“MAYOR DEL MUNDO”, BRASIL LO ES TAMBIEN EN ALIMENTOS
Con la adquisición por parte de JBS Friboi de los frigoríficos Bertin, brasileño, y Pilgrim's Pride, estadounidense, se creó la mayor empresa de alimentos del mundo, superando a la Tyson Foods de Estados Unidos.
El doble negocio, anunciado esta semana, agregó otro título mundial a la JBS Friboi, que ya era la mayor procesadora de carne bovina del planeta, después de la compra de los frigoríficos Swift Armour de Estados Unidos.
El nuevo gigante tendrá una capacidad global de procesar 90.000 vacunos por día, a lo que se agregan 50.000 cerdos, 7,2 millones de pollos y unas 20.000 cabras y ovejas cada día.
También se agregará el título de la mayor empresa del mundo en la comercialización de cueros, un subproducto de su actividad principal, y se incluirá entre los grandes procesadores de derivados de leche, con 1.260 toneladas diarias de lácteos.
El nuevo conjunto prevé tener una facturación líquida anual de 30.000 millones de dólares, lo que lo convierte en la tercera mayor empresa de Brasil, detrás de Petrobras con 119.450 millones de dólares anuales, y la minera Vale con 39.100 millones de dólares al año.
Sin embargo, ese imperio empresarial tiene un origen muy humilde: la carnicería Casa de Carnes Mineira, fundada en 1953 en la ciudad de Anápolis, en el estado de Goiás, por José Batista Sobrinho, cuyas iniciales, "JBS", dieron el nombre al grupo.
La oportunidad de crecimiento se le presentó a Batista cuando, cerca de allí, empezó a construirse la ciudad de Brasilia, la nueva y moderna capital brasileña.
El suministro de carne a los miles de trabajadores en las obras le ofreció la escala necesaria para progresar.
Pero el crecimiento fue lento. Sólo en 1969 adquirió el Matadero Industrial, de Formosa, y adoptó el nombre Friboi para su naciente frigorífico.
Transcurridas tres décadas de ampliación y consolidación del patrimonio, Batista y sus hijos iniciaron en 1999 una etapa más ambiciosa de crecimiento, con la compra del Frigorífico Mouran, de la ciudad de Andradina.
Seis años después, el grupo superó los límites nacionales con la compra de Swift Armour Argentina, el mayor frigorífico del país vecino, y en seguida se convirtió en JBS Friboi SA, para iniciar la negociación de acciones en la Bolsa de Sao Paulo.
En 2007 parecía llegar a la cúspide del negocio con la compra de Swift Armour de Estados Unidos, asumiendo las actividades de ese frigorífico en aquel país y en Australia para alcanzar el nivel más alto entre los procesadores de carne vacuna.
Ahora, el grupo entró al procesamiento en gran escala de carnes de aves y, con la incorporación de Bertin, de alimentos semiprocesados, además de la comercialización de cueros.
"Es un divisor de aguas en la historia de nuestra empresa, una vez que entramos al sector de aves ya como grandes, con la segunda empresa del sector en Estados Unidos", dijo Joesley Mendonza Batista, presidente de JBS.
Pero no todo son aplausos, después de un paso tan ambicioso.
"Vemos el surgimiento de un oligopolio con características de monopolio, que desequilibrará aún más las relaciones entre los productores y la industria, que ya no era muy equilibrada", consideró el presidente de la Sociedad Rural de Paraná, Alexandre Kreeff.
También el director de la Federación de Agricultura y Ganadería de Mato Grosso, Eduardo Alves Ferreira, señaló que JBS elimina la posibilidad de opciones de los productores del estado, ya que comprará la mitad de todo el ganado que se oferta allí.
Además, el presidente de la Asociación Brasileña de Frigoríficos, Pericles Salazar, ve peligrar el equilibrio del sector y su competitividad. "Habrá perjuicios en las dos puntas, para los productores y los consumidores", advirtió.
El temor provocado por la creación de un grupo tan poderoso llegó a la misma Confederación Nacional de Agricultura y Ganadería (CNA), cuyo director, Antenor Nogueira, consideró el riesgo de que JBS "mande en la industria" y manipule los precios.
El presidente de la Sociedad Rural Brasileña, Cesario Ramalho da Silva, también ve ese peligro. "Su enorme poder de compra le permitiría manipular el mercado, si se lo propone", observó.
Por su parte, el profesor de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz, de la Universidad de Sao Paulo, Sergio de Zen, opinó que los productores estarán más seguros contando con una empresa de esas dimensiones.
"Cerca del 16 al 18 por ciento de los animales procesados en el país serán comprados por una empresa sólida y más estructurada financieramente para enfrentar una crisis. Eso proporciona seguridad", dijo De Zen.