Calidad de gestión, una estrategia competitiva

Las certificaciones internacionales constituyen una inversión que influye positivamente en la eficacia de los procesos, reduciendo costos y permitiendo el ingreso a nuevos mercados y clientes.




Por: Claudio Alfredo Leonardi, Director Comercial LSQA Argentina


Foto: Banco de imágenes


Si bien al analizar la historia de la calidad, esta se evidencia ya en la producción artesanal de la Edad Media, ha avanzado desde la inspección de principios del siglo XX hasta los actuales modelos de excelencia en la gestión, pero lo que no puede dejarse de considerar que siempre se ha revelado como una estrategia competitiva.

Aplicado originalmente a procesos industriales, el concepto de Calidad se ha ido injertando hacia otras actividades administrativas y de servicios, mientras que al mismo tiempo ha cambiado sustancialmente su sentido y aplicación.

Actualmente, aquel enfoque basado en la inspección del producto final, ha evolucionado hasta el punto de concebir la aplicación de los principios de la calidad en toda la organización, lo que podría inferir en decirse que estamos ante la Calidad de la Gestión. Asimismo, las técnicas de producción han ido evolucionado con el paso del tiempo y, con ellas, los métodos para hacer que los productos sean competitivos en los mercados.

Conformidad con las especificaciones

De este modo surge la primera definición de Calidad: conformidad con las especificaciones. “A más alta conformidad (calidad), corresponde un número menor de desechos y reprocesos, con lo que el costo del proceso productivo (y del producto) se reduce.” Y así significar un mayor margen comercial o un menor precio de venta, con el consiguiente aumento de la competitividad en el mercado. Así, aparecen los primeros procedimientos de inspección de calidad y la función de calidad que, bajo esta óptica clásica, se limitaban solo a la realización de una serie de observaciones.

Posteriormente, el control estadístico del proceso supuso un avance significativo que permitió mantener bajo control los procesos, reduciéndose así el porcentaje de productos que no cumplían con las especificaciones en las distintas etapas. Años más tarde, el denominado aseguramiento de la calidad, definido como el conjunto de acciones planificadas y sistemáticas tendientes a proporcionar confianza de que un producto satisfaga los requisitos de calidad, fue el precursor de los sistemas de aseguramiento y certificación actuales, como las Normas ISO.

Podemos afirmar que, en la historia de la calidad, Japón tiene un lugar especialmente relevante. En 1954, Joseph M. Juran visita Japón e imparte una serie de seminarios sensibilizando a los niveles directivos altos y medios, acerca de su papel en el control de la calidad. Esta visita de Juran marcó, según Ishikawa, “una transición en las actividades de control de calidad en Japón”1, en el sentido de no limitarlas a ingenieros y empleados de la línea operativa, sino de extenderla a toda la empresa, dando paso a lo que se denominó control total de calidad.

En la década de 1970 el avance en calidad de los productos japoneses fue indiscutible. Su penetración en los mercados occidentales fue más que significativa, y su éxito no se debía únicamente al desarrollo de la garantía de calidad, sino a un factor que no había sido considerado hasta entonces: la satisfacción del cliente. No alcanza con que el producto no tenga fallas o defectos, es imperioso que tenga además calidad de diseño, de forma y que funcione tal y como el cliente espera, es decir, tener características de calidad real, desde el punto de vista del cliente.

Así es que aparece en 1987, la primera edición de un estándar de calidad, de la serie de normas ISO 9000. Esta norma, desarrollada por el Subcomité 2 del Comité Técnico No. 176, presentó los requisitos para que las organizaciones pudieran satisfacer las necesidades de sus clientes y entregar productos o servicios conforme a sus expectativas. En el año 2000, la serie de normas ISO 9000 se somete a una revisión destinada a simplificar su aplicación y orientarla hacia el principio de gestión de procesos y, en esta revisión, es la primera vez que ese término aparece en la norma. 

