UNA HERRAMIENTA PARA ORDENAR Y REDUCIR LOS COSTOS DE PRODUCCION DE LA CARNE VACUNA
Juan Pablo Villa (43) es Responsable de Documentación en Carnes de Food Safety (FS) Certificación, empresa que desde 1994 certifica en la Argentina, sumando actualmente a Paraguay, productos orgánicos para exportaciones a EE.UU., la UE, Japón, Suiza, Brasil y para el mercado interno. Y cortes vacunos con destino a Chile y Suiza, así como atributos facultativos de agregado de valor en razas bovinas, y de no uso de hormonas y producción a pasto, entre otros, en carne vacuna destinada a todos los mercados.
Nacido en Mar del Plata, pero criado en Dolores, Buenos Aires, es hijo de productores ganaderos de vacunos y ovinos con cría y recría, con campos en Chascomús y General Guido. Vivió en el campo e hizo tareas rurales junto a sus 4 hermanos. Será por eso que siendo contador público y habiendo cursado un posgrado en Agronegocios no le resultó ajena la posibilidad de desempeñarse en FS en su actual posición.
La mayor actividad de certificación de carne vacuna de FS se da para las ventas de ese producto argentino a Chile, medida en toneladas de embarques, monto de facturación y personal destacado en los frigoríficos exportadores.
“La carne vacuna argentina sigue siendo un commodity y si los exportadores, importadores y comercializadores no exigen la certificación, es muy raro que la industria por sí sola lo pida, salvo que un mercado lo haga por una norma de calidad o como barrera paraarancelaria”, explica Villa. Y aclara que en el mercado interno solo lo hacen quienes tienen un nicho donde aplicarla, para agregar valor a su producto, ya sea una raza o una empresa alimentaria. “Se trata de atributos de calidad que pueden certificarse en una industria, un feedlot o con productores ganaderos”.
-¿Quiénes motorizan la certificación en carne vacuna?
-Pueden ser productores conscientes en cuestiones ambientales, en la sustentabilidad del suelo y en la salud. La Mesa de la Carne Sustentable, de la que participamos, tiene fuerza para tratar de concientizar a los productores y la industria, que actualmente es donde veo los problemas de la carne vacuna. Sería bueno que ese ámbito sirva para convencer a ambos. Pero para lograrlo, deben lograr un rédito mayor al actual y además debe haber una exigencia del Estado.
Para Villa, que la Mesa logre transmitir esa conciencia y no pase lo que sucede en muchas industrias de Argentina, Brasil y Paraguay, donde no siempre se respetan las normas sanitarias mínimas en una planta, sería un avance. “Son cosas que en FS podemos certificar de manera voluntaria aunque sea exigida por el Estado o pedida por un comercializador”.
Juan Pablo Villa: “Hay que desmitificar que el costo de certificar sea elevado”.
Más allá de la adhesión voluntaria a certificar la producción cárnica, Villa como tantos actores de la actividad, sostiene que “no debería existir el doble estándar para la industria en la Argentina, donde aún se sigue manteniendo la tipificación por parte de personal de los mismos frigoríficos, siendo jueces y parte”.
“Alguna vez se quiso cambiar el sistema de tipificación, cosa que no se logró, y actualmente se está nueva y lentamente intentando modificarla, de manera que existan terceros independientes (las certificadoras) que hagan la tipificación. Así se logra un mayor control en la hacienda que se tipifica y los consumidores pueden confiar en que se controlan ciertos parámetros”.
Villa dice que su accionar sería similar al que ejercen los controladores fiscales en las balanzas. Pero no solo para resguardar la cuestión impositiva sino para que los productores vean, a través de un sistema en línea, cuánto pesó su hacienda al gancho y no se vea perjudicado.
-¿Cómo realizan el trabajo para cada mercado?
-Trabajamos para controlar lo que exigen las normas de los compradores o importadores y lo hacemos en la industria exportadora, para darle seguridad al consumidor chileno que cuando le llega la carne argentina Categoría V (según la Ley 19.162 trasandina), proviene de un animal de 2 a 4 dientes que pasó por la faena y cumplió con las normas.
