Argentina presentó la primera cepa vacunal en el mundo para combatir la Leucosis Bovina
El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, junto a los titulares del INTA, Mariano Garmendia, y del Senasa, Diana Guillén, presentaron la autorización comercial del evento Virus de la Leucosis Bovina modificado genéticamente, cuyo uso potencial previsto es conformar el principio activo de una vacuna para combatir la enfermedad en el ganado vacuno.
"Es la primera vez que la Argentina desregula un virus modificado para uso directo y que se obtiene su liberación para uso comercial. Estamos orgullosos de este logro científico que constituye un verdadero avance hacia la erradicación de la enfermedad de la Leucosis Bovina", dijo Bahillo sobre el evento biotecnológico, publicado en el Boletín Oficial.
Y continuó: "Quiero rescatar las políticas de inversión presupuestaria en los organismos que realizan investigación y extensión como el INTA y Senasa. Trabajaron muchísimos profesionales que son un orgullo para la Argentina, y que desde el Gobierno buscamos destacar para fortalecer el desarrollo científico tecnológico que es un eje central para promover la producción".
En la misma línea, Garmendia expresó: "Este desarrollo nos da orgullo, renueva nuestro compromiso y nos invita a soñar con una argentina grande". Señaló que se trata de un desarrollo con más de 15 años de trabajo, “lo que implica entender el largo camino que recorren los equipos de investigación”.
En tanto, Guillén comentó: "Con este anuncio estamos poniendo en valor a la ciencia argentina, a través de un desarrollo nacional que surge de una política pública. Junto a la Secretaría y al INTA, desde el Senasa vamos a acompañar el proceso para el registro de la vacuna".
Por su parte, la científica responsable del evento y directora del Instituto de Virología del INTA, Karina Trono, explicó: "Esta enfermedad afecta a casi todas las vacas de leche y a sus crías y por ser tan silenciosa el productor no la ve. Esto se hace con biotecnología, tomamos una parte del virus para transformar una cepa maligna en una cepa más benigna que la original, que no contagia".
La Secretaría de Agricultura otorgó la autorización a través de la Subsecretaría de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional, conforme los procedimientos a ser instrumentados por la Dirección de Nacional de Bioeconomía que tuvo a cargo la responsabilidad primaria del trámite.
La normativa establece que el análisis de los impactos en la producción y comercialización que podrían derivarse de la autorización comercial de los Organismos Vegetales Genéticamente Modificados (OVGM) de uso agropecuario, estará a cargo de la Dirección de Mercados Agrícolas.
Impacto de la enfermedad
Más del 80% de los tambos en la Argentina, países de América Latina y el Caribe, de América del Norte, Europa Oriental y de Asia están infectados con el Virus de la leucosis bovina (BLV).
Cada año muere el 10% de los animales infectados. Esto genera un impacto negativo en el sistema productivo lechero, provocando un lucro cesante de alrededor de 5.300 dólares por vaca muerta afectada, según un estudio de impacto económico realizado por INTA en 2014.
Sobre el desarrollo del INTA
Se trata de un sistema profiláctico utilizando una cepa viral atenuada denominada BLV DX 6073. Desde 2008, el INTA trabaja en colaboración con la Universidad de Liege (Bélgica). Fue desarrollada por modificación genética de la cepa natural circulante y se podrá incorporar al proceso de elaboración de una vacuna.
La modificación genética de la cepa significa que se "redujo el poder de contagio y el poder de provocar tumores" del virus. La cepa BLV DX 6073 tiene un potencial uso estimado como vacuna para el ganado bovino de Argentina, de los países de América latina y el Caribe, de Norteamérica y de Asia, donde la enfermedad leucosis bovina enzootica es endémica.
Es capaz
de inducir una respuesta inmune anti-BLV comparable a una respuesta inmune
salvaje. No se propagó a centinelas no infectados mantenidos durante períodos
de tiempo prolongados en el mismo rodeo. A su vez, provocó la transferencia
pasiva de anticuerpos a los terneros recién nacidos a través del calostro
materno, mostrando la persistencia de la inmunidad pasiva anti-viral.
Este desarrollo tecnológico le permitirá a la Argentina ofrecer en el mercado un producto con más garantías de inocuidad. “El provirus no fue detectable en ninguna de las muestras de musculo y órganos para consumo provenientes de vacas infectadas con la cepa vacunal, mientras que sí fue detectado en las muestras procedentes de la infección natural”, aseguró Trono y agregó que “se observó una reducción drástica de provirus en leche, en comparación con la cepa natural de campo, así como el primero no fue detectado en el calostro”.