RECLAMO POR CARNES ANTE LA UNIÓN EUROPEA

Los representantes argentinos insistieron en que el mayor problema que existe son los aranceles, tanto para los productos nuevos como para los tradicionales.

El mercado europeo cobra aranceles de 89 por ciento a los países exportadores de carnes, con excepción de una cuota de 628 toneladas que Argentina comparte con los otros proveedores. Ese gravamen es la principal razón que esgrime el Estado a través de la Secretaría de Agricultura y Ganadería cuando solicita que el mercado está bloqueado y que llevó a volver a reclamar una reducción del mismo.

 

Sucede que las exportaciones de carnes argentinas a la UE son importantes. En el caso de las avícolas, las 23.665 toneladas que se venden a la comunidad representan el 21 por ciento del total de los envíos a los diversos mercados mundiales. En cuanto a las carnes vacuna, de liebre y de conejo, la Argentina es el primer exportador. En el caso de estas últimas el país abastece el 80 por ciento de las importaciones europeas. Pero la Comisión Europea las excluyó del Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG), que otorga ventajas a ciertos países en desarrollo, por presión de los países europeos afectados por las importaciones de conejo provenientes de China. En el caso de la carne bovina, la expectativa es que se mejoren las condiciones de ingreso al mercado en futuras negociaciones entre la Argentina y la UE.

 

Por otro lado, carnes como el búfalo que ofrecen un gran potencial de negocio, también han sido incluidas en cupos. A esto se suma que cada kilo de carne de búfalo paga tres euros de tributo, más otros impuestos adicionales, lo que hacen "imposible" competir en ese mercado, según lo indicado en el informe.