Cómo mejorar la productividad de las aves y cerdos con suplementos nutricionales

La formulación de las dietas de los animales debe tener en cuenta la incorporación de una alta densidad de nutrientes, para ello se recomienda el uso de enzimas y productos derivados de las plantas como aditivos nutricionales y terapéuticos. 



Por: M.V. Luis Eddie González Villegas, Gerente Técnico - Comercial Regional México, Centroamérica y Caribe en Bedson

Fotos: Banco de imágenes


En términos de costos, los piensos son el insumo más importante para la producción intensiva animal, y la disponibilidad de piensos de bajo precio y alta calidad es fundamental para la expansión de la industria avícola y porcícola. Para un rendimiento máximo y una buena salud, los animales necesitan un suministro constante de energía, proteínas, aminoácidos esenciales, minerales, vitaminas y, lo más importante, agua. Los avances recientes en materia de nutrición se han centrado en tres ámbitos principales:



  1. Lograr una mayor comprensión del metabolismo de los nutrientes y de las necesidades de nutrientes
  2. Determinar la disponibilidad de nutrientes en los ingredientes de los alimentos
  3. Formular dietas de bajo costo y buena calidad que conjuguen necesidades y suministro de nutrientes


Las dietas de las especies usadas para producir proteína animal destinada al consumo humano se formulan a partir de una mezcla de ingredientes, entre ellos granos de cereales, subproductos de cereales, fuentes energéticas y de proteínas, suplementos vitamínicos y de minerales, aminoácidos y aditivos para alimentos. El aumento de los costos y la disminución de la oferta de alimentos tradicionales (debido a la competencia entre su uso para consumo humano o para piensos, y al crecimiento demográfico, entre otros factores) afectarán a la futura expansión de la producción intensiva de proteína animal. Esta situación pone de relieve la necesidad urgente de mejorar la utilización de una amplia gama de piensos alternativos (por ejemplo, harinas de insectos, desechos alimentarios, subproductos agroindustriales, derivados de plantas) y de reducir el uso de componentes comestibles para el ser humano en la dieta de las aves y cerdos. El uso de la mayoría de los piensos alternativos es actualmente insignificante, debido a las limitaciones impuestas por factores nutricionales, técnicos y socioeconómicos. En muchas circunstancias, los recursos de piensos no se utilizan y se desperdician o se utilizan de forma ineficaz.


Los principales tipos de suplementos nutricionales pueden ser naturales o sintéticos. En cuanto a los aditivos para la alimentación animal, podemos mencionar:


  • Oligoelementos. Hierro, Yodo, Cobalto, Cobre, Manganeso, Zinc, Molibdeno, Selenio.
  • Vitaminas, provitaminas y sustancias con efecto análogo, químicamente bien definidas: derivadas preferentemente de materias primas que estén presentes de manera natural en los alimentos para animales. Vitaminas de síntesis idénticas a las vitaminas naturales únicamente para animales monogástricos.
  • Enzimas.
  • Microorganismos( Probióticos)
  • Conservantes: principalmente ácidos orgánicos como Ácido sórbico, ácido fórmico, ácido acético, ácido cítrico.
  • Agentes ligantes, anti aglomerantes y coagulantes: (ej. secuestrantes de micotoxinas como Zeolitas).


    En el caso de las aves, una gran cantidad de factores hacen que la nutrición sea más crítica que la de otras especies:


    • Metabolismo acelerado comparado con los mamíferos.
    • Mayor rapidez del proceso digestivo.
    • Temperatura de 3-4°C más elevada que en los mamíferos (41°C)
    • Son más activas y sensibles a las influencias ambientales
    • Crecimiento rápido y maduración temprana.
    • La producción de huevos depende de que las aves tengan suficientes reservas nutricionales.


    Una estrategia para mejorar la eficiencia alimenticia es a través del uso de enzimas y productos derivados de las plantas, así como minerales que complementan el perfil nutricional y aumentan el aprovechamiento de los nutrientes garantizando que las aves y cerdos puedan cubrir el perfil nutricional requerido. Las enzimas son catalizadores biológicos cuya inclusión favorece una mayor digestibilidad de los nutrientes. Esto contribuye a una reducción del costo final del alimento balanceado y genera beneficios para el medio ambiente (Chotinsky, 2015).


    La formulación de las dietas está orientada a proporcionar un alimento balanceado con una alta densidad de nutrientes, para lograr un alto desempeño animal y disminuir los costos de alimentación. Sin embargo, para ello se requiere analizar aspectos importantes como la concentración de los factores anti nutricionales de las principales materias primas; ya que estos pueden ocasionar que el beneficio sea mucho menor de lo esperado y que los gastos sean mayores de los proyectados (Costa et al., 2008).

    Teniendo en cuenta estos aspectos, es indiscutible que la formulación de las raciones debe considerar cualquier actividad o proceso que permita reducir la cantidad de factores anti nutricionales, ya que la presencia de ellos produce efectos negativos para la nutrición: pueden reducir la ingesta de alimento, trastornos de la digestión, o perjudicar la absorción y la utilización de nutrientes. Además, en la formulación se deben considerar los tratamientos durante el procesamiento de las materias primas y el uso de enzimas, que ayudan a mitigar los efectos negativos de estos factores anti nutricionales (Adeola y Cowieson, 2011).    


    “Una estrategia para mejorar la eficiencia alimenticia es a través del uso de enzimas y productos derivados de las plantas, así como minerales que complementan el perfil nutricional y aumentan el aprovechamiento de los nutrientes”


    Los extractos de hierbas, también llamados fitogénicos, fitobióticos o botánicos, son productos derivados de plantas que se pueden usar en la alimentación animal para mejorar el rendimiento de los animales de granja. Tienen un gran potencial para su uso como aditivos nutricionales y terapéuticos y, con el uso de los ingredientes activos que los componen, es posible minimizar y en algunos casos eliminar el uso de productos químicos como antibióticos y antioxidantes sintéticos, reduciendo así el impacto de residuos en el medioambiente y en productos de origen animal. Además, muchos de ellos eficientizan la función hepática, mejorando los indicadores productivos.


    Más información:

    https://bedson.com/


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