ARGENTINA: CONCLUSIONES DEL CONGRESO GANADERO CRA

ARGENTINA: CONCLUSIONES DEL CONGRESO GANADERO CRA
A continuación, transcribimos el resumen de las conclusiones que arrojó el mismo.
 
CONCLUSIONES CONGRESO GANADERO CRA 2010
 
RESUMEN
 
La ganadería es un factor de desarrollo económico y social para el interior del país y la Argentina en su conjunto.
La cadena de la carne está entre los principales proveedores de alimentos del país, pero también es arraigo, genera empleo, divisas y demanda insumos de otros sectores de la economía.
De hecho, las actividades que la integran y la producción primaria, por su efecto multiplicador, están por encima del promedio de otras actividades económicas.
Sin embargo, desde afuera del sector, la ganadería fue vista durante décadas bajo una óptica errónea y estereotipada que desprecia su aporte al desarrollo económico social y considera que su utilidad en el sistema se circunscribe a proveer alimentos baratos y materias primas para financiar la transformación económica de otras áreas.
Esa visión que fue y aún es funcional a otros sectores económicos, de alguna manera logró ser impuesta y asumida como correcta, por una parte importante de los sectores políticos con capacidad de decisión.
Un conjunto de ideologismos y preconceptos impidieron que se liberara la capacidad de crecimiento y aporte del sector al desarrollo; incluso más que otros factores o condicionantes técnicos y económicos.
Por eso mismo, es imprescindible revalorizar a la ganadería y al sujeto ganadero.
 
POTENCIAL DE LA GANADERÍA
 
El sector ganadero está en condiciones de satisfacer el mercado interno y a la exportación. El reacomodamiento de precios de los últimos meses, es producto de años de falta de estímulos para aumentar y mejorar la eficacia del rodeo nacional.
La inmensa mayoría de las explotaciones ganaderas son PYMES familiares, por eso el daño causado por los errores políticos es más inmediato y trasciende el efecto de una simple ecuación económica.
En zonas mixtas, la ganadería se complementa con la agricultura, promoviendo el arraigo de la familia rural y permitiendo el agregado de valor local.
La ganadería vacuna es fuente de seguridad económica para los pequeños productores de muchas zonas marginales, que no tienen alternativas productivas. En otros casos, es complementaria de economías regionales, agricultura de subsistencia o autoconsumo, etc.
Por eso, la política sectorial del gobierno nacional de los últimos cuatro años, afectó muy especialmente los ingresos de esa franja menos favorecida de la población rural.
Hasta el año 2006, coexistiendo con el auge de la agricultura, la actividad experimentaba un proceso evidente de crecimiento cualitativo y cuantitativo. Mejoró la producción y los argentinos
consumieron más carne a pesar de que gran parte del rodeo nacional se desplazó hacia zonas marginales o quedó circunscripta a los campos inferiores de la pradera pampeana.
Simultáneamente, aumentaron las exportaciones de carne.
Adaptándose a una demanda internacional cada vez más exigente, se consiguieron ingresos de divisas importantes para el país Brasil, Uruguay, Paraguay, etc., con sus ejemplos exitosos,
nos demuestran que otros modelos son viables.
 
CIERRE O REGULACION DISCRECIONAL DE LAS EXPORTACIONES
El cierre de las exportaciones es una herramienta incorrecta e ineficaz para asegurar el abasto interno con volumen y precios razonables. Es incorrecta por discriminatoria, porque genera
desaliento e inseguridad en los sectores de la cadena de la carne, porque nos desacredita en el mercado internacional y porque compromete seriamente el futuro de la producción ganadera.
La cadena de la carne venía trabajando muy seriamente para ganar mercados externos sumamente competitivos. El abandono arbitrario de posiciones duramente ganadas, generó un grave desprestigio a nuestro país en un rubro emblemático desde el punto de vista de
nuestro comercio internacional.
Quizás peor que el quebranto económico causado a toda la cadena y la pérdida de divisas que el país deja de recibir, es el desaliento generado por medidas impuestas de hecho, sin el aval de normas o resoluciones formales; por simple comunicación verbal, sugerencia intimidatorias o demorando arbitrariamente los trámites administrativos y la entrega de documentación que el mismo estado exige; se llamen ROE, PREROE, Licencias no Automáticas de Exportación,
Cuotas, Cupos etc. etc.
 
CONTROL DE PRECIOS, CONVENIOS Y OTRAS REGULACIONES
Más allá de resultado nulo, o en todo casó efímero de medidas o convenios de precios enfocados en objetivos mediáticos, está claro que los controles no lograron mejorar el abastecimiento ni bajar el precio de la carne en el mercado interno.
La atomización que caracteriza la mayoría de los sectores que integran la cadena de la carne, hace inviable soluciones que pasen por un control de precios en origen o en el comercio minorista. El abastecimiento de cortes no demandados por la exportación parece una
opción racional en la coyuntura. A largo plazo hay que producir más en base a la recuperación de la confianza del sector.
 
CRISIS ANUNCIADA DEL STOCK LA SEQUÍA TIENE LA CULPA
El marco político y fiscal vigente (retenciones, cierre de exportaciones, etc.)
Los representantes de la producción alertaron suficientemente sobre los errores en la política de carnes y sus consecuencias.
Pérdidas económicas e incertidumbre primero detuvieron el proceso de crecimiento y terminaron desencadenando una brusca caída del stock que la sequía solo agravó.
Los efectos de la sequía podrían haber sido mucho menos graves en otro contexto. La ecuación económica desfavorable y la falta de perspectivas impidieron el uso de herramientas técnicas adecuadas para paliar los efectos del clima.
Pasados 4 años, desde el cierre de las exportaciones, tanto el diagnóstico como el marco general de nuestras propuestas mantienen su validez. La mejora de los precios, no alcanza para motorizar un proceso prolongado y firme de recomposición del stock y aumento de la productividad. Además de un margen económico razonable, que no debe ser desvirtuado en el futuro por nuevas intervenciones arbitrarias, es imprescindible que el contexto político valore a la ganadería como herramienta de desarrollo, creando seguridad jurídica y un marco
institucional favorable.
 
DIÁLOGO - NEGOCIACIÓN CON EL SECTOR PRODUCTIVO
El gobierno deben plantear al sector un diálogo sincero y abierto, sin trampas ni segundas intenciones.
Quedó demostrado que es inútil o contraproducente que sectores aislados, por temor o para conseguir alguna ventaja particular, firmen acuerdos imposibles de cumplir o de nula implicancia práctica.
 
POLÍTICAS Y PLANES GANADEROS PROVINCIALES
Los políticos y gobernantes provinciales deben ser muy claros en su postura sobre el tema ganadero. La ambigüedad o el temor de perder el favor de las autoridades nacionales, deben dejarse de lado para defender la producción, fuente de ingresos genuina y muchas
veces la única de muchos pueblos del interior.
Por sí solos, los planes ganaderos provinciales pueden ser esfuerzos ponderables que deben enfocarse en factores locales que afectan el desarrollo de la actividad, aunque inútiles en un marco nacional que desdeña el papel de la ganadería como factor de desarrollo en el interior.
 
INTERACCIÓN CON LOS LEGISLADORES
Mientras tanto, las entidades de los productores deben poner el énfasis en la actividad legislativa, haciendo conocer problemáticas, soluciones sugeridas y fundamentalmente cual es la realidad y cual la potencialidad de la ganadería vacuna

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