New Gen, la genética que llega hasta el plato

La empresa de capitales argentinos produce 3.400.000 de reproductoras al año, destacando confiabilidad, bioseguridad y calidad como los pilares que afianzan su crecimiento 




Por: Paola Papaleo, editora revista Solo Aves y Porcinos Digital

Fotos: New Gen Breeders S.A.



 

Al noreste de la provincia de San Luis, al lado de la Sierra de Comechingones, se encuentra desde hace casi veinte años la granja y la planta de incubación de New Gen Breeders, una empresa argentina que nació por la iniciativa de tres socios dueños de empresas de pollos entrerrianas con el objetivo de autoabastecerse de genética. Con la adquisición de un complejo de otra empresa del rubro que había dejado de funcionar, en el transcurso de dos décadas lograron producir 3.400.000 de reproductoras al año, partiendo de una base de 900 mil reproductoras, convirtiéndose así en una de las empresas más importantes en genética avícola de Argentina. Para conocer más sobre su trabajo, dialogamos con Jonatan Galeano, Gerente Comercial, y Javier Beyer, Gerente de Producción. 




Solo Aves y Porcinos (SAP): ¿Cómo fue el crecimiento? 


Jonatan Galeano (J.G): Actualmente quedaron dos socios, Soychú y Las Camelias, que se autoabastecen de la genética a través de New Gen pero más del 60% de la producción la comercializamos a otras empresas. Es decir que el negocio terminó virando hacia un abastecimiento más fuerte de los clientes externos de la compañía. Somos representantes  en Argentina de Arbor Acres, que es una marca del líder mundial en genética Aviagen.



Javier Beyer (J.B): Tuvimos que tener un gran volumen de crecimiento no solo en tecnología sino también implementando los metros cuadrados para producir estos animales. Cada vez que aumentamos el volumen, nos lleva a desafíos importantes: mayor personal, incorporar implementos nuevos como nidales y comederos automáticos, la planta de incubar, mejorar la logística de transporte para asegurar que la calidad de lo que producimos llegue intacta al cliente.




SAP: El año que viene cumplirán 20 años comercializando reproductores en todo el país, ¿Cómo los encuentra?


J.G: Muy sólidos y consolidados, con una cartera de clientes muy fuerte que nos sigue eligiendo principalmente por la bioseguridad, la calidad de nuestros productos y la inversión en tecnología.


J.B: Con respecto a la confiabilidad en el mercado, es importante entender que no solo producimos para la venta y eso es lo que a nuestros clientes les da seguridad, ya que toda la genética sale desde aquí. Tenemos doble responsabilidad, una tiene que ver con el mercado y la otra con las empresas socias. Si tomamos el volumen que produce New Gen para el país, el 40% del pollo que llega a las mesas argentinas comienza desde esta empresa. De ese número tenemos un porcentaje muy importante que son nuestros propios creadores. Sin embargo, hemos producido más para la venta que para nuestros socios. Una responsabilidad es mantener en el país una genética fuerte y sólida, con principios de bioseguridad muy importantes, y con la misma calidad para nuestros socios que para nuestros clientes.




SAP: ¿Cuál es el mercado?


J.G: New Gen le da origen a la producción del 40% de pollos del país, eso te da una responsabilidad y un compromiso muy fuerte donde no podés fallar. Es importante el trabajo de campo y de producción. Porque cualquier error no solo lleva a una pérdida de la empresa sino que va a repercutir en la producción de todo el país. Hoy tenemos una mayor participación en los mercados de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Tucumán, La Rioja y Buenos Aires en menor medida.  


SAP: ¿Cómo hacen con la logística?


J.B: Estamos enclavados a 500 o 900 kilómetros de distancia de los núcleos productivos más importantes donde entregamos, por lo que debemos tener toda una programación para poder entregar puntualmente a esos animalitos con calidad. 


No solo es implementar un transporte, sino que hay que darle seguridad y trazabilidad de lo que se está transportando. Ahí es donde entra la máxima tecnología con satelitales que controlan la velocidad del camión, su ubicación en tiempo real, si para o no, además hacemos seguimiento de temperaturas de las cajas que llevan nuestro producto. 



Equipo New Gen.


SAP: ¿Qué privilegian para sus clientes?


J.B: En el mercado lo que hemos buscado con el tiempo es darle solidez a nuestros clientes en cuanto a confiabilidad ante situaciones que puedan llegar a suceder. Más allá de lo comercial, cada empresa tiene sus compromisos que tiene que ver con la producción y esa producción no se puede parar. Comemos el pollo todos los días y eso conlleva un trabajo, acá no existen los feriados ni domingos. Tratamos de acompañar al cliente en todo lo que se pueda.


Uno de los temas más importantes es capacitar al personal para que cuando hacemos un pequeño cambio puedan realizarlo y generen confianza. Ahí es donde entra la tecnología para poder hacer seguimiento, tener trazabilidad y brindar productos que sean confiables.

 

SAP: ¿Qué lugar ocupa la innovación?


