LA PRODUCCION PORCINA PROYECTA UN EXCELENTE CRECIMIENTO, BUENA RENTABILIDAD Y AUMENTO EN LA FAENA
Luego de los fuertes quebrantos que soportó la actividad, tanto en materia de caída productiva como de pérdida de competitividad por subsidios externos -en especial por el proteccionismo brasileño-, en la Asociación Argentina de Productores de Porcinos, que preside Juan Luis Uccelli, las estadísticas muestran mejoras en la rentabilidad e incremento sostenido, tanto en la producción como en los animales que van a faena. No obstante, los criadores consideran eje del éxito productivo al mantenimiento de las reglas de juego dispuestas para el sector, dejando un escenario que se proyecta promisorio no sólo para los productores sino también para toda la cadena comercial de la actividad. Porcicultores consultados coincidieron en admitir que la rentabilidad se mantiene desde hace casi un año, así como que esa estabilidad económica es un "merecido reconocimiento" luego de la severa crisis que soportara esa producción. Argentina fue declarada libre de peste porcina clásica el 22 de mayo último, luego de la Asamblea Anual de la Organización Internacional de Epizootias (OIE), con sede en París, cuando se comunicó al país el logro de ese nuevo rango sanitario, que opera ahora como llave de gran alcance para ingresar a mercados importantes a nivel internacional.Respecto de la faena porcina en el país, datos oficiales revelan que se incrementó en más del 20 por ciento contrastando guarismos entre 2003 y 2004, en tanto que proyecciones sobre el tema, elaboradas desde el sector privado, muestran que este año el porcentual de faena se elevaría hasta un 30 por ciento, respecto de los años anteriores.Las reservas porcinas, en tanto, se ubicaban en torno de los 2/2,1 millones de cabezas a nivel nacional, una cantidad que se espera elevar a unos 2,5/2,6 (mill/cabezas), de acuerdo con datos proporcionados en la Asociación de Criadores.En la entidad también se destacó que el aumento productivo está incidiendo directamente en la merma que exhiben las importaciones de reses congeladas, debido a la mejora que muestran los valores para la cadena industrial, desde donde se sostiene que ahora es más conveniente comprar en el mercado local que importar, desde Brasil, por ejemplo.En relación con el consumo de CARNE de cerdo en la plaza doméstica, se mantiene la retracción compradora, provocada en parte por el desconocimiento de las amas de casa respecto de las bondades de estos cortes cárnicos que, en numerosos casos, poseen escaso marmolado (grasas).De cara a ese escenario y con un consumo doméstico que apenas ronda los 2 kilos/habitante/año, también se están proyectando campañas de promoción para incentivar la incorporación de mayor cantidad de CARNE porcina a la dieta alimentaria nacional, con cortes como matambrito o bondiola, por ejemplo, así como la difusión de recetarios que ya estarían en preparación, señalaron fuentes oficiales.Además, para lograr un crecimiento relevante en la producción porcina local, se requeriría de unas 450 mil madres para recibir servicio que, al ser de elevada producción, permitirían aumentar las crías en porcentajes que rondan el 40/50 por ciento, de acuerdo con relevamientos realizados por técnicos sectoriales de las entidades del campo con representación nacional, donde también se contempla que, de acuerdo con el sistema productivo, pueden lograrse entre 25 y 27 capones por madre.Las condiciones necesarias para el crecimiento sectorial están dadas, según representantes del sector productivo, así como las sanitarias que optimizan el ingreso potencial a mercados externos, en tanto que la ecuación económica cerraría satisfactoriamente para los porcicultores si se incentivara el consumo interno de la CARNE de cerdo. Asimismo, la mayor productividad que se está logrando en el sector permite avizorar mejoras competitivas en varias áreas, según los criadores, entre los que se destaca la elaboración de chacinados, la exportación y el crecimiento en el consumo local de cortes porcinos.