Hoy en día la Organización Internacional de Normalización se ha convertido en el principal editor de normas. Se trata de una organización no gubernamental formada por 162 países y 3368 organismos técnicos que velan por la reacción de normas ISO. Desde su fundación, ya se han elaborado más de 19.500 normas ISO que abarcan casi todos los ámbitos de la fabricación y tecnología. Entre las más populares podemos destacar:

  • ISO 9001 para los Sistemas de Gestión de la Calidad.
  • ISO 14001 para los Sistemas de Gestión Ambiental.
  • ISO 27001 para los Sistemas de Gestión de Seguridad de la Información.
  • ISO 31000 para los Sistemas de Gestión de Riesgos.

Es entonces que podemos afirmar que existe una norma certificable de buenas prácticas de gestión, para cada actividad existente. Por tal, hoy la calidad no solo es un requisito indispensable y necesario, ya sea para exportar, comercializar o incluso contratar con el Estado, sino una importantísima forma de diferenciación de la competencia, a partir del concepto de CALIDAD IMPLEMENTADA vs CALIDAD  CERTIFICADA.


Asimismo, se pueden destacar entre los principales beneficios de una certificación, la reducción de costos de no calidad; el orden en los procesos, lo cual se traduce en eficiencia y eficacia; el monitoreo de procesos a través de indicadores de desempeño; un capital humano más preparado, al gestionar sus competencias con capacitaciones continuas; y el ingreso a nuevos mercados y captación de nuevos clientes.

ANÁLISIS DE LA SITUACION GLOBAL

Si bien existen en la actualidad cerca de 20.000 normas certificables, nos centraremos en analizar la situación global de dos de las normas más populares a nivel global, la ISO 9001 (Gestión de la Calidad) y la ISO 14001 (Gestión Ambiental). Existían hacia finales del año 2018, más de 1.650.000 certificados en el mundo de ISO 9001, y aproximadamente 350.000 certificados de la ISO 14001 en el mismo período. Asimismo, el Top 10 de ambas normas a nivel mundial se desagregaba de acuerdo al siguiente detalle:


Top 10 ISO 9001



China: 350.631 certificados

Italia: 150.143 certificados

Alemania: 66.233 certificados

Japón: 49.429 certificados

Reino Unido: 37.901 certificados

India: 37.052 certificados

España: 34.438 certificados

EE.UU: 30.474 certificados

Francia: 23.403 certificados

Brasil: 20.908 certificados


Top 10 ISO 14001


 

China: 137.230 certificados

Japón: 27.372 certificados

Italia: 26.655 certificados

Reino Unido: 16.761 certificados

España: 13.717 certificados

Alemania: 9.444 certificados

India: 7.725 certificados

Francia: 6.695 certificados

Rumania: 6.075 certificados

EE.UU: 5.582 certificados


Si este análisis lo enfocamos al sector alimentos, surgen otras normas, como por ejemplo BRC, FSSC 22000 o incluso las auditorías SMETA. La certificación BRC aparece, por primera vez, en el año 1998 con la primera norma BRC Food con el objeto de satisfacer las necesidades de la industria alimentaria que suministra productos de marca propia a los minoristas, siendo la norma BRC Food la que más revisiones ha sufrido, encontrándose actualmente en la versión Nº 8, vigente desde principios de 2020. Existían a principio de la década más de 20.000 certificaciones, en más de 90 países.

Podemos afirmar que, con la implantación de un sistema basado en la norma BRC, además de asegurar la seguridad alimentaria tendremos las siguientes ventajas:

  • Asegurar el cumplimiento de requisitos legales
  • Proteger al consumidor (producto inocuo)
  • Desarrollar una cultura de seguridad del producto
  • Disminuir costos de producción
  • Corrección y control de errores

La norma FSSC 22000 “food safety system certification” ha sido desarrollada por la Foundation for Food Safety Certification (Fundación para la certificación de la seguridad alimentaria), siendo el resultado de la unión del Estándar de Gestión de Seguridad Alimentaria ISO 22000 y la Especificación PAS 220 (o ISO/TS 22002-1), además de otros requisitos con el objetivo de cumplir con las exigencias de certificación de la iniciativa mundial de seguridad alimentaria (GFSI).

