Aditivos alimentarios para prevenir micotoxinas en rumiantes

Factores climáticos y de almacenamiento pueden alterar la características de cereales y oleaginosas provocando daños en la fisiología digestiva del animal y lesiones en varios órganos por una micotoxicosis, produciendo un menor desempeño productivo, lo cual se puede prevenir con el uso de aditivos tecnológicos naturales que mejoran la salud ruminal e intestinal de los animales.

Por: Ing. P. Agropecuaria Christian A. Vagedes, Gerente Comercial de Porfenc

Fotos: Banco de imágenes

Las micotoxinas son sustancias tóxicas resultantes del metabolismo secundario de diversas cepas de hongos filamentosos. Son compuestos orgánicos, de bajo peso molecular. En climas tropicales y subtropicales, el desarrollo fúngico se ve favorecido por factores como excelentes condiciones de humedad y alta temperatura.

Los hongos crecen y proliferan bien en cereales y algunas oleaginosas, principalmente maní, maíz, trigo, cebada, sorgo, arroz, soja; los cuales generalmente encuentran un sustrato altamente nutritivo para su desarrollo. El crecimiento fúngico y la producción de micotoxinas en cereales y oleaginosas puede ocurrir en diversas fases del proceso en la maduración, cosecha, transporte, procesamiento, o en el almacenamiento de los granos .

La reducción de la humedad de los cereales a través del secado es de fundamental importancia para reducir los niveles de contaminación. Más de 400 micotoxinas, conocidas en la actualidad, son producidas por aproximadamente una centena de hongos.

La formación de micotoxinas es dependiente de una serie de factores como la humedad (hoy se hacen mediciones de Actividad agua, Aw), temperatura, presencia de oxígeno, tiempo para el crecimiento del hongo, constitución del sustrato, lesiones o agresiones a la integridad de los granos producidas por insectos o daño mecánico o térmico, cantidad del inóculo fúngico; así como la interacción y competencia entre los linajes fúngicos.

Las características genéticas del cereal representan un factor cada vez más decisivo en la solución del problema. Estos múltiples factores demuestran que el control muchas veces se torna muy difícil. Por ejemplo, las condiciones climáticas en el período de la cosecha de los cereales, en función del régimen pluviométrico, no favorecen el secado de los granos, especialmente del maíz, ya que en los últimos años se ha corrido la cosecha a épocas más invernales donde las humedades están por encima de los valores ideales. La siembra directa, más allá de ser una herramienta muy útil desde el punto de vista agronómico, genera muchas veces un ambiente más húmedo para la proliferación de hongos durante el ciclo del cultivo, sobre todo en años húmedos .

La temperatura de la masa de granos al interior de los silos en muchas situaciones sobrepasa los 18°C recomendados, permitiendo un crecimiento fúngico intenso, especialmente por la deficiencia de aireación de la mayoría de las unidades de almacenamiento. Adicionalmente también puede influir un exceso de impurezas. Estas y muchas otras razones, explican la alta prevalencia de micotoxinas como contaminantes rutinarios de los cereales en Latinoamérica.

Efecto de las micotoxinas en el ganado de carne y leche

La micotoxicosis implica enormes perjuicios de orden económico, sanitario y comercial; principalmente por sus propiedades anabolizantes, estrogénicas, carcinogénicas, mutagénicas y teratogénicas. Pero el mayor problema de las micotoxinas se atribuye a los daños relacionados con diversos órganos de los animales, implicando la disminución en el desempeño productivo de los mismos. Las manifestaciones agudas ocurren cuando los individuos consumen dosis moderadas a altas de micotoxinas. Pueden aparecer signos clínicos y un cuadro patológico específico; dependiendo de la micotoxina ingerida, la susceptibilidad de la especie, las condiciones individuales del organismo afectado y la interacción con otros factores .

