15 DE OCTUBRE: DÍA DE LA MUJER RURAL
Actualmente, la Cooperación Internacional se ha fijado en este destacado papel femenino, que contribuye en gran medida al desarrollo de los países y sus comunidades, y son muchos los proyectos que se dirigen a la formación y a la mejora de la salud y de la calidad de vida de las mujeres del ámbito rural.
En el año 2000, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó los conocidos Objetivos del Milenio (ODM), que constituyen un reto de gran amplitud y sin precedentes en la lucha internacional contra la pobreza. Concretamente son ocho: Erradicar la pobreza extrema y el hambre; lograr la enseñanza primaria universal; promover la igualdad de derechos y oportunidades de hombres y mujeres; reducir la mortalidad infantil; mejorar la salud materna; combatir el VIH/SIDA, la malaria y otras enfermedades; garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, y fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
En relación con la mujer rural, cabe destacar de estos ODM el empeño por mejorar la salud materna. Los países empobrecidos han sido el escenario del 99% de los casos de mortalidad materna de los últimos años. Un estudio conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) indica que la cantidad de muertes maternas por año supera las 500.000.
Esa cifra constituye una prueba de que existe un problema de salud que subraya la vulnerabilidad social de la mujer. Es un indicador especialmente sensible de la desigualdad, del difícil acceso a los sistemas de salud y de la poca disponibilidad del sistema sanitario para atender sus necesidades. Además, el problema se agrava para las mujeres de ámbitos rurales, ya que han de desplazarse kilómetros por caminos difíciles y en duras condiciones y, además, a ello sumamos la existencia de una cultura machista imperante en muchas de estas comunidades.
Por ello, también es especialmente importante para la mujer rural el tercer objetivo, que pretende la igualdad de derechos y oportunidades. Esta equidad de género es esencial para asegurar el desarrollo futuro de las naciones y la consecución del resto de ODM.Y esta igualdad de oportunidades ha de ser también diferenciadora, para permitir la existencia de la pluralidad. Una pluralidad que puede venir marcada por la pertenencia a un pueblo indígena, con su cultura milenaria y sus costumbres especiales y diferentes. Y una pluralidad que viene también marcada por las diferencias biológicas y psicológicas entre hombres y mujeres. Por ello, se ha de permitir que la igualdad de oportunidades no cercene ni oprima las costumbres, los hábitos y las cualidades propias de las mujeres, porque así tendremos un mundo más rico y completo, donde a todos los seres humanos, sin distinción por su raza, su procedencia o su sexo, se les reconozca su dignidad, que les pertenece desde el momento de su nacimiento como personas.
Fuente: www.lasprovincias.es