CENTRO PERMANENTE DE CAPACITACION RURAL RIONEGRINO
Elaborado hace un año ante las demandas de los productores y un pedido formal del actual Secretario de Producción, Daniel Lavayén, entonces presidente de la Federación de Sociedades Rurales, el proyecto para la creación del Centro Permanente de Capacitación Rural Rionegrino tiene como objetivos jerarquizar el trabajo rural generando mano de obra especializada, mitigar el éxodo y favorecer el arraigo de los jóvenes a las poblaciones rurales.
Sus autores, el Agr. Edgardo Tejeda, Coordinador Provincial de la Ley Ovina, el Agr. Rodrigo Saldivia, del Área de Capacitaciones UEP Río Negro, y el Lic. Gabriel Jaca, del Área de Comunicaciones de la UEP, quienes trabajaron bajo el asesoramiento técnico de la Profesora Beatriz Lavayén, lo presentaron ante la UEP hace unos meses logrando el visto bueno de las instituciones que integran la Unidad Ejecutora: Ministerio de Producción, INTA, Ente de la Región Sur, Fecorsur, SENASA y Federación de Sociedades Rurales.
Actualmente, según sus autores, la posibilidad de que lo declaren de interés provincial en la Legislatura “no sólo significa un reconocimiento a la importancia que para la provincia y para los productores reviste un proyecto de este tipo, sino que además es un refuerzo ideal para esta etapa en la que se encuentra el plan, que consiste en la búsqueda de apoyo y financiamiento para su implementación”.
ANTECEDENTES Y PROYECCION
En la provincia de Río Negro, sobre todo en la Región Sur, existe un importante grupo poblacional al que es necesario asistir brindándole posibilidades de incorporar nuevos conocimientos, no sólo para generar valor agregado a sus trabajos y una mejor salida laboral, sino además para impulsar el desarrollo de la actividad ganadera de manera más integral, poniendo especial énfasis en el mejoramiento de la calidad de vida de los actores involucrados y sus familias.
Desde 2004, Ley Ovina viene trabajando en capacitaciones a productores, técnicos y trabajadores rurales con importantes resultados: 950 capacitados, 54 cursos a lo largo de la provincia, 11 ejes temáticos específicos abordados, realización de 8 manuales de apoyo didáctico para productores, 4 videos pedagógicos para capacitadores, etc.
Esta estructura, sumada al trabajo global de Ley Ovina en la provincia, les permitió a los autores del proyecto detectar necesidades prioritarias y planear las estrategias más acordes para atenderlas.
Pero el plan, para generar un crecimiento sostenido y un cambio de actitud en la comunidad productiva, debía implicar un proyecto a largo plazo, un programa de capacitación permanente.
Así surgió la idea del Centro, un lugar donde las personas, sobre todo los más jóvenes, empleados o productores, puedan asistir en determinados momentos del año a capacitarse en distintas temáticas referidas a la producción ganadera, sin ver interrumpidas sus actividades laborales, sino por el contrario, complementándolas con el aprendizaje y propiciando la transmisión de esos saberes a sus familias y entornos laborales.
PROBLEMATICAS Y ESTRATEGIAS
Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la ganadería rionegrina tiene que ver con el marcado éxodo de la población rural, la baja densidad poblacional, su envejecimiento y la falta de alternativas e incentivos para que la gente se quede en el campo.
Existe además, un problema concreto propio de la educación en ámbitos rurales: la inadecuación de los sistemas escolares tradicionales a las necesidades específicas de los jóvenes en ese tipo de poblaciones.
Esta falta de pertinencia impacta sobre la sostenibilidad del desarrollo rural, como consecuencia de la desmotivación de muchos jóvenes que optan por el éxodo hacia ámbitos urbanos, en teoría más favorables.
Estudios internacionales que buscan atender el tipo de problemáticas que el proyecto trata, demuestran que las escuelas técnicas y profesionales en todo el mundo se enfrentan a un doble desafío:
1. Dificultad de adecuar los programas de formación que imparten a los trabajos que existen en el mercado.
2. Desequilibrio entre la capacitación impartida y las posibilidades de empleo.
Así surgió, desde el punto de vista filosófico y pedagógico, una respuesta posible a la necesidad de crear vínculos estables y eficaces entre la educación y el mundo del trabajo: la formación en Alternancia.
En este sistema se basa el Centro de Capacitación Rural que proponen para Río Negro. Los pilares sobre los cuales descansaría son: el desarrollo rural, las herramientas de la Alternancia, la formación integral de la persona (trabajador rural, joven, técnico, etc.) y la asociación (de productores, de familias, de trabajadores, etc.).
En pocas palabras, frente a las problemáticas mencionadas, la Alternancia –articulación entre lo que se aprende en el Centro y en el entorno laboral (campo, establecimiento)- devuelve una esperanza en el ámbito educativo a favor del desarrollo en el medio rural. Su función única de interpelar constantemente al entorno, de llevarlo a la toma de conciencia, al poder de decisión ante problemas particulares y a la solución de los mismos, formulados de manera individual o colectiva, constituye un mecanismo para el fermento de agrupaciones diversas, dirigidas y animadas por los mismos integrantes de la comunidad, lo cual es ensimismo un verdadero factor de desarrollo.
La propuesta, en síntesis, es la creación de un Centro de Capacitación Rural Permanente capaz de movilizar personas asociadas que busquen mejorar el lugar donde viven, mediante una fórmula educativa adecuada a su idiosincrasia.
PRESUPUESTO E IMPACTO ESPERADO
El gasto de funcionamiento para un Centro de este tipo en la provincia de Río Negro -con alcance regional- fue estimado en unos 540.000 pesos anuales, con una inversión inicial necesaria de 234.500 pesos, teniendo en cuenta que se espera la utilización de instalaciones ya existentes.
En este sentido, cabe consignar que la idea del Centro es funcionar en el establecimiento de la Provincia “La Posta”, ubicado en El Cuy, debido a su infraestructura y a su ubicación estratégica. El mismo estaría abierto todo el año, realizando actividades dentro de su propio espacio físico y coordinando desde allí las restantes, a realizarse en los espacios privados.
También prevé convocar participantes por región socio-productiva, realizar 5 módulos anuales que se repetirán 3 veces en el año (para el Este, el Oeste y el Centro de la provincia), 4 cursos para profesionales, 5 jornadas con productores en temas complementarios y un Congreso o Foro Ganadero Patagónico bianual.
Cubriría todos los gastos de los participantes, tanto las necesidades básicas como las relacionadas con el aprendizaje, y crearía un Manual de Procedimientos con funciones y responsabilidades. A través de esta estructura, el Centro espera capacitar a 150 trabajadores rurales por año, a 100 productores y a unos 50 profesionales del sector. Su búsqueda, de fondo, es el arraigo de jóvenes a las poblaciones rurales, la jerarquización del trabajo rural y su “categorización”, la mejora en el manejo integral de los establecimientos de la región y por ende de los índices productivos, y la generación de asociaciones de productores vinculados por zona o por problemáticas a las que se enfrentan, entre otras.