Reducción de emisiones de Amoníaco en sistemas intensivos
El impacto ambiental de este gas no solo afecta a la salud de las aves sino también de los trabajadores, con lo cual es importante abordar esta problemática de una manera integral.
Por: Paola Papaleo, editora de la revista Solo Aves y Porcinos Digital. Con información extraída de la disertación del Ing. Alan Nilsen, Técnico Comercial en CLADAN, realizada en la Decimosexta Jornada Avícola Por y Para la Avicultura*.
Fotos: Banco de imágenes
El amoníaco es un compuesto químico formado por Nitrógeno e Hidrógeno (NH3), conocido como gas de amonío, que a temperatura ambiente es un gas incoloro, de un olor muy fuerte y desagradable e irritante para las vías respiratorias.
Es un gas que tiene un impacto ambiental, contaminando el aire, el suelo y el agua. Actualmente es uno de los gases que está contemplado dentro del efecto invernadero. Además, afecta negativamente la salud humana y animal.
Pensando en un contexto general, hoy nos encontramos frente a una crisis socio-ambiental en la que nos vemos obligados y nos es urgente tratar de reducir el impacto que tienen las explotaciones intensivas tanto en el ambiente como en la salud. Según mediciones realizadas por la Unión Europea, por ejemplo, su sector agropecuario es responsable del 93,3% de las emisiones totales de NH3. En Estados Unidos la producción animal representa el 60-85% de la volatilización total del amoníaco.
Contexto avícola
La avicultura tiene un alto impacto en el ambiente porque una de sus principales emisiones es el amoníaco. El NH3 no solo es negativo para el desempeño de las aves, sino también lo es para la salud de los trabajadores. Las regulaciones en salud y seguridad ocupacional catalogan al amoníaco como un gas tóxico al inhalar.
Es necesario ser conscientes de la alta presencia de este gas en las granjas avícolas y disminuir su liberación al ambiente. Como primera medida se debe determinar cuál es el origen del NH3 en los galpones productivos. Principalmente se produce por la mineralización de nitrógeno orgánico de las heces (ácido úrico y urea) mediante la acción de la microbiota de la cama.
La problemática que encontramos a campo con el amoníaco es el límite establecido (condición de bienestar animal) que es muy bajo, solo 20 ppm. El mayor problema es que, por presencia de otros olores o distintos factores, el oflato humano puede no detectar la presencia de este gas cuando se encuentra en ese límite. Cuando éste se sobrepasa, lo primero que sucede es que se desborda la primera barrera de defensa inmunológica que es la mucosa del tracto respiratorio, por lo cual los animales van a ser más susceptibles a infecciones respiratorias, lo que va a ir en detrimento de los diferentes parámetros zootécnicos que analizamos.
Por lo tanto es importante contar con un sistema de monitoreo acorde para detectar y cuantificar cuánto amoníaco tenemos dentro de nuestros galpones.
Efecto sobre las aves
Los efectos de toxicidad en las aves resultan de la combinación del tiempo y los niveles de concentración durante la exposición. En este sentido, los efectos se pueden dividir en una escala según cuatro situaciones:
- 0 a 20 ppm: condiciones de bienestar animal
- 20 a 50 ppm: comienza el daño en cilios y mucosa de las membranas del tracto respiratorio (primera barrera). En producción: menor consumo / ganancia, retraso en madurez reproductiva, desuniformidad, menor calidad de cáscara y huevos.
- 50 a 100 ppm: problemas severos de salud (enfermedades respiratorias, queratoconjuntivitis, pododermatitis).
- Mayor a 100 ppm: daños en la salud con aumento en la mortandad.
Formas de control y reducción
El objetivo es evitar desde un principio las altas concentraciones de NH3 y minimizar los efectos en la salud y el desempeño productivos de las aves.
Las mejoras en el manejo de la cama, ventilación y nutrición son claves para mitigar y controlar las emisiones de amoníaco. Algunas acciones que se pueden tomar son:
Manejo de la dieta y nutrición: es una medida preventiva que busca reducir el contenido de nitrógeno en las heces para que la población microbiana que está en la cama no tenga tanta concentración de sustrato para convertir nitrógeno, mineralizarlo y producir la volatilización del amoniaco. La tendencia es a formulaciones con mayor precisión que reducen la cantidad de proteína de la dieta, aumentando la suplementación con aminoácidos o aditivos que mejoren la digestibilidad en intestino.
Manejo de la cama: se debe evitar que se genere exceso de humedad, por lo cual hay que impedir que se formen costras o cascarones, en caso de que aparezcan no se deben picar sino que deben ser eliminados.
En lo que respecta a pollos de engorde, en periodos de vacíos sanitarios entre crianzas, se debe mantener la temperatura del galpón lo más cálido posible y utilizar ventilación para que el amoniaco se vaya generando en esos momentos y se agote en ese período el sustrato que se encuentra en la cama.
El tratamiento de compostaje es una de las grandes herramientas en el manejo de la cama para reducir las emisiones de amoniaco.
Manejo de la ventilación: evitar la acumulación de humedad, ventilar las instalaciones. Se debe tener en cuenta que la re-utilización de las camas dificulta mantener bajos niveles de amoniaco. Es importante lograr un equilibrio entre la ventilación, la eliminación de NH3 y mantener la temperatura.
Actualmente existen diferentes tratamientos para la cama como: compostaje; probióticos, enzimas o inhibidores que colonizan la cama; o tratamientos químicos (ácidos, superfosfatos, sales ácidas y /o aluminosilicatos).
En conclusión, debemos pensar el amoniaco no solo como un problema para el desempeño o la salud de nuestras aves sino también por su impacto socio ambiental, el cual cada vez va a ser más relevante. Existen legislaciones emergentes en cuanto a la salud de los trabajadores y su exposición a este gas, considerando que los límites son más bajos de lo que se piensa o sucede.
En la producción, se deberá encontrar un equilibrio entre la ventilación, la eliminación del amoniaco y la temperatura. Además, en un contexto de re utilizacion de camas es necesario tener en cuenta alternativas de control a través de diferentes tratamientos.
Por último, es importante abordar esta problemática de manera integral, entendiendo que a medida que pase el tiempo el impacto que este gas tendrá sobre el medio ambiente será mayor.
Más información:
https://cladan.com.ar/
* Puede ver la presentación completa del Ing. Alan Nilsen, en la Decimosexta Jornada Avícola Por y Para la Avicultura, haciendo clic aquí: https://youtu.be/_ghykPGmzks?si=_BpWFWhrC7hRWCY0