Calefacción segura en granjas avícolas

Una buena ventilación al momento de calefaccionar los establecimientos productivos no solo garantiza la salud de las aves sino también del personal que allí trabaja, para evitar incendios o intoxicación por monóxido de carbono es recomendable recurrir al uso de calefacción por tubos radiantes.

Por: Leopoldo Marrocco, responsable técnico y comercial del canal avícola de Ciroc.

Foto: Ciroc

El uso de equipos con llama expuesta dentro de granjas y galpones conlleva un cierto riesgo de intoxicación por monóxido de carbono y de fuego . Ambos son riesgos fácilmente evitables.

Cuando se usa gas, kerosén, carbón o leña dentro de un galpón (sin chimenea al exterior) se genera monóxido de carbono (CO), un gas que no se ve ni tiene olor pero es altamente venenoso.

La combustión incompleta de los aparatos del carbón y la inadecuada ventilación de los ambientes cerrados pueden causar la inhalación de CO . El gas es incoloro, inodoro y no irritativo, y se dispersa fácilmente en el aire acumulándose en ambientes mal ventilados, sin ser percibido por las personas hasta el momento en que presentan síntomas. Esto puede provocar graves consecuencias a la salud y hasta llevar a la muerte.

Síntomas

El cuadro clínico puede ser solapado y crónico por exposiciones intermitentes y bajas, hasta agudo y mortal . La forma de presentación varía según la concentración de monóxido inspirado, el tiempo de exposición, la ventilación y las condiciones de base de las personas expuestas.

Los cuadros leves suelen presentarse con cefaleas, náuseas, vómitos, mareos o debilidad y, si progresan, pueden llevar a inestabilidad, confusión, visión borrosa, disnea, arritmias, dolor en el pecho, depresión del estado de conciencia, convulsiones y muerte .

Las formas crónicas, en cambio, se caracterizan por cefaleas, fatiga crónica, trastornos neuropsiquiátricos (labilidad emocional, déficit de la memoria, dificultad para las tareas habituales, trastornos del sueño), entre otros síntomas.

Medidas de prevención

  • Mantener el ambiente ventilado una vez encendidos los artefactos a gas, carbón o leña . Siempre debe haber una ventilación abierta, tanto de día como de noche, y aún cuando haga frío.
  • Prestar atención al color de la llama de los artefactos: debe ser azul; si es naranja o colorada, el artefacto debe ser apagado y revisado, dado que no está funcionando correctamente y está generando monóxido de carbono.
  • Una vez al año las instalaciones a gas deben ser revisadas por gasistas matriculados y se debe verificar que la ventilación (chimeneas y tubos) no se encuentre obstruida por hojas, basura o nidos de pájaros, entre otros.
  • No encender nunca un grupo electrógeno en el interior. El artefacto en funcionamiento siempre debe estar en el exterior.

    El fuego, riesgo adicional

    El incendio de una granja es una verdadera catástrofe para el avicultor pues no solo supone la pérdida del edificio e instalaciones sino también de las aves. Las grandes naves de hoy en día pueden llegar a contener decenas de miles de aves y un accidente de este tipo genera pérdidas muy altas.

    El uso de equipos de calefacción que no cuentan con cámara de combustión y chimenea al exterior del galpón, aportan un cierto riesgo de extender la llama desde el equipo hacia el ambiente. Ya sea porque accidentalmente se cae la pantalla al suelo o porque se acerca a ella algún material inflamable (ropa, trapos, plumas, etcétera).

    Medidas de prevención.

    Para cuidarse de los riesgos de incendio es fundamental atender dos pilares:

    • Atención a las instalaciones y equipos

    Revisar anualmente la instalación de electricidad: el cableado, tomas y llaves térmicas, y realizar un revisión y medición cada vez que se instala un nuevo equipo.

    Revisar anualmente la instalación de gas y los equipos con un gasista matriculado, prestando atención al estado de las chimeneas. Si se utilizan pantallas portátiles deben limpiarse y guardarse adecuadamente.

    • Información y capacitación

    Informar y capacitar a todas las personas que trabajan en la granja acerca de los riesgos, los cuidados y las medidas que hay que tomar en caso de siniestro y contar con los números de teléfono de bomberos y asistencia médica en un lugar visible y accesible por todas las personas es crucial.

    En los últimos años en las granjas de parrilleros se ha extendido el uso de calefacción por tubos radiantes. Estos equipos se instalan cerca del techo del galpón por lo que no están en contacto con las aves ni las personas y cuentan con chimenea que envía los gases de la combustión al exterior.

    Las grandes ventajas de este sistema de calefacción:

    • Salida de gases quemados al exterior, lo que evita mantenimiento del quemador, mejora la calidad de aire y reduce la humedad del ambiente.
    • Manejo automático con termostato digital o por conexión al controlador de ambiente existente.
    • Ahorro de gas.
    • Equipo certificado por el IGA.
    • Fabricado en Argentina, con service y repuestos disponibles.
    • 1 año de garantía.

    Otra de las ventajas de estos equipos es que funcionan en forma automática con un termostato de ambiente que analiza la temperatura y activa el encendido y apagado del equipo. El sistema infrarrojo de baja intensidad de los tubos radiantes entrega calor directo a los animales y al piso, generando un amplio espacio de confort.

    Fuentes de información consultadas
    INTA https://www.argentina.gob.ar/produccion/prevencion-intoxicacion-monoxido-carbono

    Argentina.gob.ar Salud https://www.argentina.gob.ar/salud/glosario/intoxicacionpormonoxidodecarbono
    Consejo de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina
    Video: Que hacer en caso de incendio https://youtu.be/7DhgjUQn2pc

    Más información:
    http://www.ciroc.com.ar

    Fuente: Revista Solo Aves & Porcinos Nº 86

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