Control integral de la Enfermedad de Marek desde la planta de incubación
16-10-2020
La vacunación con MD aplicada a embriones de 18.5 días o a pollitos recién nacidos, permite controlar la enfermedad, logrando una óptima inmunidad.
Por: Ing.Zootecnista Santiago Cura, Servicios de Vacunación Ceva Salud Animal.
Foto: Ceva
Las vacunas MD para el control de la Enfermedad de Marek son únicas porque están asociadas a células y requieren un cuidado especial durante su desarrollo, manejo, almacenamiento y aplicación para tener éxito. La naturaleza de células asociadas de las vacunas MD las hace muy lábiles. Es imperativo que las células estén vivas para que el virus de la vacuna pueda replicarse en el ave. Hay muchos factores que pueden afectar la viabilidad celular. Es importante recordar que las vacunas son suspensiones inestables de células que tienden a flocular y precipitarse. Además, no todas las células de la vacuna están infectadas, solo un pequeño porcentaje. Por lo tanto, es crítico que las vacunas se mezclen adecuadamente en el diluyente antes y durante la vacunación.
Es de extrema importancia supervisar el proceso de reconstitución y aplicación de estas vacunas. Al vacunar en la planta de incubación a los embriones de 18-19 días de incubación, mediante la aplicación in ovo, como al día de vida por inyección subcutánea, la supervisión del proceso se hace mucho más sencilla: el procedimiento de vacunación se controla mejor y se utilizan equipos de vacunación más sofisticados y precisos tanto en la dosificación como en la distribución de la vacuna, mejores condiciones higiénicas en la preparación y reconstitución de la vacuna, y una inmunización más temprana .
Para lograr una vacunación e inmunización eficientes para el control integral de la enfermedad de Marek, hay que controlar de manera exhaustiva los siguientes puntos críticos en la planta de incubación:
1.- Ruptura de la cadena de frío en nitrógeno líquido: como las vacunas que protegen contra la EM son vacunas asociadas a células, para que éstas puedan conservarse vivas, deben estar almacenadas a -196 °C, sumergidas en nitrógeno líquido. Si el vial de la vacuna se descongela durante el transporte y/o el almacenaje, las células mueren y el virus vacunal no podrá replicarse en el ave. Es muy importante que la vacuna esté cubierta con nitrógeno líquido (verificar regularmente y tener registros) y almacenar los viales invertidos en el tanque de nitrógeno líquido para detectar un posible descongelamiento. Si se observa que los viales invertidos, a los que llamamos ampollas testigos, tienen vacuna en la cabeza, significa que la vacuna se ha descongelado, pasado de estado sólido a estado líquido, y por gravedad ha caído del cuerpo a la cabeza de la ampolla. Si observa esto, hay que aislar el termo y realizar una prueba de determinación de viabilidad celular para saber si descartar las ampollas o no.
Figura 1 – Epígrafe: Descripción de las situaciones aceptables y no aceptables en una ampolla testigo
Se debe monitorear el nivel de nitrógeno líquido de los termos de manera regular y llevar un registro de los mismos. Para ello se utiliza una regla graduada, se introduce en el termo, se cuentan 10 segundos y luego se anota cuántos cm de dicha regla están congelados.
Figura 2 – Epígrafe: Determinación del nivel de nitrógeno líquido
2 . Reconstitución de la vacuna: las vacunas asociadas a células deben reconstituirse siguiendo un protocolo estricto para no dañar las células y que el virus vacunal pueda replicarse dentro del ave. Los puntos críticos que puedan dañar las células dentro del protocolo de reconstitución de vacunas son:
2.1.- Descongelamiento incorrecto en el baño María: si el vial de la vacuna no se descongela en un baño María a 26-28ºC durante 60-90 segundos y se reconstituye inmediatamente con el diluyente, las células comienzan a morir y los títulos caen. Las vacunas se mantienen congeladas en nitrógeno líquido. Para preservar las células vivas durante el proceso de congelación, es necesario agregar el químico dimetil sulfóxido (DMSO), el cual evita que se formen cristales dentro de las células. Sin embargo, mientras el DMSO preserva la viabilidad celular al estar congelado, es extremadamente tóxico a temperatura ambiente. Para evitar que el DMSO mate las células, es fundamental que los viales se descongelen en un baño María a 26-28ºC durante 60 a 90 segundos y la vacuna se reconstituya inmediatamente en el diluyente. Cualquier falla en este proceso, provocará la muerte celular y, por lo tanto, los títulos de las vacunas disminuirán.
Figura 3 – Descongelado de las ampollas en baño maría.
2.2.- Calibre incorrecto de la aguja: si el calibre de la aguja es demasiado pequeño, las células se dañan y mueren, y los títulos de la vacuna caen . Se recomienda utilizar agujas 18 G x 1.5 pulgadas.
2.3.- Extraer la vacuna con carga previa de diluyente: previamente a retirar la vacuna, se aconseja cargar 3 ml de diluyente en la jeringa para que, al retirar el contenido del vial, tenga contacto directamente con el diluyente y no extraerla en “seco” (jeringa sin carga) ya que esto puede afectar la viabilidad de la vacuna.
2.4.- Retirar la vacuna del vial y colocarla en el diluyente de manera suave: si el proceso se realiza de manera brusca aumentará la presión en el interior del embolo de la jeringa y se puede ver afectada la viabilidad celular. Realizar este procedimiento de manera suave, moviendo lentamente el embolo de la jeringa. Es importante también, realizar un enjuague de la cabeza y cuerpo de la ampolla con diluyente para asegurar que toda la vacuna se haya transferido al diluyente.