LA FACULTAD DE VETERINARIA DE LA PLATA HACE PUNTA EN EL CONTROL DE CARNE PARA LA EXPORTACIÓN
Desde la Facultad de Veterinaria de la UNLP se trabaja en conjunto con empresarios y científicos italianos en un innovador proyecto de control, que combina técnicas de radiofrecuencia e identificación genética. Se trata de una prueba piloto que comenzará a implementarse la semana que viene y apunta a preparar el terreno de las exportaciones argentinas en los próximos años, cuando la Unión Europea convierta en obligatoria la trazabilidad sanitaria con este sistema, según anunciaron ayer empresarios y productores italianos en la facultad de 118 y 60. En vez de utilizar la inscripción numérica, como se hace actualmente, se implementará un sistema electrónico que permitirá, en caso de que sea necesario, rastrear e identificar en forma inmediata y sin errores toda la información biográfica de cada animal. El soporte será un microchip electrónico alojado dentro de una caravana de plástico ubicada en la oreja de cada bovino. Si bien aún no se habla de costos, la idea “es que sea fácil de usar y accesible”, señala a Hoy el especialista en Identificación Animal por Radio Frecuencia de la prestigiosa Universidad de Milán, Ernesto Beretta. Aunque la carne argentina sea elegida por su calidad, el mercado europeo apunta a mejorar aun más el producto final, como la garantía de quienes consuman carne vacuna. “La idea es que el consumidor tenga la palabra”, señala Beretta. Para eso, se extraerá cuero del animal, que luego de pasar por el laboratorio, quedará asociado al número de chip, y se eliminará de este modo toda posibilidad de error y se posibilitará que cualquier persona que tenga sospechas sobre un corte de carne pueda rastrear todo el circuito del animal. “En Europa ya se utiliza, ahora hay que ver cómo funciona acá utilizando los mismos soportes”, aclara el coordinador académico de campos de Veterinaria, Andrés Baldo. La reglamentación, que empezará a regir en 2008 en la Unión Europea, comenzará a aplicarse para el mercado de cabras y ovejas y, un año después, en vacas. Sin embargo, se habla de un período de cuatro años “para que se pueda poner todo en regla”. “Si para 2012 esta técnica no está instalada, no se va a poder vender a Europa ni a un bajo costo”, señala Baldo, que participó de la conferencia junto al decano de Veterinaria, el doctor Edgardo Nosetto. Las pruebas piloto se harán en campos de la facultad y con productores de la zona oeste de la rovincia. “Comenzaremos en la localidad de González Moreno”, indica Baldo. El proyecto recibirá el apoyo financiero de la Cámara de Comercio de Milán. En él trabaja Coldiretti, una de las principales organizaciones de productores agropecuarios de Italia y de la Unión Europea.