La micotoxicosis crónica es la más prevalente, ocurriendo cuando existe un consumo de dosis bajas a moderadas. En estos casos los animales presentan un cuadro caracterizado por la reducción en la eficiencia productiva, disminución en la conversión alimenticia, en la tasa de crecimiento y en la ganancia de peso. Estos problemas solamente son evitables con cuidados especiales a través de un programa de análisis de micotoxinas presentes en el alimento. Los signos clínicos pueden ser confundidos con deficiencias en el manejo, otras enfermedades, e inclusive es común que se confunda la micotoxicosis con deficiencias nutricionales.

El ganado de carne o lechero tiene protozoos ruminales que son causa de la mayor parte de la actividad de detoxificación. Algunas bacterias (fibrosolvens Selenomonas ruminantium y anaerovibrio lipolytica) están involucrados en la degradación de la T2 y DON. Si embargo, el papel detoxificante del rumen se limita en caso de perturbaciones de la flora microbiana. Así, el estado de acidosis subclínica a la que los animales muchas veces se ven expuestos en producciones intensivas aumenta la toxicidad de las micotoxinas.

  1. Aflatoxinas

Las más comunes son AFB1, AFB2, AFG1 AFG2. La de mayor toxicidad es la Aflatoxina B1 .

Reducen el consumo de alimento, el peso corporal, eficiencia alimenticia y pueden causar la muerte de los animales expuestos. Los efectos que las toxinas ejercen el interferón y las concentraciones de las proteínas séricas; son básicamente resultantes de los daños hepáticos que ocasionan y de la disminución en la producción de proteínas.

  • Ocratoxina

Son muy importantes sus características inmunosupresoras en fetos, animales jóvenes y adultos. La susceptibilidad a infecciones bacterianas se ve significativamente incrementada. La respuesta inmune proporcionada por la vacunación también se ve significativamente afectada. Su ingestión provoca temblores y diarreas. Tiene un leve efecto inmunodepresor.

3. Tricotecenos

Constituyen un grupo de más de 150 metabolitos, siendo los más importantes DON (Dyoxyvalenol) y la toxina T2 y HT2:

  • 3.1. Dioxinivalenol (DON) o Vomitoxina: se absorbe en intestino y sin necesidad de biotransformación se distribuye en todos los tejidos. Produce problemas gastrointestinales y una mala absorción de los nutrientes . Reduce el consumo hasta llegar, en algunos casos, al rechazo del alimento. Produce diarreas e inmunodepresión.

– 3.2 Toxina T2: su ingesta produce disminución de los glóbulos rojos (anemia). En algunos casos, se verifican edemas.

4. Zearalenona

Principalmente se la identifica por ocasionar problemas reproductivos. Sugieren que la zearalenona y sus productos de biotransformación pueden inhibir la mitogénesis que induce la proliferación de los linfocitos B y T. Sus efectos tóxicos se deben a las modificaciones en el normal proceso hormonal, uniéndose a los receptores celulares específicos de los estrógenos (actividad estrogénica), mimetizando la acción del 17B estradiol, el más potente de los 3 estrógenos naturales.

5. Fumonisina

El potencial inmunopatogénico de las fumonisinas es por demás temido en la explotación agropecuaria. Sin embargo, pocas investigaciones dimensionan su real importancia en la disminución de la capacidad inmunológica de los animales intoxicados. Podemos observar una menor tasa de regeneración de vellosidades intestinales y esto produce un menor aprovechamiento del alimento, afectando la conversión alimenticia.

Prevención y control de la micotoxicosis

Dentro de las medidas de control, podemos destacar algunos puntos que son aplicables por el productor:

  • Recepción de granos con humedad por debajo de los niveles críticos para el desarrollo de los hongos (menos de 14% en la mayoría de los casos). 
  • Tratamiento de los cereales con ácidos orgánicos como el ácido propiónico que con su efecto fungistático evita la proliferación de los hongos en los silos.

Actualmente existen una gran variedad de productos que secuestran o controlan las micotoxinas, pero no todos presentan resultados que comprueben su eficiencia protectora. Por tanto, la toma de la decisión de optar por algún producto debe fundamentarse en los resultados de las evaluaciones de pruebas de adsorción in vitro in vivo.

