Nutrición de precisión, presente y futuro de la porcicultura

Con el apoyo de la tecnología los criadores de cerdos pueden planificar dietas específicas para cada etapa y las necesidades nutricionales de cada animal.

Por: Certified Humane
Fotos: Certified Humane

El avance de la tecnología ha llegado a la agroindustria y, al igual que en otros sectores, está cambiando a fondo la producción animal. En esta área, la porcicultura se muestra como uno de los ejemplos más importantes de la transformación que la tecnología puede proporcionar: la nutrición de precisión, que contribuye a que la alimentación para cerdos sea más asertiva.

La nutrición de precisión utiliza el poder de la tecnología para elaborar dietas, proporcionar nutrientes con la calidad y en la cantidad exactas que el organismo necesita para mantenerse sano y productivo. La alimentación para cerdos se formula de acuerdo con las cinco etapas productivas de la vida del animal.

Por esta razón, los animales reciben una dieta que satisface las necesidades específicas de cada una de esas etapas, teniendo en cuenta su desarrollo, el suministro de nutrientes según las producciones y las necesidades nutricionales de cada animal.

Por ejemplo, existen requisitos específicos de alimento y vitaminas por la condición de su aparato digestivo en el caso de los lechones destetados, en comparación con las cerdas que acaban de parir y que están en la fase de producción de leche.

Teniendo en cuenta estas peculiaridades, invertir en tecnologías que se ocupen de los cuidados durante la crianza y garanticen el bienestar de estos animales es algo fundamental para el sector. Va más allá de preservar la salud, al permitir evaluar la entrada de nutrientes no contaminados en la alimentación de los cerdos.

Esta automatización va al encuentro de lo que indica el estándar para la crianza de cerdos con bienestar de Certified Humane:

• Los alimentos deben ser nutritivos según la edad y el período de producción;
• La cantidad debe ser de calidad para mantener las necesidades nutricionales;
• Los cerdos han de tener libre acceso a la alimentación;
• La complementación y la restricción de alimentos deben analizarse caso por caso;
• Han de seleccionarse los alimentos de las cerdas reproductoras y de los lechones.

La realidad en América Latina

En América Latina, la nutrición de precisión ya es una realidad en la crianza de cerdos y uno de los principales ejemplos proviene del llamado “sistema automático de alimentación para cerdas” (Electronic Sow Feeders). Este es el sistema automático de alimentación de cerdas reproductoras que se instala en corrales colectivos y cuyo objetivo es permitir que los animales permanezcan en grupos mientras se presta atención individualizada a su nutrición.

El sistema calcula exactamente el volumen de concentrado que los animales tienen que recibir al día y que se puede dividir en varias comidas.

Todo el sistema está automatizado y se guía por grandes paneles de control, asegurándose de que cada animal recibe la alimentación individual y los cuidados que necesita (si el animal no va a comer a la máquina, el sistema lo indica).

Además, puede ayudar a reducir el desperdicio de alimentos y optimizar la eficiencia en la nutrición de toda la producción. Este es un buen estándar para usarse en la gerencia colectiva de las cerdas reproductoras.

Las hembras se agrupan en pequeñas cantidades -con un espacio más grande para la circulación- y, por lo general, permanecen sueltas en el galpón donde se alojan. Con la alimentación de cerdos controlada mediante automatización, estos animales son tratados según sus necesidades fisiológicas únicas, lo que hace que la tasa de parto sea mayor del 90%.

La transformación de esta actividad no está restringida solo a grandes granjas porcinas. Incluso los pequeños productores rurales tienen acceso a las nuevas tecnologías de nutrición de precisión y, en algunos casos, pueden reemplazar a casi todos los trabajadores con la ayuda de robots.

Estos sistemas son tan efectivos que el tiempo que requiere el productor se puede utilizar para la verificación de datos -en lo que se refiere al funcionamiento del sistema automático- y para chequear a los animales enfermos del rebaño, que necesitan otros cuidados sanitarios y nutricionales.