REVISTA AMERICARNE Nª 101/ UNIVERSIDAD DE BELGRANO: NECESITAMOS COMUNICAR EL AGRO

REVISTA AMERICARNE Nª 101/ UNIVERSIDAD DE BELGRANO: NECESITAMOS COMUNICAR EL AGRO

Por Ing. Leonardo Galaburri*

El “Agro” es sumamente diverso, en tamaño de empresas, en utilización de Capital y de tecnología. Posee muy importantes distribuidoras de semillas y fitoterápicos, proveedores de servicios de seguros, bancarios, asesoramiento técnico y financiero. Posee una impresionante logística para trasladar el producto agropecuario a los mercados domésticos o los más distantes en el mundo. Así le confiere al país una destacada posición estratégica de inserción en el mundo a partir de la provisión de alimentos y energía derivada de fuentes renovables, bienes de creciente valoración en los mercados internacionales.

Representa un instrumento más o menos hábil para la distribución de recursos a través de la regionalización de la producción agropecuaria, el desarrollo local de las ciudades y pueblos del interior. Son muchas las externalidades positivas que el Sistema Agro genera y comparte a toda la sociedad. Las políticas de Estado no generan estímulos a este grupo tan dinámico y receptor de cuantiosas inversiones, ni lo hicieron en el pasado. El hecho es que la capacidad que aún debe desarrollar el Sistema Agro es la comunicación con el resto de la sociedad. Este proceso de transmitir conceptos, compromisos, pertenencia, solidaridad, valores y pujanza es una autentica deuda consigo mismo. Los países cuyo sistema de agronegocios ocupan un lugar importante en su economía lo hacen permanentemente.

La sociedad urbana no se percibe partícipe de la estrategia de desarrollo nacional que impulsa el Agro. Interpreto que nos considera un grupo social de intereses particulares inconexos con el del resto de la sociedad, aún en las ciudades plenamente integradas a la actividad agrícola.

Si Argentina mejora su posición en el mundo lo hará con una estrategia que defina los productos y servicios que le vende al mundo, y cuales le compra. Así sostendrá a las industrias que generen trabajo, riqueza, mejor infraestructura, recursos humanos calificados, que cuide el ambiente; en fin, mayor calidad de vida. Sin duda el Agro es la industria que llena todos estos requisitos, sin embargo esta visión no es compartida por el conjunto.

Es hora de generar los compromisos en el Agro para no contaminar, deforestar menos y cuidar a nuestra gente; hacerlos creíbles y demostrarlos al conjunto de la sociedad. No es difícil pero  requiere convencernos y organizarnos. Si comunicamos que la siembra directa detuvo el avance de la desertificación, que disminuyó drásticamente la toxicidad de los fitoterápicos aplicados, que las ciudades rurales con menos de 100 mil habitantes crecieron; que generamos energía limpia, que certificamos crecientemente la calidad de una parte de la producción, posiblemente logremos el ansiado reconocimiento social.

El problema es complejo. Los principales escollos son:

1. La silbatina al Presidente Raúl Alfonsín en la Rural quedó impresa en el recuerdo colectivo y es utilizada por los medios de comunicación para describirnos como un sector aislado y contrario a los valores democráticos de la sociedad.
2. La desconfianza a los productos genéticamente modificados.
3. La creencia que la producción agropecuaria es una actividad reservada para millonarios.

Comunicar es caro, siempre es caro. No se computa en los márgenes brutos, no genera ganancia instantánea. Pero es esencial para sostener la estrategia de desarrollo nacional a partir de una industria con ventaja competitiva y alineada con las necesidades del mundo moderno. Nos resta alinearnos con el resto de los ciudadanos.

El Agro en Argentina es importante, maneja cuantiosos presupuestos y puede invertir en comunicar bien para cambiar su imagen. No se trata de la obra de brillantes publicistas. Si contamos lo que hacemos en el formato adecuado en dos años cambiamos la valoración social.

Es preciso construir nuestra imagen. Lo podremos hacer si invertimos esfuerzos, si nos organizamos para mejorar nuestra labor y si logramos respondernos la siguiente pregunta ¿el Agro es lo que el Agro dice qué es?, o ¿es lo que los demás dicen que el Agro es?


*Decano Facultad de Cs. Agrarias
Universidad de Belgrano

 

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