La importancia del mercado local para la exportación de carne porcina

El desarrollo de un mercado interno permitió avanzar en la conquista de nuevos espacios internacionales sin embargo, por distintas razones, se fueron perdiendo por lo que se hace necesario un trabajo conjunto que priorice la continuidad más que la oportunidad del momento.   




Por: Ing. Zoot. Juan Luis Uccelli, JLU Consultora

 

Fotos: Banco de imágenes


Normalmente los países que manejan un equilibrio lógico en sus exportaciones de carnes tratan de mantener los límites de 70-30 donde el primero es el porcentaje de la producción que queda en el mercado nacional, y el segundo el que se destina al mercado internacional. Cambiar esta relación, forzando el porcentaje de participación de la exportación en un mundo tan globalizado y con problemas, que se generan de forma imprevista y condicionan los mercados internacionales, puede ser un gran problema, ya que no hay capacidad de absorción por parte del propio mercado local.

Argentina está lejos de esos parámetros, pero las condiciones sanitarias de la PPA (Peste Porcina Africana), como la posibilidad de dar un fuerte impulso a la producción nacional, pueden llegar a presentarlos y sería interesante mantener coherencia en las decisiones empresariales.


Lo que se hizo

 

Cuando a principios de los años 2000 unos pocos pensamos en los puntos a lograr para el desarrollo del sector porcino, resumimos todo en cuatro ítems. El primero fue mejorar la situación sanitaria y erradicar la Peste Porcina Clásica. El segundo promocionar el consumo de la carne de cerdo como fresca. El tercero tratar de disminuir el impacto de las importaciones. Por último, empezar un camino de exportación (hoy algunos le dirían Plan Estratégico, pero sin tanto marketing, fue un camino de postas a lograr).


“No existió la constancia necesaria para mantener los mercados, inclusive disminuyendo las cantidades, y muchos de ellos se perdieron”


Esos pasos se fueron dando en el orden mencionado y algunos de forma simultánea. Pero el segundo, el de desarrollar el mercado local de carne fresca, fue quizás el más importante y logró avanzar tanto en la disminución de las importaciones, como en el avance de nuestro país a las exportaciones.

Este camino fue exitoso hasta mediados del año 2021. La foto de ese año en el mercado de exportaciones ubicaba a la Argentina en el 11° lugar a un paso de entrar en el Top Ten.



Gráfico 1


El gráfico que observamos fue algo muy interesante, pero lamentablemente no se pudo mantener en el año 2022 ni en el presente año 2023. Increíblemente desaparecimos del radar. Las razones fueron dos: la primera el atraso del tipo de cambio y la segunda el interesante precio del mercado local. No existió la constancia necesaria para mantener los mercados, inclusive disminuyendo las cantidades, y muchos de ellos se perdieron. El sector no estaba convencido aún de la exportación, la hizo mientras fue negocio.


Proyecciones

 

Ahora nos toca mirar hacia adelante y cuando realizamos proyecciones posibles para los próximos años, los resultados nos arrojan valores atractivos que nos proponen para el 2031 un consumo interno estimado en los 31 kilos per cápita y una disponibilidad de 230.000 toneladas para el mercado de exportación. No hay duda de que estos valores demuestran la importancia del mercado local en el crecimiento (que por ahora no tiene techo), pero nos obliga a recuperar mercados que, en los últimos dos años, se han perdido y conseguir además nuevos mercados para colocar dicha exportación.



Gráfico 2 


En dicha cuenta la participación de la exportación llegaría al 12%, un número muy manejable si se produce algún problema internacional que equivaldría, si todo tuviera que quedar en el mercado local, a 4 kilos per cápita de consumo.


“Los resultados nos arrojan valores atractivos que nos proponen para el 2031 un consumo interno estimado en los 31 kilos per cápita y una disponibilidad de 230.000 toneladas para el mercado de exportación”


Asimismo, para lograr esa inserción en el mercado de exportación habría que cumplir ciertos preceptos que no se cumplieron en su totalidad en el pasado inmediato:


 

·      Tener mercados abiertos diversos y que ninguno concentre más del 30% de las exportaciones.

·      Cumplir con todos los compromisos asumidos a pesar del cambio en los precios internacionales.

·      Demostrar las condiciones sanitarias, de cuidado del medio ambiente, uso responsable de antimicrobianos y bienestar animal, en las explotaciones que provean la exportación.

·      Tener presencia activa en todas las ferias internacionales donde se relacionan vendedores y compradores.

·      Tener una estabilidad monetaria acorde con los cambios internacionales.


Esto es el resultado del trabajo conjunto tanto del sector público como del sector privado. Ninguno por su lado puede garantizar los puntos mencionados. A su vez, Argentina está inmersa en América y América será el principal proveedor de carne porcina al mundo. Debemos estar preparados para tener la producción, cumplir con las condiciones que se plantearon y mantener una coherencia a lo largo de los años. El negocio de la exportación no es un negocio de oportunidades, es un negocio de continuidades.

 

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