La alimentación basada en plantas ¿es una elección saludable?
Uno de los aspectos más importantes que podemos concluir sobre el impacto que ha tenido la COVID-19 en el consumidor, está basado en la búsqueda y la necesidad de adoptar un estilo de vida más saludable.
Por: Lic. Vanesa Marquina, Jefa División Nutricionales en Grupo Saporiti
Según una encuesta realizada por la empresa de inteligencia de mercado Innova Market Insights a nivel mundial durante 20201, el 64% de los consumidores ha modificado su dieta eligiendo alimentos y bebidas que resulten más sanos y nutritivos. A su vez, tres de cada cinco consumidores globales desean tener más información sobre sus alimentos, por ejemplo, conocer de dónde vienen y cómo están producidos. Este tipo de consumidores elige más conscientemente pensando en su salud y en la de su familia, sin dejar de lado el impacto positivo que esta opción tiene sobre el planeta, una tendencia muy presente en la actualidad y que debe ser tenida en cuenta por los productores de alimentos.
Este cambio en las necesidades del consumidor resulta muy interesante, ya que se ve reflejado en la evolución de la demanda por etiquetas "más limpias", es decir, con información más clara para el consumidor. Hace unos años, la búsqueda se centraba en alimentos con ingredientes naturales y no artificiales, sin aditivos, orgánicos y elaborados con recetas simples y cortas, y procesos mínimos. Hoy la búsqueda ha evolucionado hacia la transparencia en la cadena de producción, la sustentabilidad, el bienestar animal y el humano, y el poder de la nutrición de las plantas.
Claramente estas nuevas necesidades del consumidor y sus elecciones más conscientes han impulsado el crecimiento de la demanda de alimentos basado en plantas o basadas en plantas. El concepto basado en plantas describe el uso de ingredientes de origen vegetal -frutas, vegetales, granos enteros, legumbres, frutos secos, semillas, hierbas, especias y productos botánicos- como ingredientes principales de un alimento. Cuando las etiquetas señalan que un producto está basado en plantas o 100% plantas, por lo general, quiere decir que el producto NO contiene ningún ingrediente de origen animal.
Según un estudio realizado por la mencionada empresa Innova Market Insights, el incremento acumulado de lanzamientos con un posicionamiento basado en plantas , desde 2016 hasta 2020, fue del 45%. El informe detalla que las plantas ya se han expandido a una gran variedad de alimentos. Para mayores datos, las variables más importantes que están impulsando el crecimiento de esta categoría son las siguientes:
El replanteo de las guías alimentarias debido a los problemas de salud asociados a niveles altos de consumo de carne roja.
- La preocupación por el bienestar animal y el impacto ambiental en la producción de proteína animal.
- El interés por el reemplazo de lácteos debido a los alérgenos de la leche y la intolerancia a la lactosa.
- Los beneficios funcionales de las plantas por su alto contenido en nutrientes, fibras, vitaminas y minerales
- El halo de salud que rodea a las proteínas vegetales.
Entonces, esta modificación en el consumo, con el incremento del consumo de alimentos de origen vegetal versus la disminución de alimentos de origen animal, ¿resulta una buena opción desde el punto de vista nutricional?
Según lo señala la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos2, “las dietas vegetarianas y veganas planificadas correctamente son saludables, nutricionalmente adecuadas y pueden otorgar beneficios sobre la salud en la prevención y el tratamiento de ciertas enfermedades, tales como la arteriosclerosis, la diabetes tipo 2, la hipertensión, algunos tipos de cáncer y la obesidad. Son bienvenidos para todos los ciclos de la vida: embarazo, lactancia, infancia, niñez, adolescencia, adultez y, también, para deportistas, pero se debe asegurar el aporte de la vitamina B12 con alimentos fortificados y / o suplementos ”.
Un punto importante para destacar es que las dietas de este tipo son sumamente saludables siempre y cuando estén convenientemente planificadas, otorguen un buen equilibrio y un adecuado aporte de los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo y funcionamiento de nuestro organismo. Es así como aparece el principio de complementariedad, es decir, la combinación de ciertos alimentos para lograr el informe y el equilibrio nutricional buscado. Esto resulta fundamental cuando pensamos en las proteínas, porque además de consumir las cantidades adecuadas, deben otorgarnos los aminoácidos esenciales que nuestro organismo no puede sintetizar.
Entonces, ¿existe el riesgo de no obtener las cantidades adecuadas de determinados aminoácidos con una alimentación 100% basada en alimentos de origen vegetal? La respuesta es negativa, ya que en el reino vegetal podemos encontrar todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita. De este modo, mediante el consumo de una dieta variada y complementaria, se garantiza una ingesta suficiente en cantidad y calidad proteica.
Podemos concluir que una dieta balanceada basada en plantas es una dieta saludable, y que la demanda por este tipo de alimentos seguirá creciendo para instalarse como una normalidad en la alimentación de la población. Por tal motivo, surge una gran oportunidad y, también, un enorme desafío para la industria alimentaria en pos del desarrollo de alimentos atractivos y ricos, pero principalmente, una gran responsabilidad por realizar formulaciones con un adecuado aporte y balance nutricional.
Referencias:
1. Encuesta de Nutrición y Salud Innova 2020, Encuesta de las Diez Principales Tendencias 2020, Encuesta de Estilo de Vida y Actitudes 2020, Encuesta de Sabores 2020, Promedio de 10 países, 1000 encuestados por país.
2. Posición de la academia de nutrición y dietética: dietas vegetarianas , J Acad Nutr Diet, mayo de 2015, 115 (5): 801-10.