J.G: Una de las principales fortalezas es la innovación. La vacunación in-ovo es una de las características por la que nos pudimos diferenciar desde hace varios años. Es una vacunación que se hace directamente al huevo, para brindarle una inmunidad temprana a las aves.


Otra innovación que estuvimos haciendo hace unos años es en la logística, con camiones nuevos que además de calefacción nos permiten agregar frío para que viajen más confortables. Este año se espera que tengamos temperaturas muy elevadas, lo que nos da una ventaja competitiva con respecto a nuestros competidores.



Franco Santángelo y Raúl Marsó, socios y propietarios de New Gen. 


SAP: ¿Los afectó la Influenza Aviar? ¿Cómo se implementa la Bioseguridad?


J.B: Hoy tenemos que extremar la bioseguridad más que nunca. La avicultura a nivel mundial con la influencia aviar se vio muy exigida. Nosotros ya veníamos con un nivel de bioseguridad muy alto que hemos tenido que mostrar y comprobar cuando logramos el Certificado de Compartimento, lo cual da un nivel de seguridad sobre lo que se está haciendo. Para lograr este certificado cumplimos con normas de bioseguridad de SENASA que además están instaladas por la OMSA. Eso es lo que nos dejó muy seguros de lo que estamos trabajando. Es un sistema de bioseguridad requerido a nivel mundial también, lo cual da confiabilidad en el exterior, no solo internamente. A su vez, en el complejo hay manuales de procedimiento para todo.  


SAP: ¿Cómo es el trabajo que realizan?


J.B: Comienza trayendo a las “abuelas”, que es la escala primaria en Argentina de producción a nivel aviar. Traemos cuatro líneas que es un cóctel genético que compramos a nuestro principal proveedor. Llegan de un día de edad, se llevan a las instalaciones donde se va a hacer la recría antes de que comiencen a reproducir. Se las pone por separado. Son cuatro líneas a las que se les hace un seguimiento constante tanto de alimentación como de vacunación y peso. En cada tiempo de vida de estos animales se buscan distintos objetivos a cumplir, dentro de ellos tenemos la clasificación fenotípica, lo que significa que a cierta edad se revisan uno por uno para comenzar las selecciones internas. Dependiendo de qué buscamos en cada línea, se dejan de lado las familias que no van a aportar al cóctel genético. Luego estos animales, machos y hembras, se van a terminar uniendo para pasar a la etapa de producción, donde van a empezar a producir los primeros huevos que se van a incubar en nuestra planta de incubación. Estos animales que van a comenzar a nacer, que van a ser los padres reproductores del pollo que uno come, vuelven a revisarse para realizar una selección por sexos. De esta forma nos quedamos con el producto primario que vamos a enviar a nuestros clientes, tanto machos como hembras. Una parte de esa población va a saltear todas las etapas y va a ir directamente a engorde. Nos vamos a quedar con el producto que realmente queremos que llegue a producir genéticamente un pollo de engorde de alta calidad y además vamos a buscar la calidad que queremos entregar sobre el producto.


J.G: Nosotros no tenemos injerencia sobre el desarrollo o investigación del producto final, sino que el paquete genético es algo dado que lo traemos desde el exterior. Lo que hacemos es darle la sanidad, un contexto y un ambiente de bioseguridad extremo para maximizar eso, y hacer las selecciones dentro de la recría y producción desde el inicio para sacarle la mayor expresión a ese paquete genético que importamos. Nuestro objetivo es darle a los clientes las mejores condiciones para obtener la mayor cantidad de pollitos bebés por hembra alojada. Tenemos una diferencia con nuestros competidores de un 10 a un 15% más de producción. Por el lado del pollo de engorde, buscamos ofrecer una mejor conversión y viabilidad para exprimir el potencial genético que tiene nuestro producto, tener menores costos de alimentos y mayor cantidad de aves a faena.


SAP: ¿Hacia dónde va la genética avícola a nivel global?


J.B: El mundo demanda carne porque es un producto noble, permite crecer rápidamente y absorber esa demanda. Eso te permite ser muy competitivo, por lo cual el mercado de pollo va a seguir creciendo a nivel mundial. En Argentina va a depender de la política que se tome pero tenemos todo para exportar, así que bienvenido sea que se puedan abrir mercados para comenzar a comercializar aves al exterior que es lo que le va a permitir a las empresas producir más. Obviamente tenemos nuestro propio límite dado por la cantidad de consumo de kilos de carne de pollo per cápita. Hemos crecido pero tiene su límite. 


Sin dudas va a seguir creciendo a nivel mundial, hay que acompañarlo con mucha tecnología, los tiempos han cambiado. No es lo mismo la genética rústica, antigua, hoy tenemos una elite que para poder dar su máxima expresión necesitamos que sea lo mejor en tecnología con confort, temperaturas, desde las naves donde se alojan hasta las plantas de incubar y los sistemas que controlan las vacunaciones. En eso estamos, en el desarrollo tecnológico constante. 



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