Informe: La industria cárnica entre la pandemia y desafíos de producción
Después de un inicio de año turbulento, la producción de carne vacuna y sus mercados, tanto interno como externo, finalizaron el 2020 con un cierto equilibrio que deberá consolidarse durante el 2021.
Por: Paola Papaleo, Editora General AmeriCArne
Fotos: Banco de imágenes
En un año con más incertidumbres que certezas a nivel mundial, la industria argentina de carne vacuna puede decir que finalizó un 2020 respirando más aliviada. Según el Informe Económico Mensual de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), en total se faenaron 1,243 millones de cabezas de hacienda vacuna, resultando ser el 4º noviembre más elevado de los últimos 41 noviembres. En lo que respecta a la participación de las hembras en la faena total, se ubicó en 45,2%, manteniéndose dentro del rango compatible con el sostenimiento del rodeo vacuno.
Para el consultor, Lic. Ignacio Iriarte, “no hay un problema de oferta ni de abastecimiento, la faena de noviembre fue la más alta en diez años para ese mes”. Asimismo, afirma que ello no alcanza ya que “el consumo, muy recuperado, encuentra insuficiente la oferta actual y presiona sobre los precios”. En noviembre, y de acuerdo a la faena clasificada por dentición, la matanza de novillitos y vaquillonas de dos dientes, que cubren el 50% de la faena total, y son la base del consumo, totalizaron las 645 mil cabezas, un 3% más que el mes anterior y un 5% por encima de igual mes del año pasado. En este sentido, para Iriarte “no falta hacienda, sobra demanda”.
Mercado interno, el desafío de abastecer
Tras un año de pandemia, en el que se ha pasado del confinamiento obligatorio a retomar, poco a poco, las actividades y la vida social con algunas restricciones, el consumo de carne en el mercado interno tuvo su protagonismo.
El informe de CICCRA, muestra que entre enero y noviembre de 2020 la producción de carne vacuna fue de 2,9 millones de tn r/c/h y experimentó un crecimiento de 1,8% anual. De esta forma, el volumen ofrecido de carne vacuna se amplió en 50,6 mil tn r/c/h entre ambos períodos. En tanto, el mercado interno habría absorbido 2,087 millones de tn r/c/h en el mismo período. En relación a enero-noviembre de 2019 se habría registrado una caída de 0,5% interanual, que en términos absolutos habría sido de casi 10 mil tn r/c/h. Del total producido, el mercado interno habría representado 71,9% (-1,6 puntos porcentuales interanuales). En lo que respecta al consumo (aparente) de carne vacuna por habitante habría llegado a 50,2 kg/año en noviembre (considerando el promedio móvil de los últimos doce meses). En la comparación interanual se habría registrado una contracción de 1,5% (-0,8 kg/hab/año). En tanto, en los últimos tres años la baja llegó a 12,7% (7,3 kg/hab/año).
Producir más para exportar mejor
De acuerdo a lo publicado por el INDEC, durante octubre las exportaciones de carne vacuna resultaron en 59.319 toneladas peso producto que, traducidas a su equivalente de res con hueso, implican unas 85.245 toneladas. Datos del informe del Rosgan indican que, comparado con igual mes del 2019, el volumen de octubre 2020 resulta inferior, si se lo mide con los meses pico de compras chinas, previo al gran desplome y sinceramiento de precios. Sin embargo, en términos acumulados, la performance de estos primeros diez meses del año resulta muy alentadora, más aún si se lo contextualiza en un entorno de pandemia. Analizando el comportamiento de las exportaciones de carne vacuna durante el año, que arrojan un total de 732 mil toneladas equivalente carcasa (un 9,3% más que las 669 mil toneladas exportadas en igual período de 2019), el documento permite suponer que, manteniendo similar ritmo durante el último bimestre, es muy probable terminar el año con algo más de 900 mil toneladas embarcadas.
Con el anuncio de un importante programa de inversiones orientadas a incrementar un 40% los envíos al exterior en los próximos tres años y alcanzar un volumen de 1,25 millón de toneladas, la industria exportadora local mantiene proyecciones muy promisorias para el mediano plazo. Pero, en materia de precios, las disrupciones provocadas por la pandemia están dejando su efecto negativo con caídas de los valores exportados cercanas al 20% anual.
Por lo tanto, uno de los puntos que más preocupan es la capacidad de producción local. Según el informe del Rosgan, la misma no parece estar en condiciones de acompañar este crecimiento, al menos en el plazo planteado. Esto se debe a que la producción de carne vacuna en los últimos 30 años se ha mantenido estancada en un promedio de 2.800 de toneladas anuales. La exportación, con sus altibajos, ha llevado en promedio un 15% de esa producción hasta los dos últimos años donde ha alcanzado una participación cercana al 30%, con una producción apenas 10% mayor a esa media histórica, 3.100 de toneladas.
Feedlot, un sector que preocupa
A pesar de haber iniciado un 2020 con normalidad, incluso con una ocupación algo mayor que en 2019, la industria del feedlot se vio sacudida al producirse la pandemia.
“Se generó incertidumbre sobre los corrales, al no saber qué pasaría con el ingreso de insumos o el transporte de hacienda” dice el Ing. Fernando Storni -Gerente de la Cámara Argentina de Feedlot y recuerda que “durante los dos primeros meses de la zafra, marzo y abril, los encierres se vieron con un ritmo menor”.
Desde el punto de vista del negocio fue un año atípico. Desde mayo estábamos con márgenes negativos en la relación compra - venta.
Un incremento importante del valor de la invernada, explicado por ser una fuente de reserva de valor por la imposibilidad de acceder al dólar, fue una de las causas de los márgenes negativos en la relación compra - venta que afectaron al sector desde el mes de mayo. A su vez, se sumó el crecimiento de los valores del maíz y sus subproductos, que rondaron entre el 80 y más del 120%. A partir de allí, reconoce Storni, “se empezó a dar una actualización del valor de la hacienda gorda”. Explica que “en octubre y noviembre la baja de oferta fue importante, proyectando hacia adelante una tensión entre la oferta y la demanda y se comenzaron a instalar los precios dela hacienda gorda mostrando subas”. Esa recomposición mostró, también, subas en la hacienda de invernada por lo que se continuó con la situación negativa.
Según el informe de la Cámara de Feedlot, con información recabada de 100 establecimientos asociados, la ocupación al 1 de diciembre de 2020 fue de 54% de la capacidad instalada contra el 61% que había en igual época del año anterior. La reposición es de sólo 0,70 por cada animal que se vende a la faena, lo que indica que por cada animal vendido se repuso un 17% menos. La permanencia en corrales fue de 119 días (engorde y recría a corral) con capacidad de encierre al 1 de diciembre de 2020 de 653.612 cabezas. En definitiva, los ajustes del precio del gordo en el orden del 90% de enero a diciembre, de los insumos de alimentación, del costo de la invernada (+ del 110%), de los costos de estructura, combustible, entre otros, “generan una situación que a pesar de esa recuperación del 89% del gordo, nos mantiene en un estado de resultado negativo”, concluye el Gerente de la Cámara Argentina de Feedlot.
Sin dudas, el 2020 deja un panorama lleno de preguntas sobre precios, producción y consumo que deberán resolverse durante el 2021.
Fuentes consultadas:
Fuente: Revista AmeriCarne Nº 140