IRTA: ETIQUETADO DE LOS ALIMENTOS Y POSIBILIDADES DE NEGOCIO PARA LA INDUSTRIA ALIMENTARIA
Tal como explicó a lo largo de su ponencia la Dra. Teresa Hernández, de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, "hace 20 años la información nutritiva de los alimentos no interesaba a nadie, mientras que hoy el consumidor vela más por lo que come". Este hecho, obligó a los gobiernos a crear una normativa específica para etiquetar los productos alimentarios, especificando los ingredientes y las aportaciones nutritivas para el organismo humano. Gracias a la colaboración con la industria alimentaria, los gobiernos están llevando a cabo políticas de salud pública para reducir las enfermedades relacionadas con la alimentación.
"La industria alimentaria está trabajando para que la etiqueta proporcione al consumidor la máxima información sobre un producto y para que éste pueda elegir los alimentos más adecuados para sus necesidades particulares" afirmó Hernández.
De este modo, ha sido posible promover el etiquetado nutritivo y reducir las patologías que suponen un gasto para la sanidad pública. Sin embargo, "tenemos que mejorar el etiquetado, ya que nos puede permitir reducir enfermedades como la obesidad, que afecta a una fracción muy grande de la población", señaló la Dra. Hernández.
A nivel europeo, el reglamento relativo a las declaraciones nutricionales y las propiedades saludables de los alimentos generó muchas polémicas en relación a la introducción del término 'funcional', ya que las propiedades de estos alimentos deben ser demostradas desde un punto de vista científico. Según Hernández, "hasta el 2006, en Europa había una cantidad enorme de alimentos declarados como funcionales, aunque sus beneficios para la salud y la reducción del riesgo de padecer enfermedades no estaban demostrados". La normativa de 2006, en cambio, armoniza las reglas que debe seguir la industria europea para poder indicar que un alimento tiene determinadas propiedades. Además, estableció unas pautas para poder declarar un alimento como 'funcional' en cualquier país de la Comunidad Europea y no sólo en algunos.
Sin embargo, hay productos a los que no se les aplica de forma obligatoria la normativa sobre etiquetado e información nutritiva, como son los productos no envasados (pan, fruta y verdura, entre otros), los envasados en el mismo punto de venta a petición del consumidor o las bebidas alcohólicas con más del 1,2% en volumen de alcohol.
La segunda parte de la jornada se centró en las posibilidades para posicionar los alimentos con nuevos perfiles nutritivos en los nichos de mercado. El jefe del programa de Funcionalidad y Nutrición del IRTA, Dr. Jose Antonio García Regueiro, remarcó que "las empresas deberían escoger para sus productos una etiqueta clara, que respete la legislación vigente y que transmita confianza al consumidor", ya que las actuales, en muchos casos, requieren de un tiempo para interpretarlas.
Por otra parte, éstas tampoco reflejan de manera precisa la caracterización cualitativa de los alimentos. "Una leche vegetal y una animal no tienen el mismo perfil nutritivo, a pesar de tener las mismas proteínas. Por ello, es importante evaluar el poder biológico de cada una de ellas ", afirmó García Regueiro, que terminó su ponencia ilustrando el reglamento europeo Nº432/2012 sobre información nutritiva de los alimentos, publicado el día 16 de mayo de 2012.
Aunque esta normativa no es suficientemente clara en tema de perfiles nutritivos, existen diferentes tecnologías para determinar esta información, tales como la aplicación de la Espectroscopía por Reflectancia en el Infrarrojo Cercano (NIRS, por sus siglas en inglés) o la Espectroscopía por Transmitancia al Infrarrojo Cercano (NIT, por sus siglas en inglés) para valorar los parámetros indicativos de la calidad del alimento, ya que es un método analítico objetivo, rápido, fiable y de bajo coste, señaló García Regueiro.
Información elaborada por el Departamento de Comunicación del IRTA
"La industria alimentaria está trabajando para que la etiqueta proporcione al consumidor la máxima información sobre un producto y para que éste pueda elegir los alimentos más adecuados para sus necesidades particulares" afirmó Hernández.
De este modo, ha sido posible promover el etiquetado nutritivo y reducir las patologías que suponen un gasto para la sanidad pública. Sin embargo, "tenemos que mejorar el etiquetado, ya que nos puede permitir reducir enfermedades como la obesidad, que afecta a una fracción muy grande de la población", señaló la Dra. Hernández.
A nivel europeo, el reglamento relativo a las declaraciones nutricionales y las propiedades saludables de los alimentos generó muchas polémicas en relación a la introducción del término 'funcional', ya que las propiedades de estos alimentos deben ser demostradas desde un punto de vista científico. Según Hernández, "hasta el 2006, en Europa había una cantidad enorme de alimentos declarados como funcionales, aunque sus beneficios para la salud y la reducción del riesgo de padecer enfermedades no estaban demostrados". La normativa de 2006, en cambio, armoniza las reglas que debe seguir la industria europea para poder indicar que un alimento tiene determinadas propiedades. Además, estableció unas pautas para poder declarar un alimento como 'funcional' en cualquier país de la Comunidad Europea y no sólo en algunos.
Sin embargo, hay productos a los que no se les aplica de forma obligatoria la normativa sobre etiquetado e información nutritiva, como son los productos no envasados (pan, fruta y verdura, entre otros), los envasados en el mismo punto de venta a petición del consumidor o las bebidas alcohólicas con más del 1,2% en volumen de alcohol.
La segunda parte de la jornada se centró en las posibilidades para posicionar los alimentos con nuevos perfiles nutritivos en los nichos de mercado. El jefe del programa de Funcionalidad y Nutrición del IRTA, Dr. Jose Antonio García Regueiro, remarcó que "las empresas deberían escoger para sus productos una etiqueta clara, que respete la legislación vigente y que transmita confianza al consumidor", ya que las actuales, en muchos casos, requieren de un tiempo para interpretarlas.
Por otra parte, éstas tampoco reflejan de manera precisa la caracterización cualitativa de los alimentos. "Una leche vegetal y una animal no tienen el mismo perfil nutritivo, a pesar de tener las mismas proteínas. Por ello, es importante evaluar el poder biológico de cada una de ellas ", afirmó García Regueiro, que terminó su ponencia ilustrando el reglamento europeo Nº432/2012 sobre información nutritiva de los alimentos, publicado el día 16 de mayo de 2012.
Aunque esta normativa no es suficientemente clara en tema de perfiles nutritivos, existen diferentes tecnologías para determinar esta información, tales como la aplicación de la Espectroscopía por Reflectancia en el Infrarrojo Cercano (NIRS, por sus siglas en inglés) o la Espectroscopía por Transmitancia al Infrarrojo Cercano (NIT, por sus siglas en inglés) para valorar los parámetros indicativos de la calidad del alimento, ya que es un método analítico objetivo, rápido, fiable y de bajo coste, señaló García Regueiro.
Información elaborada por el Departamento de Comunicación del IRTA