Estrategias de algunos aditivos tecnológicos para el controlar las micotoxinas

  • Aflatoxinas: son micotoxinas de pequeño tamaño (0,5nm), hidrofóbicas con carga media positiva. Contener Aluminosilicatos de elevada pureza, la cual fue seleccionada por su superficie interna y externa, permite adsorberla. Además, la carga electrónica de las partículas no tiene gran variación con el pH. Esto hace que la Aflatoxina pueda ingresar fácilmente por los canalículos del mineral, adherirse a los Centros Activos, minimizando la desorción.
  • Ocratoxinas: Molécula No polar, insoluble en agua. Esta micotoxina posee características semejantes a la Aflatoxina, lo cual hace que el secuestro sea con la misma mecánica.
  • Zearalenona: se trata de una micotoxina hidrofóbica, de peso mayor a Aflatoxina (1,5-2nm), con carga media negativa. Debido a su tamaño y desplazamiento en medio acuoso, la tecnología de secuestro de la Zearalenona es también a través de Manano Oligosacáridos (Pared de levadura). La misma se selecciona por su capacidad de aglutinación de toxinas, cantidad y exposición de sus principios activos, grado de pureza, solubilidad en agua; además de su comportamiento frente a la variación de pH. Se usan enzimas Biotrasnformadoras para desactivar las toxinas.

  • Tricotecenos: dentro de este grupo se encuentran DON Deoxivalenol y T2. Se trata de una micotoxina de mayor tamaño (2 nm), polaridad media, atributos que le confieren una dificultad para poder adsorberlas. Se selecciona un complejo enzimático (epoxidasa) que las inactiva. 



  • Fumonisina: micotoxina de elevado tamaño 2-6nm, de elevada polaridad e interacción iónica, esto hace que tenga una considerable solubilidad en agua (por ende, en el Tracto gastrointestinal). Debido a sus características, se desarrolla una sinergia de un extracto vegetal (con meso y macroporos, centros activos cargados electrónicamente) y levaduras vivas (Sacaromyces c. Boulardi) que mejoran y refuerzan el efecto berrera del intestino, por este medio se logra un eficiente secuestro sin desorción.
  • Capacidades y propiedades adicionales de algunos aditivos para el control de Micotoxinas

    • Efecto prebiótico: limita la adhesión de bacterias patógenas (competición – exclusión), y favorece el desarrollo de ciertas bacterias benéficas capaces de utilizar los Mananos como substrato energético (Lactobacilos, Bifidobacterias).
    • Efecto inmunitario: los ß-Glucanos de la pared de levadura pueden fijarse a receptores específicos presentes en la superficie de células implicadas en la inmunidad, y participan de este modo en la activación de la respuesta inmunitaria.
    • Efecto antiinflamatorio: algunos extractos vegetales con propiedades antiinflamatorias, tienen como finalidad evitar el ataque a nivel intestinal, impidiendo lesiones y promoviendo el desarrollo epitelial.

    Conclusiones

    El mejor método para controlar la contaminación por micotoxinas aún continúa siendo la prevención, buscando una alimentación libre de las mismas. Pero cuando el producto ya está contaminado y va a ser usado en el alimento, es necesario eliminar o disminuir esta contaminación.

    La prevención de la producción de micotoxinas incluye la prevención de la biosíntesis y el metabolismo de las toxinas en el campo y durante el almacenamiento. A veces es difícil evitar la formación de micotoxinas, por lo que el monitoreo puede impedir que las mismas se tornen en una significativa fuente de riesgo para la salud, pues el conocimiento acerca de la contaminación permitiría la adopción de medidas estratégicas para disminuir el riesgo.

    El proceso de muestreo representa uno de los factores más importantes por ser la base técnica de la toma de decisiones. El resultado obtenido en los análisis es un punto crítico entre el muestreo y la toma de decisiones. Debe considerarse el uso seguro de la dieta, de modo que podamos minimizar la intoxicación por micotoxinas y que el costo beneficio sea exactamente cuantificado, permitiendo maximizar el resultado productivo y económico de la actividad.

    Más información:http://www.porfenc.com/#/

    Fuente: Revista AmeriCarne Nº 138




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