Por otra parte, cuando llega un potencial cliente que quiere certificar Argentine Angus Beef (AAB) -carne Angus- o High Quality Beef (HQB) para Suiza, existen protocolos cuya aplicación se audita con otro protocolo de control y certificación, que FS controla y es aprobado luego por Senasa, cuando se encuadra en la Resolución 280, que aplica al etiquetado facultativo aprobado a través de la Dirección de Calidad (DICA) del Senasa que controla su aplicación.
Así, cuando un productor, comercializador o exportador quiere tener una etiqueta con determinados parámetros, presenta en la DICA ese protocolo de control y certificación, otro de elaboración, otro de producción y un atributo. Todos esos documentos forman parte de un legajo que examina la DICA.
Luego de conformado, la DICA revisa el protocolo de control y verificación, y hay una auditoría de todo el proceso de elaboración y producción, para constatar que la certificadora lo cumpla. Una vez aprobado por Senasa, le comunica a la Coordinación General de Aprobación de Productos Alimenticios (CAPA) a emitir esa etiqueta con ese atributo. Así ese productor o comercializador podrá poner en la etiqueta la leyenda ‘carne engordada a pasto’ y allí deberá figurar qué empresa controla y certifica ese producto.
PRIMERA FAENA ORGANICA
-¿Están certificando carne vacuna orgánica?
-A fines de mayo se hizo la primera faena de carne vacuna orgánica certificada por FS para el mercado interno, siguiendo la norma de Senasa, que es equivalente a la europea. Fueron 35 cabezas bovinas. Una vez despostadas irán seguramente a una cadena de restaurantes en comercialización directa. La hacienda orgánica normalmente es de novillo liviano porque no se permite terminarla con suplementación, práctica que la norma solo autoriza hacer por determinado tiempo con alimento orgánico, si falta pasto.
-¿Qué exige el Senasa para certificar carne vacuna orgánica?
-Que debe provenir de animales criados y engordados a pasto sobre campos certificados orgánicos, y hacienda bajo seguimiento y certificación orgánicos. Esto implica que no se usan agroquímicos en las pasturas y no se aplican a la hacienda medicamentos veterinarios en forma preventiva, aunque sí las vacunas obligatorias exigidas por ley. Los medicamentos solo pueden aplicarse cuando se constata la presencia del síntoma de la enfermedad y lo diagnostica un médico veterinario.
-Una vez diagnosticada la enfermedad, ¿puede aplicarse cualquier medicamento?
-No. Hay productos veterinarios permitidos y no permitidos. A los animales enfermos se los separa del rodeo (cuarentena) y se les aplica la medicación correspondiente. Pero deben guardar un doble período de carencia respecto de lo que indique el producto. Y si no tuviera carencia, para que ese animal reingrese al rodeo o pueda faenarse deben pasar 48 horas.
Villa señala que FS certifica este primer caso de carne vacuna orgánica en el mercado interno. Para que esta carne se pueda vender y etiquetar como orgánico tuvo que provenir de un productor certificado como orgánico, ser faenada en un frigorífico que cumplió también la norma orgánica y comercializada por alguien que tiene el Registro Único de la Cadena Agroindustrial (RUCA), todas las inscripciones correspondientes y además solicitó la certificación. Quien intervino en la elaboración también tuvo que contar con la certificación y presentar la etiqueta en CAPA y la DICA del SENASA.
-¿Cómo es el proceso de certificación de carne orgánica?
- El cliente nos informa cómo va avanzando en la cadena. La hacienda la compra a un productor certificado. FS le certifica el frigorífico donde faena y al cliente como elaborador, y luego certificamos la elaboración de los productos que él saque a la venta. Así le entregamos un certificado que confirma que él realiza un proceso orgánico sobre ese origen (hacienda certificada) y su producto lleva una etiqueta donde aparece como elaborador y el sello de FS que lo certifica como producto orgánico argentino.
Respecto del costo al consumidor de la carne vacuna orgánica, Villa explica que es superior al de los cortes envasados al vacío que venden los supermercados o carnicerías premium. Y el valor de la hacienda orgánica es un 10 a 20% mayor que la general. Esta es la razón más importante para que un productor de hacienda quiera certificar como orgánico.
-¿Cuáles son las principales ventajas del sistema de certificación?
-Ayudar a las empresas a ordenarse en su producción y elaboración, y a reducir costos, a partir de clasificar su documentación y descubrir dónde están invirtiendo mal los recursos.
Más información:
www.foodsafety.com.ar
Fuente:
Nota Publicada en Revista AmeriCarne Nº 125