INDUSTRIA DE CARNE DE LIEBRE SE CONSOLIDA COMO LA MAS RENTABLE

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) fiscalizó en lo que va del año 4.082 toneladas exportadas de carnes frescas de liebre por un valor de 15.996.000 dólares, lo que supera por tercera vez consecutiva el volumen de envíos del período precedente. La producción de carne de liebre está concentrada en 12 empresas distribuidas en Buenos Aires, Córdoba, Chubut, Santa Fe y Santa Cruz. El total de la producción, exportada a la Unión Europea, le reporta en promedio a cada empresa una ganancia anual de 200.000 dólares, lograda en los tres meses en los que se permite la caza del animal, desde el 1 de mayo hasta el 31 de julio. La actividad genera además importantes fuentes de trabajo, que perduran en muchos casos todo el año. Actualmente se calcula que entre cazadores, acopiadores y frigoríficos trabajan 10.000 personas, de las cuales 2.000 pertenecen a equipos que entregan las piezas durante la temporada. Para instalar una cámara frigorífica que justifique los volúmenes de exportación, se requiere una inversión de entre 150.000 a 200.000 dólares. Según el SENASA, el principal destino de la CARNE de liebre entre enero y septiembre de 2005 fue Alemania, con envíos por 2.249 toneladas; seguido por Holanda, con 934 toneladas; Bélgica, con 507 toneladas; Italia, con 240 toneladas, y Francia, con 119 toneladas. Los cortes exportados incluyen carcaza, cuarto trasero y delantero, lomo, y CARNE sin hueso, que se empacan en envases primarios de polietileno y en unidades de cartón identificadas con el logo del SENASA y de la Unión Europea, de acuerdo con los requisitos de la norma Comunitaria 92/45/CEE que estipulan los países importadores del bloque. No obstante, el negocio tiene una pata débil que es la dificultad para obtener licencias para la caza que eleva los costos de la actividad, según admitió el secretario de la Cámara Argentina de Procesadores de Productos de la Fauna Silvestre y Derivados y dueño de Industria Alimentaria Coronel Vidal SA, Carlos Barrera. "El cazador, muchas veces sin licencia habilitante, se ve obligado a pagar para acceder a ciertos lugares y ese costo lo traslada al precio que nos lo vende", indicó el empresario.Por su parte Andrea Paidón, portavoz del Frigorífico Euro-Tapalqué (ex Establecimiento Tapalqué), manifestó que "luego de la implementación de la Ley Blumberg, donde la portación de armas pasó a ser un delito, nosotros dejamos de proveer los proyectiles incrementando los costos del cazador con la aparición de intermediarios". "Una caja de 50 balas la comprábamos a cinco pesos directamente a fabricaciones militares, mientras que ahora el cazador debe comprarla en la armería a no menos de nueve pesos. Y esta diferencia se traslada a la pieza", explicó Paidón. "Para evitar este y otros temas se requiere de un cambio en el Código Rural de la Provincia de Buenos Aires que actualmente está regido para la actividad comercial por las mismas condiciones que la caza deportiva. Si se modifica esto se va poder mejorar", sostuvo Barrera. Al respecto, el diputado radical Gustavo Daniel Ferrari presentó un proyecto de ley con el objeto de que "los municipios puedan, mediante la firma de convenios con el Poder Ejecutivo Provincial, otorgar licencias o permisos de caza en sus respectivos territorios". De acuerdo con este proyecto la caza comercial se libera de ciertas obligaciones amparadas en la variante deportiva, entre ellas, la posibilidad de cazar de noche mediante el encandilamiento de la presa. "Esta modificación deviene de una cuestión lógica y práctica, dado que resulta necesario a los efectos de que no se frustre la caza, practicar la misma en horas nocturnas y utilizar vehículos automotores", explicita la iniciativa.Con esta dificultades, la mayor diferencia del negocio la embolsan los cazadores que ponen el precio en el remate diario, coincidieron los operadores del sector, que sin embargo admitieron que la actividad sigue siendo lucrativa.

TAGS: