, es decir, que anticipen los riesgos y promuevan intervenciones positivas. Esto incluye:
- Educación y capacitación: sensibilizar a las comunidades sobre las prácticas seguras en la interacción con animales y el manejo del medio ambiente.
- Fortalecimiento de los sistemas de vigilancia: implementar infraestructuras y protocolos que permitan la alerta y detección temprana de enfermedades.
- Control del comercio de fauna silvestre: regular la captura, transporte y venta ilegal de animales para evitar la propagación de patógenos.
- Promoción de buenas prácticas en la producción ganadera: mejorar la sanidad y bienestar animal, la gestión de la bioseguridad y el uso racional de antimicrobianos.
Una Sola Salud (global/integral)
El enfoque de salud global amplía la perspectiva de Una Sola Salud, reconociendo que las enfermedades no respetan fronteras y que las soluciones deben ser igualmente integradas y globales. Esto implica una mayor cooperación internacional y un compromiso compartido para:
- Compartir información y recursos.
- Coordinar respuestas ante emergencias sanitarias.
- Impulsar investigaciones que profundicen en la relación entre salud y medio ambiente.
La prevención de enfermedades en un mundo interconectado requiere un cambio de paradigma hacia un enfoque integral y colaborativo. El concepto de Una Sola Salud no solo aboga por la interacción entre disciplinas, sino también por un compromiso ético y práctico con la salud global.
Los médicos veterinarios, como actores clave en este sistema, tienen la responsabilidad de liderar esfuerzos preventivos y de vigilancia, trabajando en sinergia con otros sectores.
Solo mediante una acción coordinada entre los sectores públicos y privados involucrados, integrando equipos multi e interdisciplinarios, y de forma sostenible y proactiva, podremos enfrentar los retos sanitarios del presente y garantizar un futuro saludable para humanos, animales y el planeta.