ARGENTINA: PLAN PARA RECUPERAR MERCADO DE CARNE EN CHILE
"Chile es un mercado muy importante para las carnes argentinas y esta presentación refleja la decisión de productores e industriales de recuperar en esta plaza las posiciones que corresponden a la calidad de nuestro producto", dijo Arturo Llavallol, presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). La entidad, que organizó la degustación ofrecida en la sede de la embajada argentina en Santiago, reúne a los integrantes de la "cadena de la producción" de la carne integrada por ganaderos e empresarios de la industria frigorífica. Durante el encuentro, al que asistieron más de 200 invitados entre funcionarios, importadores, representantes de cadenas de restoranes y supermercados y dirigentes del comercio y la producción de Chile, se ofrecieron una variedad de platos de diferentes cortes de carne, acompañados con vinos argentinos, preparados por la experta internacional Paula Larenas Stevenson. En representación del Gobierno argentino, participaron el subsecretario de Política y Economía Agraria, Claudio Sabsay, y el embajador en Chile, Carlos Abihaggale. "La degustación es el primer paso de un plan promocional mucho más amplio que marcará una presencia permanente de las carnes argentinas en Chile", enfatizó Llavallol. Por su parte, el presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carne de la República Argentina (CICRA), Miguel Schiariti, destacó que "Chile es un mercado importante para las carnes argentinas porque demanda los cortes complementarios a los de la cuota Hilton (destinados a la Unión Europea) y permiten un aprovechamiento integral de la res". Las ventas de carne bovina argentina (fresca y menudencias) a Chile sumaron 38.400 toneladas en 1999 por cerca de 100 millones de dólares y representaron el 20 por ciento de las exportaciones cárnicas argentinas de ese período. Al año siguiente, el volumen de los despachos alcanzó a 32 mil toneladas, equivalente al 16 por ciento de las exportaciones cárnicas, pero en marzo de 2001 se reconoció oficialmente la existencia de aftosa en Argentina y el mercado trasandino se cerró hasta fines de 2002. A comienzos de 2003 se reiniciaron las ventas a Chile que volvieron a suspenderse, nueve meses después, por la reaparición de aftosa, en esta oportunidad, en cerdos, en la localidad salteña de Tartagal. En esa etapa -período enero-setiembre 2003-, los embarques de carne argentina a Chile sumaron 20.156 toneladas por 32,7 millones de dólares. La última reapertura del mercado trasandino se anunció oficialmente el 6 de julio y dos semanas después salió el primer cargamento de 20 toneladas despachadas por el grupo de productores de la empresa Exal desde el frigorífico Matievich de Rosario, Santa Fe. "Las operaciones se realizan sin inconvenientes pero Argentina tendrá que trabajar muy duro para recuperar las posiciones que tenía antes del cierre", dijo Luis Piñero Pacheco, titular de la firma exportadora. "Hasta 2000 teníamos el 70 por ciento del mercado chileno. En 2003, cuando volvimos recuperamos la mitad, el 35 por ciento, y ahora nos costará volver a esta última marca", puntualizó. Es que la prolongada ausencia argentina del mercado trasandino coincidió con el cierre de esa plaza para las carnes de Paraguay, igualmente afectado por la aftosa, y el espacio fue ocupado por los exportadores de Brasil que lograron imponer un producto de menor calidad aunque a más bajo precio. Los exportadores argentinos admitieron también que "la falta de continuidad de los envíos es una fuerte carga negativa" al momento de renegociar las alianzas comerciales con los importadores chilenos. En los últimos 4 años, los envíos de carne argentina a Chile fueron suspendidos en dos oportunidades y los compradores trasandinos no descartan nuevas interrupciones a pesar de las seguridades verbales que les brindan los argentinos, indicaron. La situación es diferente con Brasil, cuya regionalización sanitaria le permite diferenciar las zonas de su territorio con enfermedad y, con o sin aftosa, y da seguridad a sus clientes de la continuidad de sus envíos. Algunas entidades de la producción y la exportación manifestaron la conveniencia de aplicar un sistema similar en Argentina pero sus propuestas chocaron, hasta el momento, con la fuerte resistencia de los sectores que se consideran perjudicados por la medida.