Cómo reducir los antibióticos sin morir en el intento

La estrategia mundial Una Salud requiere el uso racional de los medicamentos y la implementación de acciones que contribuyan a su reemplazo en los casos que sea posible. 



Por: Departamento Técnico Bedson 

Fotos: Bedson

 

Los promotores de crecimiento antibióticos han sido usados a lo largo de los años a bajas dosis y sin un diagnóstico preciso de afección bacteriana. Dicha práctica, empírica por cierto, se está volviendo en deshuso en algunas regiones por orden prohibitivo de los entes fiscalizadores. El racional de dicha prohibición es debido a la potencial generación de resistencia bacteriana afectando a la salud general de la población, contribuyendo al concepto que hace referencia a una estrategia mundial definido por la Organización Mundial de la Salud, One Health. La misma busca la colaboración interdisciplinaria en el cuidado de la salud de las personas, los animales y el medio ambiente.


Como actores responsables de garantizar el Bienestar Animal, y teniendo en cuenta que uno de sus pilares fundamentales es su salud, no debemos prohibir el uso de los antibióticos sino usarlos de manera racional y responsable, sin olvidar los puntos críticos a tener en cuenta a la hora de seleccionarlos:


  • Completo análisis semiológico
  • Correcta toma de muestras y transporte al laboratorio
  • Aislamiento y clasificación de los posibles agentes etiológicos
  • En el caso de aislamientos bacterianos, realizar un antibiograma
  • Pruebas complementarias como los test de sensibilidad antimicrobiana- CIM (concentración inhibitoria mínima), sensidiscos, entre otras.



Una vez que tengamos el resultado del antibiograma y sepamos los posibles antibióticos sensibles, conocer de los mismos tanto su farmacocinética y farmacodinamia es fundamental para poder elegir la mejor opción. Complementario a esto, es importante definir la dosificación, vías de administración, frecuencia y duración y cumplimiento del tratamiento.


No debemos olvidarnos de que estamos trabajando con animales de producción intensiva, lo cual no podemos dejar de lado que debemos verlos como poblaciones de animales y no individuos, por ello el uso de antibióticos en muchas oportunidades se administrará de foma metafiláctica. 


Para poder implementar estrategias de reducción del uso de antibióticos en producción animal, debemos considerar de manera integral los siguientes pilares: 


  • Mejorar los programas de Bioseguridad en las granjas

Mantener y ejecutar un plan de bioseguridad efectivo debe ser la prioridad número uno en toda explotación intensiva que busque gerenciar el riesgo de manera eficiente. Se trata de un conjunto de prácticas ideadas para prevenir la entrada y transmisión de agentes patógenos en las granjas. Es un enfoque estratégico e integrado que engloba marcos regulatorios y normativos y permite gestionar aquellos riesgos que se pueden encontrar en la seguridad alimentaria y la sanidad animal.


  • Estimular la inmunidad de los animales

Existen agentes naturales que han demostrado mejorar la respuesta ante distintos retos que se enfrentan los animales a diario, así como proporcionar mejores respuestas frente a los programas de vacunación que cada día son más complejos y costosos.


  • Implementar programas de mejora de la calidad del agua

Aunque se trata del nutriente más importante para la vida de los animales, el agua no siempre se brinda con las propiedades óptimas para su ingesta. Debemos tener en cuenta algunos factores como la dureza, ph, análisis microbiológico para asegurarnos la salud de los animales. 


  • Mejorar la salud intestinal

Es fundamental proporcionarles a nuestros animales, principalmente en edades tempranas las condiciones adecuadas, para que se desarrolle una microbiota equilibrada Esto junto a una buena calidad de mucus y con un sistema inmunocompetente desarrollado (GALT) permitirá una óptima absorción de nutrientes.


Alguna de las herramientas que podemos contar para la mejora de la salud intestinal son los prebióticos (sustrato utilizado por la microbiota saprófita), y el uso de probióticos (bacterias benéficas), que por distintos mecanismos (ver gráfico) logran mejorar la salud intestinal integral así como la estimulación del sistema inmunológico de los animales. 

 


Mecanismos de acción de los probióticos. Traducido y adaptado por Grande y Ulloa., 2021 desde Gresse et al., 2017


  • Mejorar la integridad hepática

La necesidad de mejorar los indicadores de producción, en especial en animales de alta tasa metabólica, con programas de nutrición y líneas genéticas cada vez más exigentes, ha permitido la evolución de productos naturales y/o Fitobióticos, los cuales se emplean como aditivos de uso constante en las formulaciones nutricionales de varias especies de importancia zootécnica.


Los animales enfrentan constantes desafíos con su metabolismo hepático, como lo es en caso de las intoxicaciones por procesos de Óxido-reducción, hidrólisis y conjugación, en el metabolismo de los xenobióticos, por las toxinas endógenas que el mismo animal produce como son el amoníaco, los pigmentos biliares, los productos de desecho de las células sanguíneas, así como también por toxinas exógenas que ingresan vía alimentación. Un ejemplo claro, que amenaza constantemente a los animales de producción intensiva, son las micotoxinas. Mantener un hígado sano es una de las claves para lograr la expresión fenotípica del potencial genético de los animales. 


  • Uso de Promotores de crecimiento No Antibióticos


Existen compuestos derivados de plantas incorporados a las dietas de los animales que pueden optimizar la productividad pecuaria a través del mejoramiento de la digestibilidad, absorción de los nutrientes y equilibrio de la microbiota. 

Con todo esto podemos concluir que es muy importante dentro de la industria de producción de proteína animal el trabajo en equipo interdisciplinario para lograr cumplir con la estrategia de la reducción de uso de antibióticos así como sumarnos a contribuir al concepto global “Una Salud” (One Health). No olvidemos que en toda salud los antibióticos los debemos usar lo menos posible, todo lo necesario. 


Más información:

https://bedson.com/ 

 

 

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