AMERICARNE Nº 118
RED ALIMENTARIA:
TRABAJO Y COMPROMISO, BASES DEL CAPITAL SOCIAL
El trabajo a conciencia, la estrategia inteligente en pos de un objetivo, el tesón y la búsqueda de la excelencia son algunos de los atributos necesarios, tanto para satisfacer los requerimientos de los consumidores y socios comerciales, como para obtener los buenos resultados que cumplan con sus exigencias.
Esas cualidades se ven reflejadas, sin duda, en los avances tecnológicos y de ingeniería de diseño y procesos que, en forma permanente, muestran los fabricantes de equipos para la industria cárnica, en todo el mundo.
Quizás a aquellos atributos haya que agregarle la pasión y el compromiso con lo que se hace. Y eso se da, casi como una condición indispensable, en aquellos industriales que, contra viento y marea, apuntan a la mejora continua de sus productos.
Lo mismo sucede en los campos, donde la producción ganadera de carne, también sorteando dificultades, ha sabido mantenerse y superarse en niveles de producción y eficiencia, aunque sus resultados puedan optimizarse más todavía.
Pasión, trabajo a conciencia y compromiso, generan algo más que resultados económicos y progreso técnico: capital social que beneficia -en conocimiento, riqueza y cultura- a toda una comunidad.
No es posible plasmar ese capital social, sin un diálogo adecuado entre los actores públicos y privados que -en intercambio y reconocimiento mutuo y permanente- se integren en objetivos comunes.
Algo de esto hemos visto semanas atrás en espacios como FIAR y ExpoAmeriCarne, y en un ámbito como la Mesa de Trabajo Público-Privada en Alimentos, que Red Alimentaria convocó en la pasada muestra realizada en Rosario. Es tan solo un ejemplo de procesos que nacen y que sus actores harán crecer hasta donde sus esfuerzos y las circunstancias los lleven.
Más allá de las dificultades cotidianas, desde estas páginas seguimos creyendo que solo la interacción público-privada entre las instituciones, con responsabilidad democrática y que genere resultados fructíferos, será el instrumento adecuado para seguir trabajando en pos de mantener y acrecentar el capital social común.
¡Hasta el próximo número!
Devora Dorensztein
Directora Red Alimentaria
FIFRA: MEJORA LA FISCALIZACION. FALTA REDUCIR LA PRESION FISCAL
A más de un mes de vigencia del nuevo régimen de pago a cuenta de IVA, por informaciones preliminares, se podría decir que su implementación ha sido un éxito. Incluso, el pago a cuenta de Ingresos Brutos en la provincia de Buenos Aires estaría funcionando correctamente.
Se hace necesario coordinar rápidamente con el resto de las provincias, para que también implementen la alícuota de ingresos brutos diferenciada para los matarifes abastecedores, a razón del 0,5%, al igual que como rige en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.
Sucede que, en algunas jurisdicciones, esa alícuota llega hasta el 3% y hace ilusoria cualquier acción para transparentar el mercado, ya que la presión impositiva se vuelve insostenible.
En el mismo sentido, se torna sumamente necesario buscar un encuadre tributario para el sector minorista. Los carniceros desempeñan un oficio que no difiere en demasía con los plomeros, gasistas o artesanos. Pero en cuanto a su encuadre tributario, no se pueden obtener los beneficios de un régimen simplificado, porque su facturación hace que se excedan en las escalas fiscales, pero su utilidad en muchos casos es inferior al monto de sus ventas.
Esta situación, sumada a las altas tasas de ingresos brutos a nivel minorista, hace que estos comerciantes no quieran que la mercadería les sea facturada, generando problemas para el sector mayorista.
La solución para este dilema se torna indispensable para continuar con el sinceramiento del sector de ganados y carnes, so pena que el esfuerzo que actualmente se realiza fracase. La Subsecretaria de Control Comercial Agropecuario, dependiente del Ministerio de Agroindustria de la Nación, ha salido decididamente a fiscalizar el cumplimiento de la normativa impositiva, previsional y comercial, imponiendo sanciones severas como la suspensión preventiva de actividades.
Pero el país es extenso y el personal y recursos es escaso. Por ende, a la fiscalización hay que ayudarla reduciendo la presión fiscal (en su mayoría de impuestos locales), permitiendo un encuadre tributario al sector minorista.
Igualmente, la situación general de la industria frigorífica continúa siendo precaria, como lo dijéramos algunos meses atrás. Hay una nueva baja en el precio del cuero, otrora principal subproducto de faena, que parece no tener piso, y un aumento en prácticamente todos los costos. A los ya anunciados en los servicios, habrá que adicionar el de los salarios, dado que el acuerdo paritario venció el pasado 31 de marzo.
En el marco de la discusión salarial, esperamos la citación del Ministerio de Trabajo para iniciar formalmente la negociación. En la reunión convocada y celebrada en el Ministerio de Agroindustria el pasado 14 de marzo, en presencia del ministro Buryaile y de representantes de la cartera de Trabajo, la industria en su conjunto expresó y ratificó su posición, y la necesidad de que haya una única negociación salarial y una única escala vigente en todo el territorio del país.
Mayo no será un mes cualquiera, con los mayores costos de la industria y el actual precio de la hacienda debería haber un aumento de precios de la carne al consumidor. Habrá que estar atento a la evolución de los valores al público, porque toda esta presión de costos sobre la cadena tiene que trasladarse inexorablemente a alguno de sus extremos.
¡Hasta el próximo número!
Daniel Urcía
Presidente de FIFRA