SEMANA MUNDIAL DEL HUEVO

SEMANA MUNDIAL DEL HUEVO

                               

Como en años anteriores, en Argentina se desarrollará también la Cuarta Semana Gourmet del Huevo, con la participación de los principales referentes gastronómicos de todo el país, como el célebre restaurant Tomo I de Buenos Aires que conduce Ada Cóncaro.
Además, la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA) renovará, por tercer año consecutivo, su compromiso solidario con la Fundación Margarita Barrientos con la donación anual de 1.200 huevos semanales (un total de 60.000 huevos) con el objetivo de mejorar la calidad nutricional de las comidas que reciben las 1.500 personas que asisten al comedor “Los Piletones”.

El huevo es un alimento muy práctico y altamente nutritivo que debe formar parte de la dieta habitual. Los huevos resultan fáciles de preparar, combinar y consumir ya sea como parte principal o como ingrediente de todo tipo de preparaciones culinarias dulces y saladas como tortillas, souflées, budines, omelettes, flanes, bizcochuelos, piononos, tortillas, ensaladas, crepes y pastas.
Además incorporar huevos en el desayuno no sólo no engorda sino que contribuye a la pérdida de peso. El huevo proporciona mayor sensación de saciedad, lo que evita “picotear” entre horas. Los nutrientes y proteínas que aporta hacen que sea sencillo sobrellevar un régimen de adelgazamiento (no aparecen déficits de vitaminas ni minerales, mareos, dolores de cabeza y sensación de vacío en el estómago, característicos de otras dietas) sin que se hayan alterado las cifras de lípidos en sangre (colesterol “malo” (LDL) y triglicéridos).
                                

En suma, consumir huevo es muy práctico y altamente recomendable en todas las etapas de la vida:
BEBES: desde los 6 meses se recomienda incluir la yema para reforzar las reservas de hierro y, a partir de los 10 meses, el huevo completo, siempre bien cocido.
NIÑOS: el huevo es un aliado de las madres ya que puede incluirse en la dieta diaria en múltiples recetas y, gracias a sus rápidas y variadas formas de cocción, un huevo duro es una solución práctica y atractiva para resolver una comida rica en proteínas de origen animal.
ADULTOS: en un régimen de adelgazamiento, un huevo aporta las mismas calorías que una fruta mediana y ayuda a quemar más calorías, a la vez que brinda mayor saciedad y, al ser un alimento protector, no provoca deficiencia alguna de nutrientes.
EMBAZARADAS Y LACTANCIA: incluir al menos un huevo diario en las comidas aporta las proteínas extras requeridas en su dieta específica, sin sumar calorías innecesarias como con carbohidratos simples o azúcares, que no aportan nutrientes esenciales y provocan un mayor aumento de peso del estimado.
ANCIANOS: dada su facilidad para masticarlos en sus diversas formas de cocción, se recomienda ingerir huevos para evitar la pérdida de masa muscular y mantener un adecuado estado nutricional.
DEPORTISTAS: debido a su alto requerimiento proteico y calórico, consumir varios huevos al día es el plan alimentario más eficaz y práctico para favorecer su rendimiento deportivo.

¿Cómo prepararlo?

HUEVO DURO (se hierve entero en agua, 12 minutos).
HUEVO FRITO (se fríe en aceite o manteca bien caliente, entre 2 y 4 minutos).
HUEVO POCHÉ (se hierve sin cáscara en agua con vinagre, entre 2 y 5 minutos).
HUEVO MOLLET (se hierve entero en agua, 5 minutos).
HUEVOS REVUELTOS (cocinar en aceite o manteca, entre 2 y 5 minutos).
HUEVO PASADO POR AGUA (se hierve entero en agua, entre 2 y 3 minutos).
¿Cómo conservarlos adecuadamente y saber si están frescos? Los huevos deben conservarse siempre a una temperatura de entre 7 y 15º C, y su duración es de aproximadamente 28 días desde la puesta. Se los considera extra frescos cuando se limita su plazo de consumo hasta 9 días.
Lo aconsejable es consumir sólo aquellos que estén con su cáscara bien limpia (sin materia fecal) y no rota. Se pueden cepillar antes de guardar y a la hora de prepararlos y consumirlos, no cascarlos en el mismo recipiente que se prepara la comida. También se pueden lavar, pero sólo el momento de consumirlos. También tenemos que tener en cuenta cómo reconocer si están frescos o no. Para esto existen varios métodos:
– Ya cocido y cortado de manera vertical, cuanto más centrada este la yema más fresco es el huevo, cuanto más de lado este menos fresco será.
– Cuando se lo sumerge en agua y crudo (entero) si el huevo va hacia el fondo del recipiente, es que está fresco. Si queda de forma intermedia, puede que tenga ya una semana, pero si flota está poco fresco. Esto sucede porque su cámara de aire (espacio entre la cáscara y la clara, formada por membranas de protección) aumenta a medida que pasan los días, a más cámara de aire, el huevo flota y menos fresco es.
– Cuando el huevo se parte en crudo, se considera que no es fresco cuando su clara es muy fluída, muy líquida y su yema está aplastada y poco consistente.

Fuente: Minuto Uno

 

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