Prevención frente a la enfermedad de Marek
Las vacunas MD fueron las primeras vacunas capaces de controlar una enfermedad tumoral. Además, redujeron el número de enfermedades secundarias causadas por MD a niveles insignificantes y, en consecuencia, la mortalidad, permitiendo que la industria avícola siguiera en desarrollo.
Por: Extraído de Prevención frente a la enfermedad de Marek: Cevac MD Rispens (aviplanet.com)
Fotos: CEVA
Desde que se desarrollaron las primeras vacunas frente a la enfermedad de Marek, la vacunación se convirtió en la piedra angular de su control. Las vacunas MD son muy singulares, porque están asociadas a células y requieren un cuidado especial durante el desarrollo, la gestión, almacenamiento y aplicación para tener éxito en la vacunación.
Clasificación de vacunas basada en serotipos:
Serotipo 1: las vacunas (CVI988) fueron originalmente virus levemente oncogénicos que fueron atenuados por pases seriados en cultivo celular.
Serotipo 2: (es decir, SB-1, 301B) son virus no oncogénicos aislados en pollos que pueden ser utilizados como vacuna cuando se combina con otros serotipos, principalmente el serotipo 3. Las vacunas contra la EM del serotipo 2 proporcionan protección deficiente cuando se usan solas, pero mejoran la protección conferida por las vacunas de serotipo 3 cuando son administradas juntas. Este fenómeno se conoce como sinergismo protector.
Serotipo 3: las vacunas o el virus del herpes del pavo (HVT) son virus no oncogénicos aislados en pavos. Se utilizan principalmente solo para vacunar pollos de engorde y en combinación con vacunas de otros serotipos para vacunar reproductoras y ponedoras. La HVT se ha utilizado con éxito como vector para el desarrollo de vacunas vectoriales.
Vacunas asociadas a células vs liofilizadas
La mayoría de las vacunas contra la EM están asociadas a células y deben mantenerse congeladas en nitrógeno líquido. Sin embargo, HVT también se puede obtener libre de células, liofilizado o congelado en seco, y mantenido en refrigeración. Vacunas de otros serotipos solo se pueden encontrar asociadas a células.
La desventaja de la vacuna liofilizada es que, a diferencia de las vacunas asociadas a células, interactúan con anticuerpos maternos. Por tanto, su eficacia en pollos comerciales con los anticuerpos contra el MDV es menor que el HVT asociado a células. La naturaleza de las asociadas a las células las hace muy lábiles. Es imperativo que las células estén vivas y sanas para que el virus de la vacuna sobreviva. Hay muchos factores que pueden afectar la viabilidad celular. Además, es importante recordar que las vacunas son suspensiones inestables de células que tienden a flocular y precipitar. Además, no todas las células de la vacuna están infectadas, solo un pequeño porcentaje. Por lo tanto, es fundamental que las vacunas se mezclen correctamente en el diluyente antes y durante la vacunación.
Factores que influyen en la eficacia de la vacuna:
a) Cepa de vacuna
Cada cepa de vacuna es única en su eficacia, así como en el número necesario de UFP para lograr la protección máxima. Aunque todas las cepas HVT y CVI988 del mercado se originaron inicialmente en mismos aislamientos, el historial de pasajes, tiempos entre pasajes, condiciones de cultivos celulares, tiene un enorme impacto en el resultado que concluye en vacunas muy diferentes.
b) Dosis y protección de la vacuna
El número de UFP (unidades formadoras de placa) que requiere una vacuna para lograr la máxima protección depende en gran medida de la cepa de vacuna, como se indicó anteriormente. Sin embargo, dentro de una cepa de vacuna, es fundamental asegurarse de que los pollos reciben la dosis recomendada por el fabricante. La dosis reducida puede tener varios efectos negativos. Si pollos se exponen a un desafío temprano con virus más virulentos, la protección conferida por una dosis más baja que la recomendada daría como resultado una menor protección contra MD. Además, cuando el desafío es con virus no tan virulentos puede haber un efecto negativo en otros parámetros de producción como el peso corporal.
Existen diferentes factores que pueden afectar negativamente la dosis de la vacuna. Los más relevantes son: inapropiada descongelación; tiempo / temperatura; mezcla de la vacuna; uso de antibióticos y otros aditivos D; dilución excesiva.
c) Edad / Vía de vacunación
La vacuna contra la MD se puede administrar al embrión a los 17-19 días de desarrollo embrionario o al día de la edad. La administración de la vacuna en el embrión se realizará por vía amniótica en el día 17-18 de incubación, y principalmente vía intraembrionaria a los 19 días, y en todos los casos nos referimos a ella como vacunación in ovo. La mayoría de las incubadoras administrarán vacuna a los 18 días de incubación cuando se lleva a cabo la transferencia de huevos a las máquinas de nacimiento. Cuando la vacuna se administra a día de edad, se administra por vía subcutánea.
