LOS CONEJOS DEJAN INGRESOS MILLONARIOS

Entre los productos alimenticios diferenciados y considerados "speciality", con importante presencia de consumidores en Europa, alto valor comercial y preferidos por cadenas hoteleras y restaurantes, la posibilidad de llegar a esas plazas demandantes incentivó el desarrollo productivo de la especie en Argentina durante los últimos tres años, aunque hasta 2003 el país no había retomado envíos del rubro al viejo continente.Con una oferta nacional que pudo cubrir requerimientos externos, la certificación de exportaciones de carnes frescas de conejo, durante el año pasado, sumaron 1.387 toneladas por un valor de 7.182.000 dólares. Esos guarismos muestran un incremento del 266 por ciento en volumen y del 331 por ciento en divisas, respecto de las ventas externas del rubro concretadas en 2003, cuando alcanzaron 379 toneladas por 1.664.000 dólares, según datos proporcionados hoy desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).Respecto del principal destino que tuvieron las exportaciones de esas carnes, Holanda se colocó a la cabeza de los importadores al adquirir 529 toneladas por valor de 2.806.000 dólares, mostrando una suba significativa, en volumen y en divisas, con respecto a las compras que se realizaron desde ese país en 2003, cuando totalizaron 138 toneladas, por 586.000 dólares.El organismo sanitario nacional también certificó envíos de carnes frescas de conejo hacia Bélgica (250 tn por 1.197.000 dólares), España (193 tn por 1.083.000 dólares), Austria (157 tn por 923 mil dólares), Alemania (136 tn por 617 mil dólares) y Francia (120 tn por 538 mil dólares).Para este tipo de producto, la faena se elabora bajo exigencias de muy alta seguridad, dado que debe conllevar ningún riesgo sanitario, además de contar con una calidad microbiológica óptima.Los cortes se envasan individualmente en bolsas primarias de polietileno y el conjunto en unidades de cartón, identificadas con el logo del SENASA y de la Unión Europea, en cumplimiento de requisitos exigidos en la norma Comunitaria 91/495/CEE, que estipulan los países importadores del bloque para estas carnes.Asimismo, las plantas frigoríficas que se habilitan para carnes de conejo doméstico procesada, aplican un estricto control de Buenas Prácticas de Manufacturas (BPM) que son exigidas por el SENASA.En 2002, luego de más de 7 años sin registrarse exportaciones de carnes frescas de conejo desde la Argentina, se reiniciaron los envíos hacia la Unión Europea sumando 124 toneladas por un total de 491.000 dólares, según datos oficiales.

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