La obtención del certificado en FSSC 22000 tiene múltiples beneficios que involucran a todo el espectro de la cadena de suministro alimentaria:

  • Una certificación FSSC es valorada internacionalmente ya que adopta requisitos reconocidos por el mercado, la industria y los organismos internacionales y legislativos.
  • Un Certificado reconocido protege la marca, mejora la confianza del consumidor y garantiza la integridad del producto.

Desde su creación en el año 2009, FSSC 22000 no ha hecho más que aumentar el número de certificaciones. Los últimos datos recogidos señalan que ya ha alcanzado la cifra de 15.000 y varios organismos de certificación en todo el mundo tienen la licencia necesaria para certificar organizaciones bajo este estándar de seguridad alimentaria.

Por último, hablaremos de SMETA (Auditoría de Comercio Ético de Miembros de Sedex, por sus siglas en inglés, Sedex Members Ethical Trade Audit), el cual es un método de auditoría que recopila las buenas prácticas en la técnica de auditoría ética, una de las implantaciones que más ha crecido en la industria alimentaria. Es una metodología creada por los miembros de SEDEX para establecer un protocolo principal acordado que puede ser compartido con confianza. Está diseñada para disminuir la duplicación de esfuerzos en la auditoría de comercio ético, en beneficio a los sectores minoristas, marcas de consumo y a sus proveedores de productos alimentarios o materias primas.

Al utilizar SMETA, un proveedor puede someterse a una auditoría y compartirla con múltiples clientes, en lugar de tener que realizar una auditoría específica para cada uno de ellos, con la correspondiente reducción de costos asociados, tiempo y documentación exigida. Casi 20.000 auditorías SMETA se cargan en la plataforma Sedex cada año.

El Organismo o Ente Certificador

La Entidad de Certificación es aquella organización que tiene como función evaluar la conformidad con y certificar el cumplimiento de una norma de referencia. Es la responsable de la auditoría realizada a las organizaciones interesadas en obtener una certificación de su sistema de gestión de la calidad según ISO 9001:2015, su sistema de gestión ambiental según ISO 14001:2015, entre otras. Dicha entidad debe ser independiente de la organización que audita. Las certificaciones pueden ser a Productos, personas, servicios o sistemas de Gestión.

De acuerdo a la figura 1, debemos asegurarnos de que el organismo o ente certificador cuenta con la acreditación necesaria para la certificación propuesta.





Programas de financiamiento (Acceso a fondos)

Si bien todos sabemos que la calidad no es un costo sino una inversión, en muchas ocasiones y aún más en contextos como el actual, nuestras necesidades y/o expectativas de certificar una norma de reconocimiento internacional choca con la limitante de no disponer de los fondos necesarios para tal cuestión.

Hay en la actualidad un sinfín de herramientas que permitir acceder a fondos (reembolsables o no) destinados a esta tarea. Leyes, programas, incentivos y otras herramientas del Estado promueven e incentivan estas actividades, ya sea a través de beneficios impositivos o bien por asignación de fondos en forma específica. 

Asimismo, existen otros programas que en muchas ocasiones destinan sus esfuerzos al logro de la competitividad del entramado productivo, tal como es el caso del Programa Synergia, el cual permite acceder a fuentes de financiamiento tradicionales y no tradicionales, para ser imputadas al fomento de la competitividad a través de la productividad, la innovación y la calidad.

Para aquellas empresas que deseen acceder a su primera certificación es recomendable tener en cuenta la consulta con especialistas en la materia, previo a cualquier decisión, ya que esto permitirá establecer un plan de viabilidad, optimizar el proceso y evaluar la situación inicial del proyecto.

Si queremos ser competitivos y diferenciarnos de nuestra competencia, si necesitamos y queremos certificar una norma de renombre internacional, no podemos seguir esperando, debemos actuar y apoyarnos en aliados estratégicos que nos acompañen en el proceso y en el camino hacia la excelencia, la única ruta válida para el éxito sostenible.


Más información:

https://lsqa.com.uy/ 


Referencias

1. Ishikawa, K: What is total quality control? The Japanese way. USA: Prentice-Hall, 1985. ISBN: 0-139524339.


Fuente: Revista Solo Aves & Porcinos Nº 86


Compartir:

Post Relacionados