“Se ha demostrado que las vacunas son más eficaces en pollos genéticamente resistentes que en aquellos susceptibles”
Las vacunas son más eficaces cuando se administran in ovo que cuando se administran al día de edad. Cuando son administradas in ovo, las vacunas tienen 2-3 días extra para replicarse en el pollo antes de que pueda ocurrir el desafío en la granja. Eso explica por qué en caso de desafío temprano, la vacunación in ovo confiere una protección más alta que la de 1 día de edad. Además, el proceso de vacunación está más automatizado y los errores disminuyen.
La administración in ovo tiene una ventaja adicional en el caso de utilizar HVT: se ha demostrado que acelera la maduración del sistema inmunológico del embrión de pollo y da como resultado más pollitos inmunocompetentes al nacer. En el caso de HVT recombinantes, la administración in ovo podría asegurar que el vector HVT se replica en el embrión y expresa el inserto antes de la eclosión, lo que disminuye las posibilidades de interacciones negativas con otras vacunas.
“Las vacunas MD son muy singulares, porque están asociadas a células y requieren un cuidado especial durante el desarrollo, la gestión, almacenamiento y aplicación para tener éxito en la vacunación”
d) Revacunación
La práctica de administrar dos vacunas de MD en diferentes momentos se denomina vacunación doble o revacunación. Aunque se realiza de forma empírica en muchos casos, se ha demostrado que para que la revacunación sea eficaz, la segunda vacuna debería ser más eficaz que la primera vacuna. Además, el mejor protocolo para la revacunación es administrar la primera vacuna in ovo y la segunda vacuna al día de edad. De esa manera los pollos reciben ambas vacunas antes de que ocurra el desafío. Además, mediante la administración de la primera vacuna (es decir, HVT) in ovo, el sistema inmunológico del pollo es más maduro al nacer y establecerá una respuesta más eficiente contra la segunda vacuna administrada al día de edad (es decir, CVI988).
e) Sinergismo protector
La combinación de vacunas de serotipo 2 y 3 (es decir, SB-1 y HVT) en la misma vacunación da como resultado mucho mejor protección que cualquiera de los dos solos. Este fenómeno se conoce como sinergismo protector y, aunque utilizado comúnmente, es poco conocido. El sinergismo de protección sólo ocurre entre las cepas HVT y el serotipo 2, pero no entre las vacunas HVT y el serotipo 1 (es decir, CVI988). La administración de HVT y CVI988 juntos es una práctica común, pero no por el sinergismo protector sino porque asegura que estamos proporcionando la mejor vacuna para la genética particular de los pollos
Bioseguridad
Es muy difícil, sino imposible, mantener el MDV fuera de las granjas avícolas comerciales. De todos modos, esto no debe dejarnos de enfatizar lo importante que es reducir la contaminación en las granjas antes que los pollitos de un día sean alojados. Esto se puede obtener limpiando y desinfectando adecuadamente la granja, así como manteniendo un tiempo de inactividad adecuado entre lotes. La mayoría de los pollos y pollitas se vacunan in ovo o al día de edad, pero las vacunas tardan entre 5 y 7 días en provocar una respuesta inmunitaria adecuada. Si el desafío ocurre antes de ese momento, es posible que la vacunación no sea eficaz.
Genética
El papel de la genética en el control de la EM se descubrió a finales de la década de 1950, antes de que se desarrollaran las primeras vacunas. Estaba claro que ciertas líneas genéticas eran resistentes a la enfermedad mientras que otras eran muy susceptibles. Pronto, tal susceptibilidad genética se vinculó con el haplotipo B de los pollos y se demostró que los pollos con ciertos haplotipos B (por ejemplo, B21) eran resistentes mientras que otros (por ejemplo, B19) eran susceptibles. Varios años después, se descubrió que además del haplotipo B, otras áreas en el genoma del pollo también estaban relacionadas con susceptibilidad a MD y se han realizado numerosos estudios desde entonces para evaluar qué loci de los pollos están involucrados. Las empresas genéticas son muy conscientes de esta información e incluyen la resistencia a la MD como uno de sus rasgos de selección. La resistencia genética también tiene gran importancia en la eficacia de la vacunación contra la EM. Se ha demostrado que las vacunas son más eficaces en pollos genéticamente resistentes que en aquellos susceptibles. Además, las vacunas de diferentes serotipos tienden a ser más eficaces en pollos con ciertos haplotipos B15. Aunque en teoría sería posible diseñar un programa de vacunación objetivo para cada línea de pollos, en la práctica vacunas de varios serotipos se combinan para lograr la máxima protección.
* Hace referencia a Cevac MD Rispens
Más información:
https://www.ceva.com.ar/