PRODUCEN CERDOS EN CATAMARCA Y VENDEN CON MARCA PROPIA CORTES FRESCOS, FIAMBRES Y EMBUTIDOS EN CARNI
El Grupo Ingeco, compañía constructora tucumana con más de 50 años de trayectoria en el NOA, incursionó hace unas 2 décadas en el negocio de la producción porcina, en una zona no tradicional para la actividad.
A través de su empresa El Viejo, en 1990, adquiere campos agrícolas en la zona de Los Altos, Catamarca, donde se dedicó a cultivar soja, maíz y trigo. A principios de la década de 2000, surgió en esa provincia un diferimiento fiscal, que les facilitó construir un criadero de cerdos en ese campo.
Carnicería Pata Negra, en San Miguel de Tucumán, eslabón final de un emprendimiento porcino que suma valor agregado.
La obra comenzó en 2008 y finalizó en 2013, año en que se incorporaron las primeras 120 madres reproductoras. “El proyecto se hizo bajo un sistema intensivo con galpones de mampostería, pisos slats y equipamiento de última tecnología”, cuenta Diego Koss, a cargo del emprendimiento.
A este equipamiento se sumó también un sistema innovador de tratamiento de efluentes, para el cual se montaron 2 biodigestores de 600 y 900 m3 construidos con un sistema de bombeo de recirculación, plástico PVC para la base y otro externo formando una cúpula. Esta última que cuenta con 3 capas: la interior especial para el contacto con hidrocarburos, la central que permite la resistencia y elasticidad y la externa resistente a los rayos UV, además de un sistema de presurización y filtrado de biogás, para enviarlo a los galpones y a la planta de alimentos balanceados.
Esta planta produce 3000 kg/h, generalmente con materia prima (granos) propia, que “en caso de no estar disponible conseguimos con vecinos del lugar. Los concentrados son de las empresas Biofarma, para lechones, y Teknal, para recría y engorde”, explica Koss.
Por biodigestión anaeróbica, la planta de tratamiento de efluentes los transforma en agua con biofertilizante (eliminando así cualquier vestigio de contaminación), por una parte, y biogás, que se usa para autoabastecer a 18 pantallas chicas y 6 pantallas grandes en maternidad y recría, respectivamente, para calefaccionar esos sectores, por una parte, y también a un horno propio de desactivación de soja, que procesa a razón de unos 500 kg cada 1,5 hora, y brindar agua caliente sanitaria. “Mientras tanto, estamos rearmando un sistema de losa radiante para esos mismos galpones. El próximo paso es poder usar el biofertilizante líquido -que es el remanente del tratamiento de efluentes, que por ahora se utiliza para lavar los galpones- en fertiriego”, explica Koss.
VALOR AGREGADO
En 2015, decidieron construir una pequeña sala de faena, para producir carne y vender a carnicerías, que también cuenta con el sistema de tratamiento de efluentes por biodigestión anaeróbica, que ese mismo año comenzó a vender medias reses.
En 2017, abrieron la carnicería Pata Negra en San Miguel de Tucumán, donde comenzó la venta de cortes al público y también a otras carnicerías.
También ese año, por el aumento de la demanda, incrementaron la producción del criadero llegando a 250 madres. Y comenzaron a producir embutidos frescos, como chorizos, salchichas parrilleras y morcillas; secos, como salamines, y fiambres como paleta y mortadela, previéndose que prontamente empezarán a elaborar salame de Milán y tipo crespón, jamón cocido, panceta, y leberwurst, entre otros.
Lechones en sala de recría.
Maternidad. La granja tiene 250 madres en producción.
El Viejo trabaja con líneas genéticas Austral de Degesa, tanto en cachorras como en padrillos, y cuenta también con abuelas Topigs, y padrillos Degesa, Topigs y PIC. “Actualmente producimos unos 25 a 27 lechones por madre por año y unos 40.000 a 45.000 kg mensuales de carne”, precisa Koss quien explica que cuentan con un asesor productivo, Hugo García, quien además construyó los biodigestores. “A nivel nutricional, la empresa Teknal nos asesora y nos abastece de productos para generar una dieta balanceada de la granja, donde también realiza los análisis nutricionales y de tratamiento de enfermedades por alimentación a los animales”.
Cachorras en gestación.
También García tiene a su cargo el plan sanitario y de bioseguridad, que cuenta con un esquema de vacunación basado en vacunas para mycoplasma, circovirus, pleuroneumonía, parvovirus y leptospirosis. “Contamos con un filtro sanitario, donde las personas que ingresan tienen que cumplir con el protocolo establecido de limpieza y vestimenta determinado por el plan”, explica Koss.
Sala de elaboración de fiambres.
Biodigestor y granja, en Los Altos, Catamarca.
Vista externa de la sala de faena.
-¿Cómo está hoy el negocio? Especialmente luego de la última devaluación y en función de los precios de los granos, clave para el alimento.
- Actualmente el negocio de la producción, si no se cuenta con los granos propios, es deficitario, por los altos costos de la materia prima, sumado al estancamiento del precio del animal vivo. Esto afecta un poco también a la media res, donde el precio también está estancado y hace difícil cubrir los costos de faena, distribución y comercialización. La idea de elaborar fiambres es penetrar en un mercado algo más formal, aunque de mayor competencia federal, pero con las reglas un poco más claras y conocidas, además del valor agregado que esto conlleva.
Más información:
www.ingecosa.com.ar
www.patanegra.com.ar
Fuente: Revista Solo Aves & Porcinos Nº 74