ARGENTINA: PRODUCCION DE CARNE PORCINA TIENE AUN CAMINO POR RECORRER
Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer y quizá hasta una buena campaña de difusión. Un ejemplo es la que en la década de 1980 se hizo con la carne de pollo, que contribuyó al crecimiento de esa producción que hoy representa alrededor de 2 millones de toneladas anuales de carne avícola, un stock que alcanza a los 700 millones de cabezas de pollos.
En ese sentido, un grupo de pequeños productores hicieron una fuerte apuesta a la actividad para incentivar el consumo de carne porcina y así fundaron la Cooperativa de Productores Porcinos de Navarro, ubicada en el partido homónimo, a 120 kilómetros al oeste de la Ciudad de Buenos Aires.
Uno de los caminos que encontraron para contribuir a la difusión del consumo de carne de origen porcino es "La lechonada", cuya tercera edición, organizada por la Cooperativa y el municipio de Navarro, se concretó entre el 15 y el 16 de marzo, en un antiguo predio que perteneció al Ferrocarril Belgrano y que hoy es un centro de exposiciones.
La producción porcina en la Argentina se encuentra en plena expansión, de acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Agricultura. A diciembre 2013 se faenaron 4,6 millones de cabeza y se obtuvieron 402.000 toneladas de carne porcina.
El consumo de esta carne en el país se ubica en 8,5 kilos per cápita por año (kg/C/A), pero si ese valor se desagrega, el de embutidos totalizó un promedio de 5,5 kg/C/A y los cortes frescos apenas alcanzaron a los 3,1 kg/C/A.
Las importaciones se ubicaron en 16.700 toneladas y las exportaciones totalizaron algo más de 6.400 toneladas, de acuerdo con datos suministrados por el Ministerio de Agricultura, en base a información suministrada por el SENASA.
Orígenes
La Cooperativa se fundó en 2011 cuando un grupo de productores, cansados de trabajar en forma individual, decidió aunar los esfuerzos para obtener un precio de los insumos más bajo y, a su vez, aumentar los volúmenes de entrega de porcinos a faena para mejorar el precio por cantidad y calidad. La mayoría de los productores asociados a la Cooperativa ya pasaron por otras experiencias de asociativismo porque algunos de ellos fueron integrantes de distintos grupos de Cambio Rural que, por diversas circunstancias, se fueron disgregando.
Daniel Yure, presidente de la Cooperativa, recordó que los primeros pasos se dieron cuando cinco o seis productores con pocas madres (algunos tenía 20 o menos, y otros superan los 80 vientres) no ocultaban su preocupación por los costos operativos, la falta de capacitación y las escasas posibilidades de conocer otras experiencias para intercambiar ideas y acceder a un mayor conocimiento. Con la formación de la Cooperativa tuvimos la posibilidad de producir un mayor volumen de lechones y capones, lo que nos permitió obtener un precio justo por la mercadería entregada y además buscamos mejorar la calidad de nuestros animales, que estamos logrando, pero sobre todo nos enriquecemos con el intercambio de experiencias productivas", sostuvo a Ambito del Campo Yure.
Pese a que la entidad lleva pocos años funcionando en forma orgánica, ya se pueden apreciar los resultados del esfuerzo común porque entre todos los socios suman unas 400 madres porcinas, con un promedio de 2,5 preñez anual, y entre 10 y 11 lechoncitos por parición y por cerda, con una cosecha anual que se ubica entre los 6.000 y 6.500 lechones.
Objetivos
Uno de los objetivos que se impusieron los fundadores de la Cooperativa es producir carne de cerdo con marca de origen como "lechones y capones de Navarro". Así, buscan abastecer a la población y a toda la región, que abraca a varios partidos del oeste y el sudoeste como Cañuelas, Lobos y otros distritos aledaños. "Queremos llegar a ser proveedores de toda la región con capitales nuestros, porque el consumo de cerdo va a seguir creciendo y creemos que tenemos capacidad para atender una parte importante de la demanda que se viene", añadió Yure.
Con los faros puestos en esos objetivos, los integrantes de la Cooperativa incorporaron genética porcina de altísimo nivel y para ello utilizan cerdas procedentes de la cruza Landrace y Yorshire. Los padrillos utilizados por la mayoría de los productores son de la raza Pietrain, por su condición carnicera: "Lo que queremos es producir con valor agregado y unificar la calidad de los animales" , añadió Yure.
Para alcanzar alguno de esos objetivos, la Cooperativa firmó un convenio con la Secretaría de Agricultura Familiar para acceder a un subsidio que posibilitará a esta organización la construcción de una pista de engorde de uso común por parte de los socios, además de un molino para producir alimentos balanceados y, el paso más inmediato, será abrir una carnicería dedicada a la venta exclusiva de carne porcina con una marca que identifique a la región.
Fuente: SinMordaza